El número patrimonios que declaran más de 30 millones de euros se dispara a 831, la cifra más alta de la serie, que arranca en 2003, una tendencia creciente en los últimos años con el Gobierno de Pedro Sánchez y Podemos. Así lo muestra la Estadística de declarantes del Impuesto sobre el Patrimonio de 2021 que ha publicado este lunes la Agencia Tributaria (AEAT), que pulveriza el anterior récord, los 724 superricos que se registraron en 2020, en plena pandemia.
Destaca la pujanza de los ricos en la Comunidad y Andalucía, las dos comunidades contra las que se dirige el impuesto a grandes fortunas que el Ejecutivo anunció el pasado septiembre y que entró en vigor en 2022 para que se pudiera pagar en 2023.
A la espera de que Hacienda dé datos de lo que ha recaudado en julio, el periodo de pago, un error en la configuración del impuesto por las prisas con las que se tramitó va a costar más de la mitad de lo que preveía recaudar, según ha estimado la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF). En concreto, 865 millones de los 1.500 estimados inicialmente. Estos cálculos se atenían a la Estadística de declarantes de Patrimonio de 2020.
Pues bien, la de 2021 eleva el potencial recaudatorio de Madrid y Andalucía, con lo que el patinazo del Gobierno puede costarle ya más de 1.000 millones de recaudación.
En concreto, la Comunidad de Madrid recaudaría 1.212 millones si no tuviera Patrimonio bonificado al 100%, muy cerca de los 1.352 millones que recaudó el impuesto ese año, con una declaración media de 11,14 millones. En 2020, la región que preside Isabel Día Ayuso recaudó 992,012 millones, una media de 10,34 millones por declarante.
Andalucía, por su parte, reunió 107,52 millones en 2021, con una declaración media de 2,85 millones, frente a los 93,43 millones que logró en 2020, con una declaración media de 2,74.
El número total de ricos no supera la prepandemia
Esta tendencia creciente de los superricos no sigue sin embargo en el número de declarantes totales. En el año de irrupción de la covid, cayó el número de declarantes del impuesto a 189.613 frente a los 212.284 de 2019, cifra que repunta a 201.775 en 2021, con 3,66 millones de media, pero que sigue por debajo de los niveles prepandémicos y sobre todo, de los anteriores a la crisis financiera.
En los años de la crisis financiera, mientras el número de declarantes y la recaudación de Patrimonio se desplomaban, los superricos crecían, tendencia que se mantuvo una vez que la coyuntura empezó a mejorar a partir de 2014 y que ha seguido. Llama la atención, sin embargo, que antes de la crisis financiera, cuando el impuesto obtuvo la mayor recaudación y tuvo más declarantes, es cuando el número de contribuyentes con más de 30 millones era el más bajo.
En 2003, había 895.950 declarantes y 65 con más de 30 millones de euros. Estas cifras fueron creciendo y el número de contribuyentes del impuesto alcanzó su máximo histórico en 2006: 1.001.503, con 200 superricos. Pues bien, en 2007, los contribuyentes ya bajaron a 981.498, pero el número de mayores declarantes siguió creciendo, a 233.
En plena crisis financiera, en 2011, los declarantes eran 130.216, la cifra más baja de la serie, pero había ya 352 superricos. A partir de entonces, los dos parámetros fueron creciendo y se situaron en 212.284 contribuyentes en 2019 y 701 grandes declarantes justo antes de la pandemia.
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