Hertz España continúa con su negocio de alquiler de vehículos en pleno desconfinamiento, aunque su sector no pasa por su mejor momento y su matriz en Estados Unidos tampoco. Hertz Global Holding, una de las mayores compañías de alquiler de coches del mundo, se declaró el pasado viernes en bancarrota lastrada por una abultada deuda y el parón económico fruto del coronavirus. Pero los responsables de la compañía en España defienden su independencia.
“Todas las divisiones internacionales de Hertz han sido excluidas del proceso voluntario de reorganización que ha iniciado Hertz Global Holdings en Estados Unidos y Canadá", asegura Javier Díaz-Laviada, director general de Hertz España. "Seguimos con nuestras operaciones de forma normal", añade el directivo.
"Hemos atendido a nuestros clientes con necesidades de movilidad durante todo el estado de confinamiento, de acuerdo a la legislación vigente en cada momento. Atendemos y servimos a nuestros clientes con el mismo nivel de seguridad y comodidad que siempre, y estamos orgullosos de estar a su disposición ahora y preparados para cuando el mundo recupere completamente la movilidad", detalla Díaz-Laviada tres días después del anuncio de bancarrota de su matriz.
Según sus últimas cuentas publicadas en el Registro Mercantil, a las que este medio ha tenido acceso a través de la herramienta Insight View, sus ventas en España se elevan hasta los 158 millones de euros y su beneficio se sitúa en los 7,1 millones. A cierre de 2018, su plantilla se elevaba hasta los 375 trabajadores. Una cifra que ni la empresa ni los sindicatos han actualizado.
Los propios representantes de los trabajadores aseguran que Hertz España se ha puesto en contacto con ellos para transmitir un mensaje de tranquilidad. "La empresa nos ha asegurado que, en principio, los trabajadores y trabajadoras de Hertz en España no se verán afectados por el momento por esta situación. La compañía, de hecho, ha enviado un comunicado tranquilizando a la plantilla", explican fuentes de CCOO en la empresa.
Ni Europa ni Oceanía
Hertz Global Holdings señaló en su comunicado que la bancarrota afecta a las operaciones de Hertz y sus filiales en Estados Unidos y Canadá, pero no en Europa ni en Oceanía, ni tampoco las que operan como franquicias. La compañía, además, afirmó que seguirá abierta al público mientras se reestructura.
Su decisión se ha precipitado debido a los problemas que venía sufriendo y que se han intensificado durante la crisis sanitaria después de las restricciones al tráfico aéreo y terrestre, que ha diezmado el mercado de alquiler de vehículos.
La empresa ha asegurado que, en principio, los trabajadores y trabajadoras de Hertz en España no se verán afectados por el momento por esta situación
"La bancarrota convertiría a Hertz en una de las corporaciones de más alto perfil" de Estados Unidos en verse incapaz de pagar a sus acreedores debido al impacto de la pandemia del nuevo coronavirus, según indica el The Wall Street Journal.
Los prestamistas solicitaron una compensación por parte de la empresa a cambio de una nueva extensión de los plazos, pero las partes no llegaron a un acuerdo. Hertz tiene una deuda de aproximadamente 19.000 millones de dólares (17.428 millones de euros), compuesta por 4.300 millones (3.944 millones de euros) en bonos y préstamos corporativos y 14.400 (13.209 millones de euros) en deuda respaldada por vehículos.
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