El Gobierno de Pedro Sánchez se juega este martes la aprobación, entre otros, del polémico Real Decreto-ley de vivienda, que ha despertado las críticas del sector inmobiliario porque regula demasiado el mercado pero también las de Unidos Podemos, porque no lo hace lo suficiente al no incluir la posibilidad de que los ayuntamientos limiten los precios de los alquileres.
El Ejecutivo se escudaba hasta hace unos días en que no existe en España un índice oficial que recoja los precios de los alquileres de todas las ciudades españolas y argumentaba así que no tenía datos a partir de los cuales poder decir cuándo en una zona los precios eran excesivos y había que limitarlos.
En un movimiento precipitado que se interpreta como un guiño a Podemos, el Gobierno ha enviado una carta formal al Instituto Nacional de Estadística (INE), a la que ha tenido acceso Vozpópuli, en la que solicita que se elabore una estadística oficial que refleje la evolución de los precios de alquiler, según adelantó Expansión.
Con esta misiva, el Ejecutivo de Pedro Sánchez pretende demostrar su voluntad de querer conocer cómo se encuentra el mercado de alquileres para disponer de una herramienta para poder intervenir en él cuando sea preciso y a la vez gana tiempo con la formación de Pablo Iglesias, a quien le demuestra así su compromiso con su causa.
La estadística tiene que tener "la desagregación territorial y la periodicidad que permita comprobar su evolución espacio-temporal (...) la necesidad de profundizar en una visión integrada del problema de la vivienda, a través de la vinculación con determinadas variables que reflejen la situación social y económica de los hogares y que pueda servir de base para determinar zonas de mercado en las que existe una mayor presión alcista y una reducción de la oferta de alquiler asequible", dice la carta.
Negociaciones hasta el último minuto
Las negociaciones entre PSOE y Podemos se han dilatado hasta este lunes, ya que Sánchez no quiere renunciar a contar con el apoyo de Iglesias a su Real Decreto ni quiere tampoco retirarlo a última hora aunque eso suponga una imagen de desgaste debilidad parlementaria en la votación de este martes.
Fuentes de Unidos Podemos cercanas a la negociación confirman que en las reuniones de última hora han constatado que el Gobierno comienza a" mostrar voluntad de avanzar, reconducir la situación y negociar el contenido" con su principal socio en el Congreso.
Pero a pesar del cambio de actitud del Ejecutivo, no hay tiempo material para aterrizar las medidas que podrían haberles hecho cambiar el sentido de su anunciado voto negativo. En este sentido, esperan que en próximas fechas el Gobierno elabore un nuevo texto ya "consensuado" y "negociado" con los morados que plasme todas las medidas recogidas en el acuerdo sellado por Iglesias con Sánchez en La Moncloa.
No será sencillo
Fuentes del INE confirman a Vozpópuli que su director general, Miguel Ángel de Castro Puente, ni siquiera ha leído aún la carta ya que se encuentra fuera de Madrid, pero avanzan que realizar este índice no será sencillo.
Aunque actualmente el Índice de Precios al Consumo (IPC) que publica el INE mensualmente incluye la evolución del precio del alquiler, este comprende otros gastos (de comunidad, IBI, etc.) y utiliza únicamente una muestra de 400 familias en alquiler a las que se entrevista presencial o telefónicamente.
Esta muestra no sería suficiente para poder construir el nuevo índice de alquileres, ya que para ser válido debería tener como mínimo 4.000 hogares y preferiblemente entre 5.000 y 10.000, apuntan fuentes del INE.
La muestra debería ser como mínimo de 4.000 hogares en alquiler, según el INE
¿Cuál será el proceso? Una vez que el director reciba la carta, el INE analizará cuáles son las fuentes de información que puede utilizar (si existe algún registro que le facilite esos datos o tendrá que recurrir a encuestas), diseñará la metodología, solicitará la aprobación del Consejo Superior de Estadística y, después, se pondrá a trabajar.
No informan sobre cuánto podrían tardar en tenerlo listo, pero advierten de que "las estadísticas son lentas".
El coste de diseñar este nuevo índice dependerá de si el INE puede tirar de algunos datos ya registrados, como los que quizá podría aportar la Agencia Tributaria a partir de las desgravaciones por alquiler, apunta el INE, o si tiene que partir de cero para elegir la muestra y hacer las encuestas.
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