El Ejecutivo acabará con las deducciones fiscales en el IRPF que tiene la inversión en planes de pensiones individuales y trasladará esos incentivos a los planes de empleo -los planes de pensiones de empresas que ofrecen a sus empleados la posibilidad de destinar parte de su sueldo a un plan de pensiones para la jubilación y que, en algunos casos, se los complementan con más aportaciones-.
"Desplazaremos la fiscalidad favorable de los planes individuales hacia los planes de empleo procedentes de la negociación colectiva", ha señalado el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, durante su comparecencia ante la Comisión del Pacto de Toledo del Congreso. Una medida que, en su opinión, beneficiará a las "rentas medias y rentas bajas".
Actualmente, la inversión en planes de pensiones individuales (el llamado Tercer Pilar) desgrava en el IRPF, de forma que cualquier aportación hasta un máximo de 8.000 euros al año computa en la base imponible y desgrava en la declaración de la renta.
Escrivá quiere eliminar esta bonificación y a cambio impulsar los incentivos fiscales para las empresas (Segundo Pilar) que establecen sistemas de previsión social.
Pide un acuerdo en el Pacto de Toledo aunque sea de "difícil digestión"
Ha tomado como ejemplo a seguir al País Vasco, donde "un 50% de los trabajadores utilizan planes de empleo". "Allí los planes de empleo son más importantes y tienen incentivos fiscales mejor diseñados", ha explicado.
El ministro ha pedido que la Comisión del Pacto de Toledo tome como punto de partida el acuerdo alcanzado en la última legislatura -antes de que se disolviera la Comisión- y trabaje a partir de ahí para llegar a formular unas recomendaciones consensuadas.
"Cuando el Pacto de Toledo llegue a un acuerdo será un documento de difícil digestión para los ciudadanos", ha reconocido, pero aún así es necesario que se alcance, ha recalcado.
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