Economía

Goldman Sachs 'bendice' a Laporta para confiar 900 millones del Barça a la turca Limak

Desde el banco americano se han cerciorado de que la empresa otomana es solvente para afrontar la mayor obra de infraestructura en España, si bien dejan claro que la iniciativa ha sido de la directiva blaugrana

Goldman Sachs, principal acreedor del Barça y candidato a financiar las obras para la reforma del Camp Nou, ha aceptado la adjudicación del proyecto al grupo que encabeza la turca Limak, propiedad del expresidente de la Federación Turca de fútbol, Nihat Özdemir (72).

Según explican fuentes financieras, la iniciativa fue de Laporta, quien conoce personalmente desde hace casi a un año a Özdemir. Las mismas fuentes conceden que la constructora otomana con fuerte presencia en Oriente Medio es la que mayores garantías ha ofrecido a la baja. Y ello, en el sentido de asegurar que la obra que empezará en junio no se desviará de los alrededor de 900 millones de euros presupuestados por la Junta directiva.

"En España, el llamado país de la construcción, se suele aceptar que los proyectos acaben siendo mucho más caros de lo previsto pero en este caso se precisa que no", responden fuentes cercanas a la adjudicación. De ella participaron tanto un equipo de abogados del Barcelona como también del mismo Goldman Sachs, que ya ha movilizado unos 200 millones en favor del nuevo estadio.

Limak, mejor en lo económico

Según fuentes próximas a las partes, la de Limak no era la mejor oferta técnica sino la del dúo de gigantes españoles Acciona-Ferrovial; también potente era la propuesta de Fomento de Construcciones y Contratas; ambas iban también de la mano de socios locales. Más accesible sería en principio la de Limak, cuya solvencia ha sido de uno de los temas de la licitación que ampliará al Camp Nou hasta los 105.000 espectadores.

Goldman Sachs se ha cerciorado a través de agencias de calificación de riesgos de la solidez financiera de la adjudicataria. Limak ha asumido toda la obra de la mano de la ingeniería Ghesa -controlada por el Estado chino- y la constructora barcelonesa Vopi4.

La empresa turca se ha comprometido a llevar la obra a término antes de junio de 2026 de una forma que permitiría el regreso del equipo al estadio ya en la temporada 2024/2025 para aplacar el impacto en las golpeadas finanzas del club del traslado temporal a Montjüic -de 100 millones la próxima temporada-. También habría asumido el compromiso de compensar al Barça en caso de retrasos y/o sobrecostes.

La mayor obra en España, para una empresa turca

En un principio, el Barça se planteó fraccionar la adjudicación de la obra en dos tramos, uno de 600 millones y otro de 300, pero finalmente se ha adjudicado la totalidad a un mismo consorcio que ha levantado ampollas en el sector constructor español.

"Huele raro", "no habrá estadio", "ha sido patético", "los dejarán tirados", advierten desde algunas de las principales empresas del sector a nivel nacional sobre Limak, sin mayor expertise en la infraestructura deportiva que un estadio, el Mersin para 25.000 espectadores. Entre sus obras aparece el aeropuerto internacional de Estambul, el más grande del mundo, reivindican desde el Barça.

El dúo Acciona-Ferrovial y FCC sobresalían como los grandes candidatos

En el concurso participaron gigantes como la francesa Vinci -copropietaria de Cobra junto a la española ACS y artífice del Estadio de Saint Denis en París o el mismo Atatürk en Estambul- y Sacyr si bien las grandes candidatas eran las cotizadas en el Ibex35 Acciona -autora del nuevo San Mamés- y Ferrovial -esta última llevó a cabo la última reforma del Camp Nou-, y la constructora FCC.

La empresa española que encabeza Carlos Slim ya levantó los nuevos estadios del Espanyol, el Atlético de Madrid y el Bayern Múnich, como así también se ha hecho cargo de la reforma del Santiago Bernabéu en Madrid y del nuevo Mestalla en Valencia.

Con FCC a bordo del Bernabéu trabaja JP Morgan, también en la carrera por financiar los 900 millones del Camp Nou que ahora parece liderar el propio Goldman Sachs. En cualquier caso, fuentes del mercado apuntan a que la inversión podría acabar repartiéndose entre varios bancos dada la dimensión del montante principal y/o también financiarse con otras "palancas" por su nivel de riesgo.

El objetivo de Laporta es alcanzar ingresos por entre 400 y 500 millones anuales a futuro por los 200 millones que viene dando la actual versión del Camp Nou, sin actualizar desde 1997.

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