Economía

El Gobierno afronta una ralentización del empleo en los próximos meses

Tras un 2021 récord en creación de empleo y más tibio en lo que a crecimiento económico se refiere, el Gobierno afronta ahora una ralentización del mercado laboral. Aunque con

Tras un 2021 récord en creación de empleo y más tibio en lo que a crecimiento económico se refiere, el Gobierno afronta ahora una ralentización del mercado laboral. Aunque con sus claroscuros (como la elevada tasa de paro, el preocupante desempleo juvenil o el hecho de que las horas efectivas trabajadas no se hayan recuperado aún), el Ejecutivo ha logrado unos datos de empleo récord que le han permitido avalar la recuperación y que incluso se han convertido en una oda monográfica a la reforma laboral de Yolanda Díaz.

Sin embargo, enero ya se cerró con 197.750 afiliados menos que en diciembre, rompiendo así la dinámica de crecimiento en el empleo que acumulaba desde verano, según los datos publicados esta semana por el Ministerio que dirige José Luis Escrivá. Y aunque el primer mes del año no suele ser un buen mes para el empleo por el fin de las contrataciones de Navidad, este 2022 arrancó con unos datos históricos difíciles de superar. España creó 840.700 empleos en 2021, el mayor incremento en 16 años.

Las incertidumbres que acechan a la economía tampoco ayudan: los rebrotes de la covid-19, la elevada inflación, los problemas de suministros y las tensiones geopolíticas. Una señal evidente de este asunto es que los ERTE crecieron en enero tras un año de descensos. Pero el síntoma más evidente de la ralentización está en las encuestas. El INE refleja que sólo un 7% de los empresarios pretenden ampliar la plantilla de su negocio este trimestre, frente al 13% y el 10% que planeaban hacerlo en el tercer y cuarto trimestre de 2021. Es decir, que esta intención de contratar más personal ha caído un 30% respecto al periodo cerrado en diciembre, hasta el dato más bajo desde el primer trimestre de 2021.

Por su parte, la última encuesta realizada por la consultora IHS Markit a empresas españolas del sector servicios también refleja una caída en el índice de empleo hasta el nivel más bajo en cuatro meses y, aunque todavía representa cierto crecimiento, Paul Smith, economista de la consultora, reconoce que "es más lento de lo visto hasta ahora y bastante modesto". "La incertidumbre sobre ómicron y un enero desafiante en términos de ventas y actividad han socavado el crecimiento", comenta. Los pedidos también cayeron en ocho puntos, evidenciando una disminución en las ventas por primera vez desde marzo de 2021, según la encuesta de IHS Markit a las empresas.

De hecho, el último índice de gerentes de compra (PMI), elaborado por IHS Markit refleja que la actividad del sector privado de España registró en enero su primera contracción en once meses a raíz de la caída experimentada en el sector servicios, dejándola a la cola de la Unión Europea (UE). "España ha sido el país más afectado, registrando de nuevo una contracción; mientras que en Italia la actividad empresarial se ha estancado y Francia registró la expansión más débil desde abril del año pasado", destacó Chris Williamson, economista jefe de IHS Markit.

Se corregirá el desacople entre PIB y empleo

Los expertos vienen advirtiendo desde hace meses del desacople existente entre el empleo y la producción. Mientras el empleo creció más de lo esperado en 2021, el PIB cerró el año en el 5%, un punto y medio por debajo de la estimación realizada por el Gobierno, situada en el 6,5%. Pero con la desaceleración del empleo prevista para los próximos meses y el crecimiento algo más intenso del PIB (el panel de Funcas espera que alcance el 5,6% en 2022), los economistas auguran que este desacople se corregirá a lo largo del año.

Gregorio Izquierdo, director del Instituto de Estudios Económicos (IEE) explica a Vozpópuli que la caída en la contratación se registró ya en las últimas semanas de diciembre y esa tendencia se ha prolongado en el comienzo de año. Además de a la nueva ola de covid-19, Izquierdo achaca este frenazo en el empleo a la acumulación de existencias con la que cerraron el 2021 las empresas industriales, que condiciona la carga de trabajo para meses posteriores; y al hecho de que el IPC siga en niveles altos, que contrae el consumo privado en el sector servicios. A esto se suma también el deterioro en la agricultura por la estacionalidad.

De esta forma, Izquierdo espera que en el conjunto del año se alcance un crecimiento del PIB similar al del pasado año, mientras el empleo tendrá más dificultades para mantener esos niveles. "En el 2021 hubo una productividad negativa por el mayor crecimiento en el empleo que en la actividad; esto supone un deterioro de la competitividad y afecta muchísimo a los márgenes de las empresas, lo que perjudicará directamente al empleo de este año 2022 que necesita recuperar la brecha de productividad negativa generada el año pasado".

El excedente bruto empresarial se situó a cierre de año aún 35.000 millones por debajo de 2019. Esto explica en gran medida, según Izquierdo, que la economía aún tenga que recuperar cuatro puntos de PIB nominal para volver a los niveles previos a la pandemia. Funcas también contempla en sus previsiones esta pérdida de productividad, que espera que sea "transitoria" y "se corrija a lo largo de 2022 y comienzos de 2023".

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