El Gobierno envió el pasado martes su propuesta de reforma del mercado eléctrico a Bruselas. Las eléctricas más afectadas protestan desde entonces por este plan que consideran podría poner en peligro el libre mercado del sector eléctrico en plena incertidumbre actual. Aunque el plan del Ejecutivo español deja por escrito que son propuestas a largo plazo porque "no sirve a corto plazo".
Según el documento o 'non-paper' enviado a la Comisión Europea, la propuesta no afecta al diseño de los mercados eléctricos de corto plazo, “lo que simplifica y acorta su implementación”. "A corto plazo, la reforma propuesta puede reducir sustancialmente los precios de la electricidad. Tan pronto como se firmen los contratos a largo plazo que reflejen los costos con tecnologías inframarginales existentes (es decir, energías renovables comerciales y tecnologías no impugnables), los consumidores verán disminuir sus facturas de electricidad", detalla el documento.
El documento que se ha enviado desde el Gobierno español insiste en la necesidad de una reforma "profunda" del mercado eléctrico europeo. Porque este mercado clave para la economía de cada país miembro no funciona adecuadamente o, como dijo Ribera hace un año, "está roto".
La crisis actual es la evidencia, según la propuesta, de que este diseño de como se casa la oferta y la demanda de electricidad en el mercado mayorista no sirve igual que hace 30 años, que es cuando se diseñó. El sistema marginalista actual se fundamente en que todas las centrales cobran el precio que determina la tecnología más cara. Como recuerda su texto, la guerra ha demostrado que este sistema no resiste a la situación de estrés y volatilidad.
Su reforma, explica a Bruselas, pretende abordar a largo plazo estos problemas estructurales. "Los precios reflejarán los costes promedio, evitando así que los consumidores paguen precios excesivos y que los generadores obtengan ganancias (y pérdidas) extraordinarias", explican. Se reducirá la volatilidad de los precios, con precios por diferencia ofrecen estabilidad de precios tanto a los consumidores como a los generadores. Para los consumidores, la estabilidad de precios mejorará la electrificación, mientras que para los productores reducirá su costo de capital", añaden.
El Gobierno insiste en su medida que se cumplirán los objetivos de descarbonización, ya que las subastas de estos contratos por diferencia para la entrada de energías renovables atraerán niveles suficientes de inversión. También detallan que la seguridad del suministro no estará en riesgo, ya que los reguladores podrán diseñar mercados de capacidad para atraer suficiente inversión en recursos firmes y flexibles.
Las empresas tienden la mano...
La Asociación de Empresas de Energía Eléctrica (Aelec) buscaba tender puentes este jueves tras las duras críticas lanzadas al Gobierno tras conocerse su propuesta. "La asociación y todos sus miembros (Iberdrola, Endesa y EDP) ofrecen su plena colaboración al Gobierno para definir un mercado eléctrico acorde con la transición energética y la realidad de los operadores del sector".
Estas empresas insisten al Gobierno que en su reforma no respeta que el 70% de la energía de las compañías españolas está ya vendida y comprometida a plazo por lo que los cambios estructurales del mercado deberían de realizarse con el máximo consenso entre el regulador y los operadores.
"Aelec reitera al Ministerio de Transición Ecológica su disposición total a entablar un diálogo fluido y permanente para la reforma del mercado eléctrico. El objetivo de la Asociación es contribuir a diseñar un mercado eléctrico que se adapte a la imprescindible transición energética además de contemplar la realidad de las empresas eléctricas", apuntan.
... pero denuncian la reforma
La controvertida propuesta que ha liderado la ministra de Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa Ribera, cuenta con varias de las iniciativas que el sector lleva defendiendo durante los últimos años, como los mecanismos de capacidad o dotar al precio del mercado eléctrico de una mayor estabilidad.
"No obstante, el texto abre la puerta a diversas modificaciones de calado que podría poner en peligro el libre mercado del sector eléctrico, defendido en Europa en las últimas décadas. Así, esta propuesta puede incrementar la incertidumbre regulatoria y afectar a las inversiones que el sector tiene que llevar a cabo para ejecutar la urgente transición energética. Se desconoce los impactos económicos que la reforma trae consigo en su implantación", denuncian
Una de las cosas que también molesta a las eléctricas de este proceso es que no se les ha consultado. La asociación que representa a Endesa, Iberdrola y EDP considera que si hubiera participado en la reforma del mercado eléctrico del Gobierno "se habría reforzado para ser más representativa con los operadores del sector".
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