Goldman Sachs se lanza a especular entre los bancos españoles. El gigante de Wall Street ha desplegado en los últimos días una estrategia en derivados financieros que apuesta más de 4.000 millones de euros en el Santander, BBVA y Sabadell para intentar hacer caja por el efecto de la guerra arancelaria de Donald Trump. Se trata de un movimiento para extraer plusvalías de una subida en Bolsa del sector bancario ante una nueva etapa de tipos más altos.
La guerra comercial se endurece cada día más. Ayer mismo, el presidente de Estados Unidos amenazó con tasas del 200% al vino, al champán y a otras bebidas alcohólicas. Una represalia por el castigo de Bruselas al acero y al aluminio. Con este telón de fondo, el Banco Central Europeo (BCE) ya prepara dar al botón de pausa en las rebajas del precio del dinero, que este mes ha dejado en el 2,5% tras seis recortes desde junio.
Y Goldman Sachs ha movido ficha para intentar aprovecha un alza de la cotización del sector bancario, según fuentes financieras consultadas por Vozpópuli. El banco de inversión ha tomado en los últimos días un 2,74% del capital del Santander de forma indirecta, sobre todo a través de derivados financieros como permutas financieras (swaps), opciones de compra/venta y futuros, con vencimientos en distintos plazos. Esta inversión equivale a casi 2.500 millones.
Goldman Sachs ha subido sus previsiones del suelo de los tipos: del 1,75% al 2%
Se trata de una posición sin carácter de permanencia y que buscar hacer caja en el futuro con acciones contratadas para terceros. En total, el banco de inversión declara el 3% en la entidad presidida por Ana Botín.
Los derivados son productos financieros cuyo valor depende de la evolución del precio de otro activo, que se denomina subyacente. Estos activos subyacentes pueden ser un índice bursátil, acciones, valores de renta fija, divisas, materias primas o tipos de interés. Se suelen usar para cubrir inversiones u operaciones financieras y también para especular. En este último caso, el inversor obtendrá beneficios si el precio de compra del derivado es menor que el precio del activo subyacente.
En medio de la opa al Sabadell
En el caso de BBVA, Goldman Sachs conserva abierta una participación del 2,35% a través de derivados. Esta posición la reforzó a inicios de este mes, con lo que llegó a superar el 3% del capital del grupo de La Vela sumando acciones directas. Pero cerró algunos swap hace justo unos días. En total, la inversión actual roza el 2,9% del capital, sobre todo con instrumentos financieros, que tienen un valor de mercado superior a los 1.700 millones.
Carlos Torres, presidente de BBVA.
En el grupo de La Vela, juega además el factor de la opa al Sabadell. La operación está atascada en Competencia, que la examina en la conocida como fase 2 por posibles problemas de concentración. Pero aún quedan unos meses para que la CNMV autorice la opa y BBVA pueda lanzarla de manera formal abriendo el periodo de aceptación. De momento, los grandes accionistas del Sabadell ya trasladan en contactos privados con la cúpula del banco catalán sus dudas sobre si acudir o no a la opa, como publicó este medio.
Precisamente, Goldman Sachs también tiene abiertos derivados en el Sabadell desde finales de febrero. Aunque en este caso el movimiento especulativo abarca un paquete menor de acciones: algo más del 0,8% o el equivalente a unos 120 millones de euros. El banco de inversión no declara posiciones en el resto de grandes bancos.
Cambio de paso del BCE
“La política monetaria está adoptando una orientación considerablemente menos restrictiva, dado que las bajadas de los tipos de interés están reduciendo el coste del crédito nuevo para empresas y hogares y el crecimiento de los préstamos está repuntando", incluyó el BCE en su última declaración de política monetaria. Un párrafo que abre la puerta a pausar los recortes de tipos en la próxima reunión de abril.
De hecho, el propio banco de inversión estadounidense ha elevado el suelo en el que prevé que el eurobanco deje los tipos. Ahora estima que el precio del dinero acabará en el 2%, frente al 1,75% que consideraba más probable hace unos meses.