Renfe tiene diez días de plazo para tratar de evitar la huelga convocada el viernes por UGT y CCOO, y que pone en riesgo los viajes en tren del puente de Todos los Santos y el festivo de la Almudena. En el marco de la negociación del nuevo convenio colectivo, los sindicatos insisten a la compañía que hay varios acuerdos a los que deben llegar de forma inmediata, sin esperar -como ocurre en el caso del incremento salarial- a la Mesa General de Negociación de la Función Pública.
Entre estos aspectos que requieren "solución de urgencia", los sindicatos convocantes de los paros enmarcan los derivados de la implantación de los abonos gratuitos de transporte por parte del Gobierno, que, según UGT y CCOO, afectan no solo a la carga de trabajo, sino al salario "variable" de los empleados del departamento comercial. El problema, insisten, podría ser peor a partir de diciembre, teniendo en cuenta además que estos abonos están prorrogados para todo 2023.
Así, en lo que respecta a la carga de trabajo, Renfe contrató ya en septiembre a unos nuevos 850 trabajadores para hacerse cargo de estos abonos; de estos empleados, más de 300 fueron contratados por su filial LogiRail. No obstante, se trata de trabajadores eventuales cuyo contrato, apuntan los sindicatos, termina el 31 de diciembre. "A Renfe le estamos planteando que adelante la oferta de empleo público de 2023 y, dado que va a haber mucho más servicio, pedimos que se incremente la plantilla en todas las áreas, desde talleres a atención al cliente", apuntan fuentes de UGT consultadas por Vozpópuli.
Otro de las condiciones que UGT y CCOO ponen sobre la mesa para desconvocar la huelga es que los abonos gratuitos no impacten en la remuneración de ningún trabajador. "La implantación de esta medida nos está suponiendo un problema: hay colectivos cuyo salario depende en parte de unas primas de venta de billetes, que ahora pierden porque son gratuitos. Queremos pactar que la implementación de esta medida no afecte salarialmente a los trabajadores de comercial", unos 4.000 empleados según UGT. "No puede ser que esto tenga impacto sobre los trabajadores de Renfe", insisten desde el sindicato.
Con estas demandas sobre la mesa, los representantes de los trabajadores recalcan que "nos gustaría llegar a un acuerdo antes del día 28", pese a que todavía no hay fecha de reunión convocada con la compañía. Según su convocatoria de huelga, los paros están previstos para el viernes 28 de octubre (día completo), el lunes 7 de noviembre y el viernes 11 de noviembre, estos dos días de 6 a 9 horas y de 18 a 20 horas. Este miércoles, día 19 de octubre, UGT y CCOO se concentrarán delante del Congreso.
"La negociación del convenio lleva bloqueada desde antes del verano, porque Renfe se ciñe a que somos una empresa pública y que tenemos que tener de referencia el acuerdo en Función Pública", explican fuentes de UGT, que recalcan: "Sin embargo, nadie sabía entonces que iba a llegar el decreto ley con la gratuidad de los abonos, y tampoco que estarían en los presupuestos del año que viene".
Renfe apunta a su plantilla "más alta"
Ante las peticiones de los sindicatos, y sobre los acuerdos aplicables al nuevo convenio colectivo del grupo, la compañía reseña que "todo aquello contenido en el acuerdo" de la Mesa de la Función Pública que "sea aplicable" al Grupo Renfe se trasladará al texto del preacuerdo.
Renfe insiste en que el grupo tiene la plantilla "más alta desde su creación en 2005", con 16.296 trabajadores a día de hoy. En cuanto a las nuevas contrataciones, la compañía de trenes insiste en que la tasa de reposición viene determinada por los PGE. "Tan pronto como se apruebe la Ley de Presupuestos Generales del Estado para 2023 se procederá a la publicación de las diferentes ofertas de empleo, agotándose en el ejercicio la totalidad de la tasa de reposición concedida", apuntan desde la compañía.
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