Hacienda tenía previsto recaudar 4.000 millones de euros adicionales con los nuevos impuestos aprobados en los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2021, pero estos ingresos adicionales se quedarán finalmente como mucho en 2.898 millones de euros, según prevé la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef).
Esta institución ha recortado la previsión de nuevos ingresos en 1.104 millones de euros debido a que algunas medidas decayeron durante la tramitación parlamentaria de las cuentas y también a que algunas previsiones de ingresos estaban infladas y, dada la evolución de la economía, no podrán llegar a esos niveles.
En el primer grupo se encuentra el rechazo del incremento del impuesto al diésel, que fue descartado durante la aprobación de los PGE y que restará 571 millones de euros a los ingresos e impedirá un avance en la tributación medioambiental, que en España es mucho más residual que en la Unión Europea.
Por otro lado, la Airef ha revisado a la baja la recaudación prevista de otras medidas, como el impuesto sobre los plásticos de un solo uso, que aportará 25 millones de euros menos de lo esperado, y del impuesto sobre residuos, para el que esperan la mitad de la recaudación prevista, de 215 millones de euros.
"Se ha revisado la valoración anual del impuesto sobre plásticos utilizando datos de la producción de artículos de plástico para el transporte o envasado de la Encuesta Industrial de Productos del INE. Sobre esta producción minorada por la tasa de reciclaje obtenida (…) se aplica el gravamen establecido (0,45 euros/kg) obteniéndose una estimación un 20% inferior a la presentada en el proyecto de PGE", explica la Airef en su informe.
Retrasos en la aprobación
Los retrasos en su aprobación también llevan a la Airef a reducir el impacto anual de ambos impuestos a un sólo trimestre del año 2021 porque el anteproyecto de ley aún debe aprobarse como proyecto de ley y superar el proceso de tramitación parlamentaria.
La subida del IVA del 10% al 21% sobre bebidas azucaradas también rendirá menos de lo previsto, ya que finalmente el Gobierno cedió a las presiones y excluyó a los yogures líquidos, lo que implicará una merma de 19 millones de ingresos.
Finalmente, la estimación del impacto de las medidas de lucha contra el fraude fiscal se reduce en 273 millones de euros también por el retraso en su tramitación parlamentaria.
El resto de tributos se recuperan
Pese a que estos tributos no contribuirán tanto como se esperaba, el resto de figuras tributarias tendrán un comportamiento mejor que en 2020. De hecho, la Airef se ha mostrado sorprendida por la buena evolución de la recaudación del IVA en los dos primeros meses del año debido a la recuperación de la actividad.
Aun así, los ingresos por impuestos sobre PIB sólo aumentarán cuatro décimas, de las que tres son por el efecto denominador de la variación del PIB.
"Las actualizaciones de las previsiones de impuestos restan cuatro décimas, porque producen de manera generalizada revisiones a la baja de las estimaciones como consecuencia del empeoramiento de la perspectiva macroeconómica", señalan.
Sin embargo, la actualización de los datos con la última información disponible de 2021 genera un efecto positivo de cinco décimas, justificadas fundamentalmente por una corrección positiva de la estimación del impuesto de sociedades que, consecuentemente, revisa la estimación de 2021 en el mismo sentido.
Impacto en déficit
La evolución modesta de los ingresos, unida a un incremento de los gastos, dejará el déficit público en el 7,6% del PIB, según prevé la Airef. La reducción es más moderada de lo que inicialmente preveía el Gobierno también porque se esperaba un mayor crecimiento económico del PIB -de hecho, el Ejecutivo rebajó del 9,8% al 6,5% su previsión de crecimiento para este año-.
Este deterioro macroeconómico es responsable de un deterioro de un punto en el déficit, mientras que la merma en los ingresos y el aumento del gasto son responsables de otro punto. Sin embargo, el cierre de 2020 mejor de lo previsto compensa estos factores y permite a la Airef mejorar su previsión de déficit desde su última previsión -en que pronosticaba un desfase del 8%-.
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