La publicación de los datos de Contabilidad Nacional de España del primer trimestre de este año por parte del Instituto Nacional de Estadística despertaron algunas dudas acerca del comportamiento del consumo de las familias en el comienzo del año. Según los datos del INE, la economía española creció en los tres primeros meses de 2023 un 0,6% en tasa intertrimestral y un 4,2% en términos interanuales, empujada más por la demanda externa (que aportó al PIB 2,8 puntos), que por la demanda nacional (que se quedó en la mitad).
El dato que no ha pasado desapercibido es el del gasto en consumo final de los hogares, que se ha reducido un 1,3% en relación con el realizado en el trimestre anterior, aunque en comparación interanual ha aumentado un 1,6%. El primer trimestre del año es tradicionalmente en España el más flojo en cuanto a crecimiento del PIB y en el que siempre se han concentrado los peores datos de paro y trabajadores ocupados. A medida que va transcurriendo el año, el comportamiento de la economía española mejora.
A tenor de los datos que de una u otra manera están relacionados con el consumo de los hogares, se puede asegurar que que no da muestras aún de fatiga. Los créditos al consumo concedidos a los hogares por parte de las instituciones financieras han aumentado en los cinco primeros meses del año; el saldo vivo de las tarjetas de crédito a cierre del pasado mes de mayo es el más elevado en los últimos tres años y parte de la salida de dinero de las cuentas corrientes que se ha producido estos últimos meses ha ido a parar al consumo.
Durante los cinco primeros meses del año los bancos han concedido a las familias españolas un total de 12.927 millones de euros en créditos al consumo, lo que supone un incremento del 7,91% en relación con el mismo periodo del año anterior. Habría que remontarse al año 2019 para encontrar una cifra mejor: 14.163 millones de euros entre enero y mayo.
Encarecimiento del crédito
El dato tiene más importancia en un contexto de tipos de interés elevados y con una inflación que solo ha empezado a contenerse en los últimos dos meses. El tipo de interés medio de un crédito al consumo se ha situado como media de los cinco primeros meses del año en el 7,84%, casi un punto porcentual por encima del registrado en la segunda mitad de 2022.
Otro de los indicadores de la marcha del consumo de las familias es el uso de la tarjeta de crédito. Según los últimos datos recogidos por el Banco de España, el saldo vivo era a finales del mes de mayo de 11.683 millones de euros, un 4,83% más que en el mismo mes del pasado año. Esta cifra es la más alta desde diciembre de 2019. Por la naturaleza de estos instrumentos, el Banco de España considera “operación nueva” el saldo vivo a final de cada mes.
El tipo de interés medio de un crédito al consumo se ha situado como media de los cinco primeros meses del año en el 7,84%
El uso de la tarjeta de crédito como instrumento de pago se vio muy afectado en el año 2021, cuando aún no se habían levantado en su totalidad las restricciones en comercios, bares y cafeterías. En julio de 2021, el saldo vivo de las tarjetas se redujo hasta los 9.673 millones de euros, un nivel que no se conocía desde comienzos de 2016.
Las cifras ofrecidas por el Banco de España confirman lo que sucedió en el primer trimestre del año. Entre los meses de enero y marzo se realizaron 1,9 millones de operaciones de compra en terminales de punto de venta, un 17,95% más que en el mismo periodo de 2022, por un importe de 57.403 millones de euros, un 14,31% más. Además, se llevaron a cabo 163.514 operaciones de retirada de efectivo en cajeros, por un importe de 29.034 millones, cifras que suponen crecimientos del 6,94% y del 8,61%, respectivamente, en relación con el mismo periodo del año anterior.
Otro indicador que respalda las buenas sensaciones que traslada el consumo de las familias, es la reducción del dinero guardado en cuentas corrientes bancarias. Según los últimos datos publicados por el Banco de España, el importe total de las cuentas a la vista ascendía a finales del mes de mayo a 902.630 millones de euros, 14.732 millones de euros menos que en el mismo mes de 2022.
Traslado progresivo del ahorro a los depósitos
Parte de esta diferencia se ha trasladado a los depósitos a plazo, que en los últimos meses empiezan a ofrecer una rentabilidad algo más acorde con el precio oficial del dinero. En concreto, el saldo de los depósitos a plazo de las familias se ha incrementado en 10.811 millones de euros, al pasar de 69.216 millones en mayo de 2022 a los 80.027 millones de mayo pasado. Todo hace suponer que la diferencia entre el dinero que ha salido de las cuentas corrientes este año y el que ha entrado nuevo en los depósitos a plazo se haya convertido en gasto.
Según la Encuesta de Presupuestos Familiares que publica el INE, el gasto medio por hogar en 2022 fue de 31.568 euros, un 7,9% más que en el año anterior, y el gasto medio por persona fue de 12.780 euros, un 8,5% más, con importantísimos crecimientos en restaurantes y hoteles (+29,8%) y ocio y cultura (+18,6%).
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