Con las vacaciones de verano a punto de empezar, la incertidumbre en Grecia por la crisis de deuda podría poner en peligro la primera industria del país: el turismo. Un sector que supone alrededor del 18% del PIB y que genera un valor de 16.000 millones de dólares, según el informe de 2015 del Foro Económico Mundial.
El desastre financiero que atraviesa el país heleno podría golpear el número de visitantes y hacer difícil que se repita el dato de 2014, año en el que Grecia batió su récord histórico al recibir 24 millones de turistas, más del doble de su población. Las previsiones no son halagüeñas. Euromonitor International proyecta un crecimiento modesto en llegadas internacionales de un 3% en 2015, una reducción considerable con respecto al empuje del 23% que se vivió en 2014.
A pesar de los esfuerzos que ha realizado el Gobierno de Alexis Tsipras para limitar el daño al turismo, como eximir a los visitantes de los controles de capital, las dudas y el miedo están provocando cancelaciones masivas. Las reservas hoteleras están cayendo en picado: 50.000 menos cada día, según el presidente de la Asociación de Empresas de Turismo Helénico, Andreas Andreadis. Las reservas de última hora representan el 20% del negocio, por lo que los efectos pueden ser devastadores para el sector.
Los gobiernos europeos aconsejan llegar al país heleno con suficiente dinero en efectivo
Pese a todo, los gobiernos europeos animan a sus ciudadanos a que visiten Grecia. Eso sí, aconsejan llegar al país con suficiente dinero en efectivo ante la posibilidad de tener dificultades para conseguirlo en los cajeros automáticos. El ministro de Economía, Luis de Guindos, comentaba esta semana que se debe ir "con total tranquilidad". Berlín también invitaba a sus ciudadanos a visitar Grecia, pero les advirtió de que deberían mantenerse "informados sobre la evolución de la situación a través de las recomendaciones de viaje del ministerio y de la prensa”. El titular de Exteriores, José Manuel García-Margallo, también pidió a los turistas españoles que estuvieran pendientes de la eventual convocatoria de huelgas y manifestaciones que, en zonas del centro de Atenas y Salónica, pueden alterar el orden público y afectar a los servicios de transporte.
¿España, posible alternativa?
Uno de los países que podría aprovecharse del desplome de viajes a Grecia es España. "No hay que alegrarse del mal ajeno, pero nuestro país se puede beneficiar", reconocen a Vozpópuli desde la Confederación Española de Agencias de Viajes (CEAV). Desde la patronal del sector explican que un destino alternativo al griego podrían ser las Islas Canarias.
En esta misma línea se pronunció este jueves el presidente del Consejo de Cámaras de Comercio de la Comunidad Valenciana, José Vicente Morata, que destacó que si Grecia saliera del euro, una parte del turismo que había decidido viajar a ese país este verano podría desplazarse a España, y de ellos una parte a la Comunidad Valenciana. Sin embargo, Morata descarta que el Grexit afectara positivamente a las exportaciones valencianas.
"No hay que alegrarse del mal ajeno, pero nuestro país se puede beneficiar", reconocen desde la patronal de agencias de viajes
La patronal hotelera, por su parte, se desmarca de estas estimaciones y no cree que el caos en Grecia vaya a empujar la actividad del turismo español. "Ni podemos ni debemos ser más competitivos por la desgracia de los demás", señalaba este miércoles Joan Molas, presidente de la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (Cehat).
Según Cehat, lo que más podría perjudicar al turismo heleno es una subida del IVA, si bien este aumento no repercutiría “en el cliente que ya ha comprado su paquete turístico, sino en los hoteleros, que tendrían que asumir ese sobrecoste en su cuenta de resultados”. Aunque, con el tiempo, el país heleno perdería competitividad y los turistas optarían por destinos más baratos.
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