¿Por qué será más barata una hipoteca verde frente a una tradicional? La respuesta es muy sencilla. Porque le viene bien a la banca. Aparte de por un hecho de convicción, el próximo año, las entidades financieras podrán ver reducidos hasta en un 25% los requisitos de capital si tienen una conducta medioambiental positiva. El Banco Central Europa (BCE) estudia crear una norma por la cual, aquellos bancos que financien productos sostenibles, tendrán cierta ventaja frente a los que opten por seguir dando vida al carbón.
En el último borrador sobre requerimientos de capital, el organismo presidido por Christine Lagarde, expresó la posibilidad de ofrecer cierta bonificación en el capital cuando las inversiones sean menos intensivas en carbono. Esto lo que quiere decir es que cuántos más productos verdes tenga en cartera una entidad, menos tendrá que provisionar dicho banco y por lo tanto tendrá mucho más margen.
Así lo ha establecido la Comisión Europea en un artículo 501 de nueva redacción incorporado el pasado mes de junio a la regulación de solvencia (CRR2) cuya entrada en vigor está prevista para abril del 2021, si bien debe aún superar el proceso legislativo.
BBVA tiene como meta situarse como una de las entidades pioneras de este nuevo mundo. La pasada semana realizó su primera emisión de contratos financieros sostenibles
La normativa donde se inserta se encuentra en fase consultiva y exigirá la trasposición al ordenamiento jurídico nacional. Quedan muchos flecos pendientes para que su aplicación pueda ser efectiva, pero todos los reguladores, la banca e, incluso, los inversores están ya en dicha clave, en parte, empujados por lo que se ha convertido en una demanda social.
Si bien es cierto que el gran problema viene de productos financieros complejos como bonos o préstamos sindicados a compañías vinculadas con el carbón y resto de productos contaminantes, es de esperar que los bancos también trasladen este 'buen hacer' al cliente minorista y la forma de hacerlo más evidente es a través de las hipotecas.
BBVA, a la cabeza
BBVA tiene como meta situarse como una de las entidades pioneras de este nuevo mundo. Es por eso que la pasada semana realizó su primera emisión de contratos financieros sostenibles dirigidos a clientes particulares, de forma que el importe obtenido se destinará a la inversión en compañías que cumplan los criterios de inclusión que determinan su carácter verde.
Este producto de inversión estructurado garantiza al plazo de un año la devolución del 95% del capital invertido y un cupón del 0,8% sobre este importe; el 5% restante no está garantizado a vencimiento, a un plazo de tres años, con posibilidad de cupón del 1% anual (sobre el 5%) si se cumple una determinada condición.
La devolución del 5% del importe invertido dependerá de la evolución del precio de una cesta de tres acciones, Siemens, Axa e Inditex. Asimismo, BBVA pondrá a disposición del inversor con carácter anual y a vencimiento una copia del certificado de sostenibilidad, de tal forma que se puede acreditar que se cumplen los criterios que determinan que el contrato financiero sea sostenible como certifica el auditor externo Vigeo Eiris.
También distribuirá la composición de la cartera sostenible, en la que se invierte el importe del contrato, incluyendo el número de emisores de bonos o acciones, así como el sector industrial y geografías de los mismos. El banco ha explicado que aspira a que todos sus productos tengan su correspondiente solución alternativa sostenible, tanto para grandes empresas e instituciones, como para pymes y clientes particulares.
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