Mal trago para el Gobierno en funciones en plena campaña electoral. Este martes remitirá a Bruselas su proyecto presupuestario para 2020 -las cuentas de 2018 de Cristóbal Montoro prorrogadas por segunda vez- junto a una actualización del cuadro macroecónomico que contendrá una rebaja del crecimiento económico previsto para 2019.
El Ejecutivo ha defendido de forma reiterada que en caso de tener que revisar su previsión de crecimiento para este año (del 2,2%) sería al alza, incluso cuando distintas instituciones como el Banco de España han anunciado recortes en sus pronósticos. Sin embargo, la ralentización económica que vive Europa, los riesgos del exterior (guerra comercial y brexit, sobre todo) y también la propia situación del país -menor ritmo de creación de empleo, moderación de ingresos fiscales frente a alza del gasto público, debilitamiento del consumo y la inversión...- obligan al Gobierno a reconocer que el crecimiento no será el esperado.
Aunque no es algo que ningún Gobierno quisiera tener que admitir a menos de un mes de las elecciones, el Ministerio de Economía tiene la excusa perfecta con la que justificarlo: la revisión a la baja de los crecimientos de 2016, 2017 y 2018 que anunció el Instituto Nacional de Estadística (INE) el mes pasado debido a una mejora en las fuentes de información con la que pudo confirmar que las cuentas no se habían hecho bien.
[singular-iframe src='https://datawrapper.dwcdn.net/1Cljk/1/']
Así, aunque la rebaja por parte del INE pudo interpretarse inicialmente como una mala noticia para el presidente en funciones, Pedro Sánchez, ahora ha resultado ser su mejor baza para anunciar una rebaja de crecimiento y no dar la sensación de que el Gobierno tiene parte de culpa en esa desaceleración, según ha podido saber Vozpópuli.
Omitir el frenazo de la economía interna
El servicio de estudios de BBVA, que ha rebajado este lunes su propia previsión del 2,3% al 1,9%, especificó que la rebaja por parte del INE de los datos anteriores sólo es responsable de dos de esas cuatro décimas de recorte, mientras que las dos restantes se deben a las amenazas internacionales y el debilitamiento de la demanda nacional, que ha dejado de tirar del crecimiento.
El Banco de España también ha recortado su previsión en cuatro décimas y sólo dos de ellas las explica por la revisión a la baja del INE, mientras que las otras dos las adjudica al hecho de que en verano se han publicado peores indicadores coyunturales, a la incertidumbre política del país y a los riesgos externos.
Aunque la revisión a la baja del INE no es el único motivo que ha llevado a las casas de análisis e instituciones a bajar la previsión de crecimiento, sí es la excusa principal que usará el Gobierno este martes para justificar su propia rebaja.
En otras ocasiones, el Ejecutivo ha dado a conocer su actualización del cuadro macroeconómico en una rueda de prensa, sin embargo esta vez optará por hacer un envío discreto a medios previsiblemente a última hora del día, para intentar que su revisión de crecimiento pase lo más desapercibida posible.
La rebaja del INE
El INE ha llevado a cabo una revisión de la serie histórica del PIB y ha determinado que este indicador creció un 2,4% en 2018 (en vez de un 2,6%), un 2,9% en 2017 (frente al 3% que se había registrado) y un 3% en 2016 (en vez de un 3,2%).
Por contra, este instituto subió el crecimiento de 2015 hasta el 3,8% (en lugar del 3,6%), el de 2014 queda igual en el 1,4%, baja el decrecimiento de 2013 (al 1,4% frente al 1,7%) y sube el de 2012 (al 3% frente al 2,9%).
El INE realiza este tipo de revisiones cada cinco años para incorporar cambios en fuentes estadísticas o nuevos métodos agregados para lograr estadísticas de mejor calidad.
Apoya TU periodismo independiente y crítico
Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación