Economía

Hillary contra Trump: la continuidad frente al proteccionismo

La victoria del candidato republicano genera mucha más incertidumbre que la de la candidata demócrata

Poco falta para conocer quién va a ganar finalmente la batalla por la presidencia de EE.UU. Hillary Clinton contra Donald Trump, o lo que es lo mismo, la continuidad de los últimos años frente al fuerte proteccionismo que defiende el candidato republicano y que podría suponer un punto de inflexión para el rumbo de la economía a nivel mundial. Si hay algo en lo que coinciden los analistas es en que la eventual victoria de Trump genera mucha más incertidumbre.

Es cierto que los dos candidatos a la Casa Blanca representan visiones diametralmente opuestas para el país, aunque en economía sí tienen alguna coincidencia, como la apuesta que defienden los dos por las infraestructuras. La propuesta de Clinton es dedicar 275.000 millones de dólares a renovar carreteras, aeropuertos y otras obras públicas. Trump ha prometido al menos el doble de presupuesto.

¿Cómo va a afectaría la victoria de Clinton a la economía del país? Continuidad, pero con reformas. Así podríamos resumir sus planes. La demócrata seguirá las líneas generales de su antecesor Barak Obama, pero con algunas modificaciones. Ha prometido incentivar a las compañías estadounidenses que se han ido al exterior para que vuelvan a EE.UU y hacer una auténtica apuesta por la energía renovable.

Además, quiere invertir 10.000 millones de dólares en la industria manufacturera para potenciar el sector y se ha comprometido a realizar la mayor inversión en infraestructuras que se ha hecho en el país en décadas: 275.000 millones de dólares. Este dinero se destinará a reparar carreteras, a modernizar aeropuertos y a ampliar la oferta de transporte público del país.

Clinton quiere subir los impuestos a los más ricos y bajárselos a las pequeñas empresas y las familias de clase trabajadora

En materia fiscal, el programa de la que se ha convertido en la primera mujer que preside la mayor potencia económica mundial contempla una subida fiscal para los más ricos del país y bajadas para las pequeñas empresas y las familias de clase trabajadora. Asimismo, quiere imponer una tasa de riesgo a las grandes instituciones financieras o sobre las operaciones de bolsa de alta frecuencia.

Por otro lado, la demócrata ha prometido también elevar el salario mínimo federal hasta situarlo en 15 dólares la hora y extender la Seguridad Social para que llegue a la gran mayoría de los estadounidenses. También pretende combatir la pobreza destinando un 10% de los recursos populares a las comunidades en las que el 20% de la población viva bajo el umbral de pobreza desde hace 30 años.

Y en cuanto al ámbito comercial y las relaciones con otros países, Clinton quiere hacer frente a China y critica el Tratado de Libre Comercio Transpacífico (TTP), una propuesta del que fuera su contrincante en las primarias del partido demócrata, Bernie Sanders.

La política de Donald Trump apuesta por un fuerte proteccionismo y podría suponer un punto de inflexión en el ritmo económico mundial

¿Cómo afectaría la victoria de Donald Trump? Las ideas de Trump se podrían reducir en menos impuestos y más proteccionismo. Su plan fiscal pasa por reducir los tramos del impuesto de la renta a tres con diferencias entre declaraciones individuales y conjuntas. Los matrimonios que ganasen menos de 75.000 dólares  anuales tendrían un impuesto de 12%, los que llegaran a 225.000 uno del 25% y los que pasaran ese límite del 33%.

Las personas solteras pagarían exactamente la mitad de esos tipos en cada uno de los tres tramos. Y además, se diseñarían nuevas deducciones que podrían suponer una reducción de la cantidad a pagar de 30.000 dólares en las declaraciones conjuntas y 15.000 dólares en las individuales. En la práctica, esto dejaría la tributación de muchas personas en el 0%. El tipo del Impuesto de Sociedades quiere bajarlo del 35% al 15%.

Más industria y más infraestructuras

Trump también apuesta por la industria y las infraestructuras, pero a nivel interno. Quiere una revolución energética basada en explotar las reservas naturales de EE.UU. y el aprovechamiento del gas natural estadounidense. Su objetivo principal, como ha dicho en varias ocasiones, es hacer a EE.UU. independiente en este aspecto.

En cuanto al comercio mundial, el programa del republicano pasa por salir de todos los acuerdos comerciales vigentes o renegociarlos para que fueran más beneficiosos para los estadounidenses, sobre todo en materia de empleo. Además, como su contrincante demócrata, quiere combatir el poder de China.

 

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