La revelaciones del caso ‘Swiss Leaks’ han llevado a la justicia belga a sopesar emitir órdenes de detención internacional contra los antiguos directivos de la filial suiza del banco HSBC, y también contra los actuales, por ayudar a sus clientes más acaudalados a evadir impuestos ante la falta de cooperación de la entidad y de las autoridades suizas en la investigación de este caso, según ha informado este lunes la fiscalía de Bruselas.
El banco HSBC está siendo investigado en Bélgica por blanqueo de dinero desde mayo de 2013. El 17 de noviembre de 2014, el juez de instrucción acusó formalmente a la entidad de fraude fiscal grave y organizado, blanqueo, organización delictiva y ejercicio ilegal de la función de intermediario financiero, según Europa Press.
"En el caso de que ninguna colaboración eficaz sea posible, el juez de instrucción sopesa emitir órdenes de detención internacional contra los antiguos directivos del banco, así como contra los actuales"
Hace dos meses, la justicia belga envió una comisión rogatoria a las autoridades suizas para recabar información adicional y hasta ahora no ha recibido ninguna respuesta. En paralelo, el juez está en contacto permanente con el banco con el objetivo de que le proporcione datos de forma voluntaria.
"En el caso de que ninguna colaboración eficaz sea posible, el juez de instrucción sopesa emitir órdenes de detención internacional contra los antiguos directivos del banco, así como contra los actuales", apunta la fiscalía de Bruselas en su comunicado hecho público en respuesta a las últimas revelaciones del caso a raíz de las filtraciones del exempleado del banco HSBC en Suiza Hervé Falciani.
En Bélgica, el fraude y la evasión facilitados por el banco HSBC asciende a 6.260 millones de euros, repartidos en 4.612 cuentas bancarias abiertas a nombre de más de 3.000 belgas o sociedades pantallas pertenecientes a belgas, según publica el diario Le Soir.
La justicia belga sospecha que HSBC ayudó a centenares de clientes privilegiados, sobre todo relacionados con el comercio de diamantes en Amberes, a evadir impuestos. Para ello, ponía a su disposición sociedades 'offshore', situadas en particular en Panamá y las Islas Vírgenes, que no tenían ninguna actividad económica y cuyo único objetivo era esconder los activos de los clientes.
Apoya TU periodismo independiente y crítico
Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación