Economía

Las grandes fortunas españolas apenas invierten un 11,5% de su dinero en el país

Las inversiones en España escasean dentro de las sicavs de familias ricas tan reconocidas como los Del Pino, Koplowitz o los March

Las grandes fortunas españolas prefieren invertir su dinero fuera del país. Las cinco grandes sicavs de los March, Koplowitz y Del Pino invierten de media un 11,5% del capital en cartera interior, frente a una media del 67% en el extranjero. Y no sólo es, la liquidez también supera a la inversión en España, según los registros de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) consultados por Vozpópuli.

La familia March tiene dos vehículos con los que gestionan parte de su patrimonio. Cartera Bellver y Terranova gestionan 337 millones y 909 millones, respectivamente, y ambas inviertes menos de un 15% en España. La primera, 48 millones y la segunda, 110 millones, que suponen un 14,4% y un 12,14%. Ambas tienen rentabilidades negativas en el año, del -7,5% y del -4,7%.

La sicav de Alicia Koplowitz, Morinvest, es de las que más invierte en el país. En concreto, un 19,68% del total, lo que suponen 106,9 millones de euros de los 540,4 millones que gestiona al cierre del primer semestre. La cartera exterior cuenta con 349 millones de euros y en liquidez cuenta con 68 millones de euros.

Los Del Pino son los que menos invierten en nuestro país. Sus dos sicavs más emblemáticas -Allocation y Chart- invierten de medio un 5,5% de su patrimonio, que asciende a los 419,9 millones y a los 374,3 millones, respectivamente. La primera sólo posee valores nacionales por valor de 23,3 millones de euros y la segunda sólo de 20,7 millones. En cambio, en el extranjero invierten 330 millones y 297 millones.

Cabe destacar que, a pesar de no invertir tanto en España, son de las pocas sicavs de grandes patrimonio que ha decidido seguir en funcionamiento después del hachazo del Gobierno. De las más de 3.000 Sicav que ha llegado a haber, las grandes fortunas han liquidado ya cerca de 800 por miedo a la Inspección de Hacienda.

Es el caso de la Sicav de la familia Sainz de Vicuña, dueña histórica de Coca-Cola, de Carmavent Inversions, del cineasta y expolítico Pere Portabella, de Dosane, del exfutbolista del Real Madrid Álvaro Arbeloa, y la del ex culé Iván de la Peña, entre otras.

El pasado 1 de enero entró en vigor la nueva ley de medidas de prevención y lucha contra el fraude fiscal, que establece que las sicav que no cumplan el requisito de que cada uno de sus al menos cien socios alcancen una inversión mínima de 2.500 euros pasarán a tributar al 25% en el Impuesto de Sociedades, frente al 1% al que lo hacen actualmente.

Este cambio normativo ha provocado ya una desaparición masiva de accionistas (70.500), pero en cambio, hasta la fecha sólo han desaparecido 85 sicavs. Cabe destacar que cerca de 600 sicavs de la banca española (el 25% del total) han anunciado ya a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) su decisión de disolución, liquidación o baja.

El cambio normativo establece un régimen transitorio durante este ejercicio, por el que se puede acordar la disolución y la liquidación de las sociedades sin ningún tipo de coste fiscal y además, diferir la tributación de los beneficios derivados de la liquidación. Esto último, con la condición de que los accionistas reinviertan la totalidad de su cuota de liquidación en otras instituciones de inversión colectivas.

A por el 'mariachi' de las sicavs

Los 'mariachis' son inversores ficticios que utilizan las grandes fortunas y grupos familiares para poder tributar con las ventajas de las sicavs. La norma, hasta ahora, sólo exigía un mínimo de 100 partícipes y un capital de al menos 2,4 millones de euros.

Son dos condiciones que en muchas ocasiones no se cumplen y que la mayoría se encuentra en el limbo. De hecho, el 72% del total de las sicavs de este país se mueve entre los 100 y los 150 inversores. La última gran inspección tuvo lugar en 2006 y en las pasadas elecciones el tema se reflejó en todos los programas políticos de los partidos.

El atractivo de estas sociedades se encuentra en su baja fiscalidad, ya que tributan al 1% en el Impuesto de Sociedades. Además, las sicavs pueden diferir el pago de impuestos cuando el capital se mantiene dentro de la misma sociedad.

Cuando el retorno genera plusvalía pasa por Hacienda y tributa como una acción, entre el 19% y el 23%. También se puede esquivar este trámite si se hacen transferencias de pequeñas cantidades. Ante estas 'trampas' es natural que en política se use como reclamo mediático a la vez que se vuelve un problema para las gestoras que utilizan las sicavs de manera correcta y ven cómo se daña su reputación.

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