¿Existe algún deporte que no solo se practique en un entorno natural, rodeado de espacios verdes, árboles y aire puro, sino que ayude a preservar la biodiversidad y proteja especies de flora y fauna? Existe. Desde hace décadas el golf ha sido ese espacio en el que naturaleza y deporte conviven de manera orgánica y que ahora, gracias a la digitalización y a la explosión de tecnologías exponenciales como la Inteligencia Artificial, está listo para dar un paso más en su conquista de la sostenibilidad.
Con ese punto de partida, se ha celebrado esta semana en la localidad madrileña de El Escorial el Curso de Verano Complutense de San Lorenzo de El Escorial, ‘Golf y Sostenibilidad’, impulsado por Club de Golf La Herrería, con un programa de tres días en el que se han abordado distintas derivadas de este deporte, como la económica, la tecnológica o la ambiental.
“La digitalización puede mejorar el sector en diversos aspectos, como la eficiencia en las operaciones, la experiencia de los jugadores, tanto profesionales como amateurs, o el diseño y la planificación de las infraestructuras”, señaló el ministro para la Trasformación Digital y Función Pública, José Luis Escrivá, durante la jornada inaugural del programa. Como ejemplo de ese impacto, el titular de la cartera tecnológica del Gobierno de España puso el ejemplo de cómo la Inteligencia Artificial puede “monitorizar y gestionar el consumo de energía y agua en tiempo real, reduciendo el desperdicio y las emisiones de carbono”.
Golf y turismo
Como destacó Rocío Ingelmo, presidenta del Real Club de Golf La Herrería, “el golf es un sector clave para para el turismo y la economía de nuestro país, como motor de generación de empleo y catalizador para la conservación de nuestros hábitats y espacios naturales”. Sobre el curso de verano que La Herrería ha celebrado en colaboración con la Complutense, Ingelmo apuntó que “crea el espacio necesario para el intercambio de conocimiento y experiencias que permita al sector abordar con éxito la transición hacia modelos de gestión más sostenibles, alineados con las demandas crecientes en materia de regulación y gobernanza”.
El golf es un sector clave para para el turismo y la economía, motor de generación de empleo y catalizador para la conservación de nuestros hábitats y espacios naturalesRocío Ingelmo, presidenta del Real Club de Golf La Herrería
El programa
Este curso de verano se ha desarrollado a lo largo de tres jornadas celebradas entre los días 15 y 17 de julio. Durante las mismas, a través de presentaciones, mesas redondas y prácticas, los participantes han explorado temas como la transformación digital en el sector, la gestión de recursos naturales o la responsabilidad social corporativa en la sostenibilidad. La interacción entre la industria del golf y las prácticas sostenibles en áreas como la economía, la digitalización y el medio ambiente (biodiversidad, descarbonización y huella hídrica) también han sido objeto de análisis en las distintas sesiones. Todo ello de la mano de un equipo docente formado por reconocidos especialistas en sostenibilidad del ámbito de la política, la empresa y la universidad
La primera de las jornadas estuvo dedicada a Impacto Económico y Digitación del Golf. Empresas como Altadis, NTT Data e Iberdrola compartieron con los asistentes sus respectivas experiencias en la transformación y transición a través de la digitalización y la sostenibilidad. Además, también se abordó el papel del golf como catalizador de la actividad económica y social en España, su impacto económico y turístico, así como la transformación medioambiental en la gestión de sus activos.
Beatriz Crisóstomo, directora global de Innovación de Iberdrola, destacó que “las energías renovables son la palanca clave para la descarbonización de nuestra economía. En este sentido, la transición energética debe realizarse de una manera que sea compatible con la necesidad de preservar la biodiversidad y el capital natural. Esto será posible gracias a soluciones que garanticen una energía limpia e impulsen el crecimiento industrial y la sostenibilidad económica, medioambiental y social”.
La transición energética debe realizarse de una manera que sea compatible con la necesidad de preservar la biodiversidad y el capital naturalBeatriz Crisóstomo, directora global de Innovación de Iberdrola
La segunda jornada se centró en la Sostenibilidad Ambiental. Agua, Descarbonización y Capital Natural. En ella se destacó la importancia de acometer políticas de gestión sobre descarbonización, biodiversidad y eficiencia hídrica en el golf.
En el tercer y último día del curso se puso el foco en los “Retos y Oportunidades de los Campos de Golf en Términos de Sostenibilidad”, así como en las alianzas que deben generarse en torno al golf para afrontar los retos ambientales, sociales y económicos en el periodo 2024-2030.
La clausura del curso estuvo a cargo de la secretaria de Estado de Turismo, Rosario Sánchez Grau. A la finalización del curso se celebró un torneo de golf en el que participaron aquellos inscritos del programa federados y con Hándicap.
El campo de golf más sostenible
Los 18 hoyos y par 71 de este singular campo ocupan 75 hectáreas en un recorrido de 6.091 metros que transcurre entre robles, fresnos y encinas. Son la carta de presentación de un club que tiene en la minimización de los impactos medioambientales nocivos, el cuidado y preservación de la flora y fauna, el fomento del consumo eficiente de los recursos o la mejora del entorno algunos de sus principios fundacionales.
En el año 2004 La Herrería se convirtió en el primer Club de golf de España en obtener las certificaciones ISO 9001 y 14001 en Calidad y Medio Ambiente, respectivamente, a las que se unió en 2007 el Premio Nacional Madera Verde a la Excelencia Medio Ambiental.
Y es que la apuesta por la sostenibilidad de este club abarca distintas medidas como el control de la huella hídrica a través de la digitalización, el autoconsumo de energía renovable o el cálculo y compensación de la huella de carbono. Desde 2015, está inscrito en el ‘Registro de la huella de carbono, compensación y proyectos de absorción’ en el Ministerio de Agricultura, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente (MAPAMA).
En el ámbito de la protección de la biodiversidad, las 503 hectáreas del bosque son el hogar de numerosas especies de flora y fauna autóctonas, entre las que se pueden encontrar ejemplares de especies en riesgo como el galápago leproso, el sapo espartano o el pájaro troglodita, ave insectívora que ayuda a mantener el equilibrio del entorno. El club también colabora con la entidad de conservación GREFA en un singular proyecto para la introducción de lechuzas y cernícalos en el entorno.
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