El 'caso Bankia' pesa como una losa sobre todo aquel que se sienta en el sillón de mando del Banco de España desde que la entidad saliera a Bolsa, en julio de 2011.
Miguel Ángel Fernández Ordóñez, quien aparentemente obvió los problemas financieros de las cajas que dieron lugar a Bankia, ha sido el más señalado. Pero también Luis Linde, quien evitó abrir un expediente a la entidad en 2012 para facilitar la labor de rescate y no implicar al nuevo equipo directivo. Y ahora, casi una década después, le toca el turno a Pablo Hernández de Cos.
El actual Gobernador del Banco de España afronta el daño reputacional que puede ocasionarle el 'caso Bankia'. No porque Hernández de Cos (Madrid, 1971) haya sido testigo privilegiado de lo acontecido habiendo trabajado toda su vida en el organismo, sino por la demanda presentada por Jorge Pérez.
El exjefe de la División de Normativa Contable del Banco de España ha demandado al supervisor por entender que su despido ha sido en realidad una represalia por alzar la voz en el 'caso Bankia'. El Banco de España sostiene que la medida obedece a indicios de quebrantamiento del secreto profesional debido.
El pasado mes de mayo, durante el juicio celebrado en la Audiencia Nacional por la salida a Bolsa de la entidad, Jorge Pérez declaró que el rango de precios de Bankia en el folleto "presentaba una contradicción absoluta con los estados financieros que el propio folleto contenía". Entre otras perlas soltó que "si te regalan una casa valorada en un millón de euros y me vendes la mitad por 100.000 euros, la casa vale 200.000, no puede valer un millón".
Jorge Pérez fue despedido a finales del pasado mes de julio, tres meses después de que declarara en el juicio. El Banco de España asegura que comenzó a investigarle antes, en noviembre del pasado año. Para ello el supervisor contrató los servicios de Deloitte, la misma consultora que auditó las cuestionadas cuentas con las que Bankia salió a Bolsa.
La consultora extrajo más de 45.000 mails del correo oficial de Pérez en el Banco de España para analizar si usó información privilegiada para su propio beneficio, que no sería otro que escribir un libro sobre la crisis financiera o, presuntamente, filtrar información a la prensa.
Hernández de Cos
Hernández de Cos era director general de Economía y Estadística del Banco de España hasta que a finales de mayo del pasado año el Gobierno de Mariano Rajoy propuso su nombramiento. Un mes después juró su cargo en presencia de Pedro Sánchez. Funcionario comedido al que es casi imposible sacarle un titular en sus intervenciones públicas, afronta ahora el riesgo de pasar por cazador de brujas. Y seguir sintiendo durante su mandato la losa del caso Bankia cuando el sistema financiero español se asoma a una previsible concentración del sector a nivel europeo.
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