La inflación seguirá disparada durante todo el 2022 y el mercado ya plantea la prima subida de tipos para 2023. No obstante, lo que seguirá inamovible es el euríbor, que se mantendrá en tasas negativas al menos durante los próximos dos años, así lo pronostica el departamento de análisis de Bankinter.
El grupo de expertos considera que este indicador se mantendrá en el -0,30% en 2022 y subirá levemente hasta el -0,20% en 2023. Esto se traduce en que el consumidor se podrá beneficiar durante los próximos dos años hipotecas muy baratas y de tenerlas ligadas al euríbor, un respiro durante este periodo en el que la inflación se comerá gran parte del poder adquisitivo de los hogares.
De confirmarse estos pronósticos, el euríbor se habría mantenido en tasas negativas nueve años consecutivos, desde el 2016, en el que cerró en un -0,08%. El indicador se mueve en función de las incertidumbres que se generan en torno a la economía europea.
Tras la subida inicial por el covid-19, la inyección de dinero del Banco Central Europeo (BCE) a los bancos ha empujado al indicador a nuevas caídas. De hecho, alcanzó su mínimo histórico en enero, cuando cerró por debajo del 0,5%.
En este escenario, los bancos están apostando por las hipotecas fijas y la mayoría ha bajado su oferta fija ante la poca claridad con lo que va a pasar con el euríbor. La banca prefiere asegurarse un tipo fijo, aunque sea muy bajo.
No obtante, los expertos sólo aconsejan préstamos variables para la compra de una segunda vivienda o en el caso de préstamos de duración muy corta, "como diez años", para la compra de primera vivienda.
¿Hipotecas fijas o variables?
La educación financiera sigue siendo la gran asignatura pendiente de España. Prueba de ello es que aún el 25% de los españoles no termina de estar del todo informado sobre el producto que han contratado, así se desprende del último informe de Fotocasa, "El perfil del hipotecado español 2021".
Durante los últimos años, el conocimiento y la comprensión han ganado terreno entre los hipotecados: en 2017 un 59% de ellos afirmaba comprender bien todo lo relacionado con el contrato hipotecario y ese porcentaje, tras años de incrementos progresivos, es del 75% en 2021.
No obstante, se trata de una cifra muy alta, pues la hipoteca es el producto financiero por excelencia y en el que se basa la relación más larga que suelen tener los clientes con el propio banco y del que depende, en gran medida la reputación del sector financiero.
Durante la última crisis financiera, la banca sufrió un grave problema de reputación por el elevado numero de desahucios, las cláusulas suelo y las multidvisas, entre otras. A la banca le ha costado mucho retomar la confianza de sus clientes, y que el 25% de éstos siga afirmando que sale mal informado de su sucursal cuando contrata este producto, es un problema que preocupa al sector.
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