Economía

Crisis en Ávila, la 'zona negra' en España de la gripe aviar que teme Europa

El 2022 no está siendo el año del campo. Ahora tiene que hacer frente a un nuevo problema: la epidemia de gripe aviar más fuerte de los últimos años. Se

El 2022 no está siendo el año del campo. Ahora tiene que hacer frente a un nuevo problema: la epidemia de gripe aviar más fuerte de los últimos años. Se trata de una enfermedad animal altamente contagiosa y de declaración obligatoria por orden del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. El último brote, que está arrasando en Europa, llegó a España el 4 de enero de este mismo año. Y ya empieza a preocupar a los expertos por las dificultades económicas que puede acarrear para el mundo rural un descontrol en los contagios.

De hecho, desde el propio ministerio alertan de que la situación “es preocupante debido a la posible propagación del virus a través de las aves silvestres que migran a la UE”. Así se puede leer en la cuarta página del “Informe de situación epidemiológica a nivel mundial y europeo”. Solo en Europa este brote ha provocado que desde el comienzo de la actual temporada (1 de julio de 2021) y hasta el 19 de enero (último día del que se tienen datos) se hayan detectado 780 focos en aves de corral y 1.225 en otras aves no de corral.

El campo ahora tiene que hacer frente a un nuevo problema: la epidemia de gripe aviar más fuerte de los últimos años

Y aunque la situación en España no es tan angustiante todavía, porque los casos por ahora están controlados, hay una ‘zona negra’ donde se concentra el mayor número de casos. Se trata de la comarca de La Moraña (Ávila), que acumula casos: una paloma en Hoyo de Pinares, un ganso en Lagua de Palacios Rubio, otro en Laguna de Donjimeno, cinco gansos en El Bohodón y tres gansos y una garza en El Oso. Desde el ayuntamiento de este último pueblo, con el que se ha puesto en contacto Vozpópuli (El Bohodón no ha respondido por ningún medio de comunicación), repiten una y otra vez que no hay que preocuparse porque “han cumplido todos los protocolos y que la situación está controlada”. 

Laguna de Donjimeno, provincia de Ávila: 1 ganso común (Anser anser) positivo a
virus de IAAP H5N1;

Sin embargo, los expertos aseguran que no es un problema menor y que hay que mantener la alerta. En esta línea, y ante la situación de la enfermedad en la UE, el ministerio de Luis Planas procedió a actualizar de nuevo el análisis de riesgo de introducción del virus en nuestro país, dando como resultado un aumento de riesgo en los municipios incluidos como zona de especial riesgo. Además, en algunas provincias se están tomando algunas medidas especiales: por ejemplo, en Parga, un pueblo de Lugo, prohibieron este domingo la venta de aves en el recinto ferial de la localidad, tras recibir el aviso de la Xunta, según publicó La Voz de Galicia.

Impacto en la economía

El impacto de la gripe aviar en la economía de la zona no puede saberse todavía. Luis Miguel Núñez, alcalde de Fuenterrebollo (Segovia), uno de los pueblos donde se han detectado casos, explica a Vozpópuli que todavía no pueden calcular las pérdidas que ha supuesto la llegada del virus a España. En este municipio, han tenido que sacrificar 18.900 pavos, para evitar la propagación del mismo. “Al particular le ha destrozado. Pero a nivel de pueblo no podemos dar datos”, asegura.

El caso de este pueblo es concreto porque, al tratarse de animales domésticos, las medidas han tenido que ser más radicales. Pese al elevado número de animales que han tenido que matar, el peligro de contagio y propagación entre animales es menor porque es más fácil llevar control sanitario.

Lo que sí puede producir un negativo impacto económico es la caída de ventas que puede producirse debido a la desconfianza del usuario. Eloy Ureña, representante del sector agrícola de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG), analiza que el perjuicio económico depende únicamente del consumidor. “Si tienes miedo y deja de comprar, nos va a perjudicar porque los precios bajarán”. Un nuevo reto que se suma a todos los problemas que estos meses están azotando el mundo rural. 

Lo que sí puede producir un negativo impacto económico es la caída de ventas que puede producirse debido a la desconfianza del usuario

Tanto desde los ayuntamientos de El Oso y Fuenterrebollo como desde COAG remarcan que es fundamental que se conciencien de que este virus no se contagia al ser humano (a no ser que se tenga un contacto directo y prolongado con un animal infectado) y que, por lo tanto, no hay motivo para dejar de consumir este tipo de carne. 

Medidas de seguridad

Como esta enfermedad es altamente contagiosa entre las aves (y en contadas ocasiones ha dado el salto a los humanos) y una propagación masiva puede perjudicar muy duramente al campo (como ha ocurrido en otros países de Europa), el ministerio de Agricultura ha establecido un protocolo muy concreto de actuación. 

Saúl Gazol, propietario de una granja de exterior en Lanaja (Huesca), explica que las medidas más importantes tienen que ver con extremar la higiene y la bioseguridad: desinfección del vado, tapar las láminas del agua si está al aire libre, meter a las aves para evitar que estés en el exterior y utilizar monos y material de trabajo desinfectado. 

Además, está establecido que cuando se detecta un brote o hay sospecha de que puede haber, aparte de avisar a las autoridades, hay que llevar a cabo las siguientes acciones: 

  • Rápida destrucción de todos los animales infectados y expuestos y la eliminación mediante incineración de los cadáveres y de todos los productos animales bajo estrictas medidas de bioseguridad. Esto explica el sacrificio de los 18.900 pavos de Fuenterrebollo. 
  • Cuarentena y vigilancia mediante controles estrictos del movimiento de las aves y del personal y vehículos potencialmente contaminados
  • Limpieza y desinfección exhaustiva de los establecimientos infectados; desinsectación y desratización
  • Tratamiento adecuado del estiércol y el alimento
  • Un período de espera de al menos 21 días antes de la repoblación
  • Durante los brotes, los gatos y perros deben permanecer, en lo posible, en espacios cerrados.

Pese a que los ayuntamientos de las zonas perjudicadas han repetido con ahínco que todo está controlado y que no hay que tener miedo a la propagación, los expertos alertan de que hay que potenciar la vigilancia y el control para evitar daños mayores como ha ocurrido en países vecinos.

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