La hostelería española rechaza de forma unánime la propuesta de cerrar el interior de los locales según los indicadores del llamado "semáforo del covid". Apenas dos días después de que Sanidad anunciara el documento aprobado por el Consejo Interterritorial de Salud (con 11 votos a favor, seis en contra y dos abstenciones), los dueños de bares y restaurantes insisten en que las medidas relacionadas con la hostelería "solo servirían para lastrar al sector" en un momento en el que "se está recuperando".
Su postura se alinea así con la mostrada por la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, que insistió en que en este territorio se seguiría aplicando la "normativa autonómica", pese a haber señalado la ministra Carolina Darias que las medidas serían de obligado cumplimiento y no recomendaciones, como se apuntó en un principio.
"No es el momento de hablar de esto a estas alturas, en las que estábamos controlando el sector. La hostelería vuelve a estar en el foco y no es más que una cortina de humo para tapar otros temas", acusan fuentes de la patronal Hostelería de España, que argumentan que los debates que deben estar sobre la mesa son el del uso de las mascarillas en exteriores y la segunda dosis de AstraZeneca.
En esta línea, el presidente de la patronal, José Luis Yzuel, va un paso más allá: "Es una cortina de humo para el ridículo espantoso, el del absoluto descrédito con el tema de la segunda vacuna", y añade: "Es penoso que solo se pongan de acuerdo para limitar y agravar la situación económica de la hostelería.
A juicio de Yzuel, el debate sobre el cierre del interior de la hostelería "debería ser ya un debate superado. No se puede aplicar, solo serviría para lastrarlo", insiste, y remata: "Las autoridades sanitarias tienen que pensar en el prestigio que están tirando por la borda cada semana".
Las medidas aprobadas por Sanidad con el voto a favor de 11 comunidades estarían vigentes hasta que la inmunización de la población llegue al 70%, pero todavía no ha señalado el Ministerio cuándo entrarían en vigor. Por el momento, varias comunidades que podrían cumplir con las cifras para cerrar los interiores de los bares, como País Vasco o Madrid, ya han asegurado que no las aplicarán.
La hostelería madrileña ya hace cuentas
Con todo, los empresarios ya hacen cuentas de cuánto podría costarles no abrir los interiores en comunidades como la madrileña que, por cierto, ha sido de las únicas que no los han cerrado desde que terminó el primer estado de alarma.
"Supondría un palo muy gordo para el sector y un impacto económico de 23 millones de euros al día; hasta finales de agosto, 1.400 millones", asegura el director general de Hostelería Madrid, Juan José Blardony, en conversación con Vozpópuli. Según su información, dos de cada tres establecimientos no tiene terraza en la Comunidad de Madrid.
"Llevamos un año abiertos, que se proponga el cierre de manera obligatoria para le interior nos parece poco menos que increíble", explica Blardony, que reseña: "Ahora tenemos que pensar en cómo podemos recuperar la actividad económica, tenemos muchas deudas y este verano no va a ser fácil".
En esta línea, el representante de los hosteleros madrileños recalca que la hostelería "necesita previsiones, contratar trabajadores, hacer turnos... y no que te impongan medidas como esta de la noche a la mañana, cuando más empleados estamos sacando de los ERTE". "Habrá conflicto en los tribunales, nosotros iremos en contra de esta decisión", asegura Blardony, que recalca: "Se puede conciliar sanidad y economía y lo hemos demostrado".
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