Vuelve la campaña de Hacienda No es magia, son tus impuestos tras su fracaso estrepitoso por lanzarse justo cuando estalló el escándalo del Tito Berni. Esta publicidad institucional, a la que se han destinado siete millones de euros, apareció en marzo coincidiendo con la Campaña de la Renta, pero quedó sepultada bajo un alud de memes sobre el destino al que da el Gobierno a estos impuestos. En los pliegos de licitación se prevé una segunda oleada de la campaña en verano que no se produjo.
Llama a atención que ahora la retome un gobierno en funciones, fuera del periodo de declaración del IRPF al que se suelen dedicar estos spots, y con un mensaje que refrenda la política de impuestos altos del Ejecutivo de Pedro Sánchez.
Y se hace en un momento en el que se prepara una subida de impuestos, según se desprende del objetivo del déficit del 3% para 2024 y se ha confirmado en el programa de gobierno que han acordado Pedro Sánchez y Yolanda Díaz.
La Agencia Tributaria (AEAT) no preparaba este tipo de campañas publicitarias desde 2013 y solían estar focalizadas a la Campaña de la Renta, para dar a conocer novedades en la declaración y en el Programa Padre.
La campaña se denomina de sensibilización contra el fraude 2023 y se despliega en nueve anuncios sobre atención domiciliaria, universidad pública, apoyo al deporte, prestación de maternidad y paternidad, apoyo al transporte público, centros públicos de investigación científica, formación profesional, unidades de emergencias y becas.
Se presenta a Mónica, que va y vuelve de su pueblo al trabajo en tren; Sofía, una apasionada de las matemáticas que estudia ingeniería gracias a una beca y ya piensa en el doctorado; Paco, jugador de la selección española de baloncesto paralímpico con el sueño de participar en los Juegos Paralímpicos de París, Marta, deportista de élite y universitaria; Adela una mujer de 85 años que vive sola y recibe atención domiciliaria...
Este tipo de anuncio no ligado directamente con la Campaña de la Renta en su contenido es excepcional y entronca con el mítico Hacienda somos todos que promovió el Ministerio de Hacienda de Francisco Fernández Ordóñez en mayo de 1978 para refrendar al Fisco que nacía con la democracia.
En el XXXIII Congreso de la Asociación de Inspectores de Hacienda del Estado (IHE) que se celebra este jueves y viernes en Burgos se ha analizado el anuncio No es magia son tus impuestos en un debate sobre impuestos y percepción ciudadana en el que se ha tratado el caso de los youtubers que se van a Andorra. Genma Martín Meléndez, vicepresidenta segunda de IHE, ha señalado que la campaña generó críticas y dudas sobre a qué se dedica el dinero de los impuestos.
Yolanda Díaz vende las bondades de la reforma laboral
Una campaña similar es que ha lanzado recientemente Yolanda Díaz , llamada Trabajo decente, con el lema "Es un Derecho" para publicitar la reforma laboral. No es la primera vez que Díaz lanza una campaña institucional para vender las bondades de la reforma laboral. Ya lo hizo en diciembre, con una campaña sobre el aumento de la contratación indefinida. Ahora, se suma el hecho de que el Gobierno esta en funciones.
El objetivo y contenido de estas campañas se sitúa en los límites o, incluso, plantea dudas de si va más allá de lo que permite la Ley 29/2005, de 29 de diciembre, de Publicidad y Comunicación Institucional.
"La dualidad entre la naturaleza política y ejecutiva de la acción gubernamental debe mantenerse en esferas comunicativas separadas. La valoración, el juicio y la información de carácter político tienen sus propios cauces y no deben mezclarse con la actividad comunicativa que, ordenada y orientada a la difusión de un mensaje común, emprende la Administración para dar a conocer a los ciudadanos los servicios que presta y las actividades que desarrolla", plantea la Exposición de Motivos de la norma.
"Debe ser un principio fundamental de la actividad comunicativa del Gobierno, a través de campañas institucionales, desligar la opinión política de la información veraz y neutral sobre sus políticas públicas. La publicidad y comunicación institucional deben estar al estricto servicio de las necesidades e intereses de los ciudadanos, facilitar el ejercicio de sus derechos y promover el cumplimiento de sus deberes, y no deben perseguir objetivos inadecuados al buen uso de los fondos públicos", añade.
En este sentido, el preámbulo advierte de que "la utilidad pública como objetivo de estas campañas implica la erradicación de aquellas que tengan como finalidad ensalzar la labor del Gobierno. Se garantiza así que las campañas sirvan a sus destinatarios legítimos, que son los ciudadanos, y no a quien las promueve".
"No se podrán promover o contratar campañas institucionales de publicidad y de comunicación que tengan como finalidad destacar los logros de gestión o los objetivos alcanzados" por el Gobierno, reza el artículo 4 de la ley.
La norma prohíbe realizar campañas institucionales en período electoral, entendiendo por tal el lapso temporal comprendido entre la convocatoria de elecciones y el día mismo de la votación. Una vez que ha pasado este periodo, el Gobierno está reactivando la publicidad institucional a pesar de estar en funciones.