El Gobierno copará los titulares esta semana por su revisión al alza del crecimiento de la economía española. Salvo sorpresa, su previsión para este año pasará del 2% al 2,4%, donde se sitúan ya la mayor parte de los organismos internacionales y servicios de estudios del país. Y los motivos de este mayor dinamismo son fundamentalmente dos: el turismo y la inmigración.
Por un lado, el turismo ha afianzado su posición como gran motor del Producto Interior Bruto (PIB). Sigue sumando récords con casi un 15% más de viajeros que el año pasado. Como consecuencia, el sector servicios ha vuelto a tener un peso récord en la economía española de casi el 70%. En la serie histórica del Instituto Nacional de Estadística (INE), que arranca en 1995, el sector terciario sólo alcanzó este porcentaje entre 2012 y 2014.
Por otra parte, España es el país de la Unión Europea que más está creciendo en población gracias a la inmigración. Esto tiene un efecto directo en el empleo, al haber más personas disponibles para trabajar, y en la economía en general, tal y como explica Gregorio Izquierdo, director general del Instituto de Estudios Económicos (IEE) y expresidente del INE.
Empujan la economía con más empleo y consumo
En realidad, ambos factores se retroalimentan, pues el aumento de la población ha sido determinante en facilitar mano de obra para atender la creciente demanda de empleo derivada del empuje del turismo. De hecho, tal y como destaca Gregorio Izquierdo, "a pesar de este aumento de población, las empresas señalan que siguen teniendo dificultades para cubrir puestos de trabajo por la ausencia de trabajadores formados y disponibles".
Asimismo, el economista destaca que el aumento de la población también explica la mejora del consumo privado, ya que en términos per capita el consumo sigue por debajo de los niveles de 2019. Dicho de otra forma, sin la mayor población recibida, el consumo privado estaría ahora por debajo de lo niveles precovid.
El Banco de España es otro de los organismos económicos que ha destacado en sus últimos informes macroeconómicos que "una parte muy importante del crecimiento de la economía en los últimos años se ha debido al aumento de la población", pero "sin mejoras significativas en la productividad".
De hecho, aunque el PIB ya está casi un 4% por encima del nivel prepandemia, el PIB per cápita va más retrasado. Para Gregorio Izquierdo, "el estancamiento del PIB per capita, que a su vez se explica en su mayor parte por el deterioro de la productividad, implica que se pueda afirmar que la mayor parte del aumento del PIB de los últimos años tenga su base en el incremento de la población y de la ocupación registrado en este periodo".
Sobre este asunto se preguntó en una entrevista reciente de El País al ministro de Economía, Carlos Cuerpo, quien reconoció que "hemos absorbido una llegada de trabajadores inmigrantes que ha contribuido a mejorar las cifras de crecimiento y "de hecho, el año pasado en torno a la mitad de los empleos fueron cubiertos por no residentes".
En cualquier caso, el actual director general del servicio de estudios de CEOE también apunta que este aumento de la población ha supuesto una perturbación positiva de oferta que ha expandido nuestras posibilidades de producción, con el consiguiente incremento de nuestro PIB potencial tanto a corto como a largo plazo.
El Panel de Funcas, que actualizó las previsiones de una veintena de servicios de estudios y las aglutinó en un consenso este lunes, concluye que la economía crecerá este año tres décimas más de lo previsto, un 2,4%, gracias fundamentalmente al impulso del empleo y el "sorprendente" vigor del turismo.
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