Freno en la concesión de hipotecas. El crédito nuevo destinado a la compra de viviendas cayó un 11,2% en abril respecto al mes precedente. El importe de las nuevas operaciones se situó en 5.771 millones de euros en abril, frente a los 6.500 millones prestados en marzo, según los últimos datos actualizados del Banco de España. Se trata del primer descenso del año en el negocio hipotecario, que estaba viviendo un año récord antes de la guerra.
La incertidumbre económica por la invasión rusa de Ucrania y los efectos sobre la inflación se encontrarían entre las principales causas, según reconoce un directivo de banca de particulares de una de las grandes entidades del Ibex. Ahora bien, hay que tener en cuenta que el primer trimestre de cada año suele cerrar con un fuerte aumento de las nuevas hipotecas y los efectos estacionales, como Semana Santa, que este año se celebró a mediados de abril.
Los principales ejecutivos bancarios confían en que al cierre del año se mantenga la buena marcha del negocio hipotecario, tras superar unos primeros meses de freno por la guerra. Fuentes bancarias indican que el mes de mayo y junio serán claves para conocer si el impacto de la guerra es solamente coyuntural.
La expectativa de la primera subida del precio del dinero en más de una década, que podría llegar este verano, ha dado un vuelco al euríbor, que está en niveles de 2015. Precisamente, la escalada del índice anticipó la demanda de hipotecas en el primer trimestre para evitar el encarecimiento de las cuotas. Con los niveles actuales del euribor, que cerró mayo en el 0,287%, elevaría en torno a unos 600 euros de media al año el coste de las hipotecas para un préstamo de 150.000 euros a 25 años y un interés del 1% más el euribor.
El precio de las nuevas operaciones también aceleró su tendencia al alza en abril. La TAE de las nuevas operaciones de crédito para adquisición de vivienda, que incluyen todos los gastos de formalización, subió al 1,65%, su nivel más alto desde agosto de 2021.
Impacto en el crédito al consumo
Los efectos económicos de la guerra también afectaron a la concesión del crédito al consumo. Las nuevas operaciones, sin tener en cuenta la cantidad que mueven las tarjetas de crédito y 'revolving', se desplomaron un 14% en abril, hasta 2.211 millones de euros. Este tipo de préstamos, al igual que las hipotecas, se suele considerar en el sector bancario como uno de los principales termómetros de la situación económica. La TAE de los nuevos préstamos destinados a financiar bienes de consumo alcanzó el 7,73% en abril, máximos de los últimos ocho meses y cerca de los niveles preCovid.
Por su parte, las tarjetas de crédito y revolving mantuvieron el ritmo de concesión del ejercicio. Este segmento, muy cuestionado por los elevados tipos de interés, mueve alrededor de 11.000 millones de euros.
Apoya TU periodismo independiente y crítico
Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación