El Gobierno de Pedro Sánchez contempla más subidas de impuestos en 2023 de las ya anunciadas por cerca de 7.000 millones de euros. Así se lo ha trasmitido a Bruselas en el Plan Presupuestario de 2023 que acaba de remitirle in extremis, en el que plantea que se trata de un escenario que se activará si es necesario prorrogar y adoptar más medidas de choque contra la guerra.
Hacienda ha enviado a la Comisión Europea este documento que recoge y explica sus políticas presupuestarias este sábado 15 de octubre, último día del plazo, y llama la atención que plantea en él no un escenario sino dos escenarios, y en este sentido traslada a Bruselas que el impuesto a grandes fortunas y la subida del Impuesto sobre Sociedades a grupos consolidados, que supondrán 1.500 y 2.439 millones, respectivamente, un total de 4.000 millones, podrían no activarse.
Es decir, estas últimas medidas, "entre otras", en alusión a las subidas de impuestos adicionales que contempla, que no recogen los Presupuestos Generales del Estado de 2023, únicamente se incluyen en un segundo escenario que se dice que sólo se activaría si es necesario. En este escenario prevé unos ingresos sobre PIB nueve décimas por encima del primero, lo que supone unos 10.800 millones más. Descontándoles los 4.000 millones del impuesto a grandes fortunas y de la subida de Sociedades se obtiene una previsión de subida de impuestos de 6.800 millones.
Y es en este segundo escenario donde se plantean más subidas de impuestos además de todas las anunciadas. "Las previsiones fiscales de este escenario recogen el efecto positivo tanto de las medidas contempladas en el escenario previo [el de los Presupuestos], como de nuevas medidas que se contemplan en estas previsiones. En concreto, en este escenario se recoge, entre otras medidas, el impacto positivo adicional de la limitación en la compensación de pérdidas en los grupos en el Impuesto sobre Sociedades, así como la recaudación derivada del impuesto de solidaridad de las grandes fortunas", explica el documento.
"Como resultado de lo anterior, en este segundo escenario se prevé la utilización del posible margen fiscal para prorrogar y adoptar aquellas medidas más adecuadas, con el fin de proteger a las familias, trabajadores y empresas más afectadas por la crisis energética", añade.
Para 2023, se prevé que los ingresos totales del conjunto de las Administraciones Públicas supongan un 43% del PIB, ascendiendo a 597.265 millones de euros en términos de contabilidad nacional. Se estima que en 2023 los impuestos alcanzarán los 354.283 millones de euros, aumentando, por tanto, un 7% respecto al 2022, lo que supone una ralentización en el ritmo de crecimiento de los impuestos de casi 5 puntos que se explica tanto por la desaceleración esperada del PIB (que pasa de crecer en términos reales un 4,4% en 2022 a un 2,1% en 2023) como por la potencial prórroga para 2023 de las medidas tributarias energéticas que se contemplan en este escenario.
Así, en este segundo escenario fiscal los gastos alcanzarán para el total de Administraciones Públicas un peso del 47,9% sobre el PIB en 2022 y del 46,9% para 2023.
Primer escenario
En el primer escenario, que incluye todas las medidas de ingresos y gastos que incorporan los Presupuestos Generales del Estado para 2023, por el lado de los ingresos se recoge una ratio de ingresos públicos sobre PIB del 42,1% del PIB para 2022, lo que supone un total de 551.621 millones de euros en el conjunto de las Administraciones Públicas y en términos de contabilidad nacional.
Aquí se incluyen los impuestos a banca y energéticas, que prevén recaudar 3.500 millones en 2023.
La previsión de los impuestos, que alcanzarán en el 2022 los 320.354 millones de euros, conlleva un dinámico crecimiento de un 8,1% pero una ralentización respecto al 15,4% alcanzado en el 2021. En este escenario de previsiones fiscales se recogen los impactos para 2022 de las medidas tributarias aprobadas hasta ahora para paliar la escalada de precios de la energía.
Se estima que los impuestos alcanzarán los 344.627 millones de euros, aumentando, por tanto, un 7,6% respecto al 2022, lo que supone una ligera ralentización en el ritmo de crecimiento de los impuestos, que se explica por la desaceleración esperada del PIB, que pasa de crecer en términos reales un 4,4% en 2022 a un 2,1% en 2023.
Aun así, traslada Hacienda, los impuestos siguen presentando una dinámica evolución con un crecimiento de un 7,6%, superior a la estimación del PIB nominal del 6%. Esto se puede explicar por el efecto de nuevas medidas que tendrán un impacto positivo en la recaudación como son la primera aplicación del tipo mínimo en el Impuesto sobre Sociedades [en vigor desde enero de 2022], la entrada en vigor del Impuesto especial sobre los envases de plástico no reutilizables [que estará vigente en 2023], y la introducción de medidas no tributarias como el nuevo gravamen temporal en los sectores energético y financiero [desde enero de 2023].
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