Santander ha vuelto a sorprender al mercado esta semana al no amortizar un coco en su primera fecha de vencimiento. Se trata de un ‘hito’ de la entidad cántabra porque es el primer banco europeo que ha decidido no pagar este bono 'a la primera'. Pero, ¿qué es realmente un coco? ¿Es tan relevante para el mercado este movimiento del Santander? ¿Está justificada su decisión?
Un coco es un bono contingente convertible, es decir, deuda que se emite y que en el caso de Santander se utiliza para mejorar sus ratios de capital, que los marca el Banco Central Europeo. Aunque es una buena herramienta para maquillar el balance, sólo tiene permitido que suponga la cobertura del 1,5% de los activos de la entidad y Santander se encuentra en este límite.
Un coco, al ser un bono, cuenta con un cupón que es como 'el dividendo para una acción'. Es decir, el inversor que cuente con papeles de este producto va a recibir un 'dinero extra' al año sólo por tenerlo en su cartera. En el caso de la entidad cántabra se fijó en el 6,25% anual. Teniendo en cuenta que la participación mínima para comprar cocos se fijó en 200.000 euros, a final de año el inversor habría obtenido un beneficio de 12.500 euros.
A esto habría que sumarle que esos 200.000 de inversión inicial se recuperarán cuando el bono se amortice. En este caso no hay una fecha fija, como con un bono tradicional, pero se fijan ciertas ventanas en las que se puede devolver el ‘dinero prestado’, aunque no se está obligado a hacerlo porque se considera deuda perpetua.
No obstante, en el mercado hay una regla no escrita que dicta que los cocos se amortizan en la primera fecha de vencimiento, que es a cinco años y lo que ha pasado con el Santander es que no ha decidido amortizar los 1.500 millones de euros en esta primera oportunidad.
¿Por qué no lo ha hecho?
Fuentes del banco aseguran que es la primera vez desde que nació el mercado de AT1 que las condiciones económicas no respaldan la amortización de la emisión en su primera fecha de vencimiento. Pero recuerdan que a partir de ahora hay una oportunidad de canje cada tres meses y la entidad lo hará cuando el precio lo justifique.
¿Qué pasa a partir de ahora?
Llegado a este punto, el coco sufre un cambio importante que puede explicar también la decisión de no amortizarlo. Tras el paso del lustro, el cupón, que se fijó en el 6,25%, cambia. A partir de esta fecha la rentabilidad será de 541 puntos básicos (5,41%) más el Euribor a cinco años, que actualmente se encuentra en el 0%. Por lo que el Santander 'sale ganando' ya que ahora tiene que pagar menos cupón a sus bonistas, aprovechándose de los bajos tipos. Cabe destacar, que el BCE ya ha anunciado que no subirán, al menos hasta después de verano y si los datos económicos 'acompañan'. Es decir, que la subida se puede retrasar un año más. Por lo que el Santander gana más tiempo con el cupón inferior. Al igual que la ventana para la amortización se abre cada tres meses, el cupón se rebalancea en ese periodo.
El mercado entiende que si el Santander, un banco que podía perfectamente liquidar el coco, ha decidido no hacerlo rompiendo con la norma no escrita, es de lógica pensar que otras entidades le puedan seguir. Y si eso sucede, los bonistas podrían comenzar a exigir un cupón mayor, ya que están comprando deuda con ‘mucho riesgo’.
Fuentes financieras consultadas por este medio aseguran que el Santander no ha hecho nada que no estuviera en su derecho de hacer. Otra voces advierten de que esto es un antes y un después en el mercado de cocos, pero no consideran que vaya a producirse un cambio abrupto.
Moody’s se suma a las voces que consideran que este movimiento podría afectar al precio de futuras emisiones híbridas del banco, dado que los bonos AT1 tienen un precio de compra y los inversores pueden solicitar un repunte para compensar el riesgo. Pero también agrega que la decisión es “coherente” con el compromiso del banco para preservar su resultado y mantiene el colchón del banco intacto.
¿Qué hubiera pasado si el Santander amortiza el coco?
El banco tendría que emitir más deuda en el mercado para cumplir con los requisitos de capital. La semana pasada lanzó cocos por valor de 1.200 millones de dólares (1.000 millones de euros). Por lo que sólo tendría que recuperar otros 500 millones de euros, que podría ser mediante cocos, o cualquier otra forma que le permita tener su balance sano.
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