Los herederos de José Ignacio de la Serna, el empresario que construyó el In Tempo, el edificio residencial más alto de Europa, situado en Benidorm, han sido condenados a entregar 17,6 millones de euros a los acreedores de Olga Urbana, la compañía que levantó el rascacielos y que pertenecía a De la Serna, fallecido en febrero de 2015.
El Juzgado Mercantil número uno de Alicante, al frente del concurso necesario de acreedores de Olga Urbana, ha declarado recientemente culpable el concurso, instado en 2014 por Sareb, principal acreedor de la empresa, tal y como solicitó la administradora concursal designada por el juez, Antonia Magdaleno.
La declaración de culpabilidad del concurso, declarada en sentencia el pasado 26 de junio, afecta a los herederos de De la Serna, y supone condena a satisfacer el déficit concursal en el importe indicado de 17,6 millones de euros.
La heredera de De la Serna renunció a la herencia del constructor del InTempo
La representación legal de la heredera de José Ignacio de la Serna presentó escrito de renuncia a la
herencia del principal promotor del InTempo, "de tal forma que no hay más herederos", indica la sentencia del juzgado mercantil. En el procedimiento "se han cumplido todas las prescripciones legales, salvo el cumplimiento de los plazos, debido al número, volumen y complejidad de asuntos que penden ante este Juzgado", añade.
Concurso culpable
La Sareb requirió al Juzgado la declaración de concurso culpable por, entre otros motivos, "posibles desvíos de importes", como de la financiación concedida para construir el edificio, o del dinero adelantado por compradores de pisos.
La administración concursal solicitó la misma medida sosteniendo que los propietarios de Olga Urbana "llevaron a cabo una actuación poco diligente ante la situación por la que atravesaba la sociedad desde varios ejercicios ante la solicitud de concurso, lo que supuso un agravamiento de la situación de la insolvencia de la deudora", y añadiendo que adoptaron decisiones que llevaron a un sobreendeudamiento y "obteniendo financiación que, sin embargo, no se tradujo en recursos económicos para la entidad concursada".
También advierte en sus conclusiones la administradora concursal de Olga Urbana que se aprecia "una diferencia de 41 millones de euros entre el valor contable de las existencias inmobiliarias reflejado en las cuentas anuales cerradas a 31 de diciembre de 2013 (136 millones) y el valor de mercado atribuido a las mismas y dado en concurso de acreedores (94,9 millones) procedentes de informes de tasación elaborados por terceros sólo unos meses después".
La administradora concursal percibirá cerca de un millón de euros
Isidro Bononat, otro de los históricos promotores inmobiliarios de Benidorm, socio de De la Serna en Olga Urbana, ha sido condenado a pagar 12,9 millones de euros. Bononat también ha sido inhabilitado para administrar bienes ajenos y para representar a cualquier persona por un periodo de 10 años, así como la pérdida de cualquier derecho que tuviera como acreedor concursal o contra la masa.
Bononat, quien durante los últimos años de construcción del InTempo se enfrentó a De la Serna -los dos fueron grandes amigos en el pasado- requirió la celebración de vista para la declaración de culpabilidad del concurso, pero no le fue concedida. El empresario, quien puede recurrir la sentencia, ha defendido que en 2013 trató de solicitar el concurso de la empresa habiendo contratado para ello un despacho de abogados, y que fue cesado de la administración de Olga Urbana por De la Serna en septiembre de ese mismo año.
Sin embargo, la Sareb solicitó que Bononat fuera afectado por la culpabilidad del concurso, y también la administradora concursal, quien sostuvo que su actitud durante la crisis de Olga Urbana fue "totalmente pasiva".
El juez Leandro Blanco García-Lomas, del mercantil número uno de Alicante, concluye que la conducta "de los administradores sociales es reprochable en la medida en que con ella han generado y agravado la situación de insolvencia de la entidad concursada, continuando en el tráfico jurídico cuando deberían haber solicitado el concurso".
El InTempo nació en una servilleta
José Ignacio de la Serna (Balmesada, Vizcaya, 1937- Benidorm, 2015), principal promotor del rascacielos, solía contar que la idea del diseño del inmueble, dos torres en forma de número uno enfrentadas, unidas por un cono de viviendas invertido, se le ocurrió garabateando la imagen en una servilleta, en una cafetería.
El pasado mes de febrero se formalizó la venta del InTempo por 58,5 millones
El InTempo, 200 metros de altura, empezó a construirse en 2006, con ayuda de un préstamo otorgado por Caja de Ahorros de Galicia, hoy Abanca, cercano a los 100 millones de euros. En el primer semestre de 2007 la promotora del In Tempo tenía apalabrada la venta de un centenar de viviendas, pero la llegada de la crisis impactó sobre las previsiones. Olga Urbana dejó de presentar cuentas en 2009 y la edificación del edificio se paralizó.
En 2012 Sareb se hizo cargo de la deuda del edificio, y en 2014 instó el concurso de Olga Urbana. En noviembre de 2017 la Sareb comunicó la venta del préstamo hipotecario de 108 millones del InTempo al fondo SVP Global.
En la documentación a la que ha accedido este diario sobre el proceso de liquidación de Olga Urbana, la administradora concursal explica que el pasado 20 de febrero se formalizó la compraventa del edificio por importe de 58,5 millones de euros (impuestos no incluidos). "El referido importe fue satisfecho por la parte compradora mediante compensación del crédito privilegiado especial" que una entidad ostentaba en el concurso, quedando el resto de crédito no cubierto, indica. La Sareb ha sido de los pocos acreedores del InTempo que han podido recuperar parte de su dinero.
Apoya TU periodismo independiente y crítico
Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación