El gremio madrileño de taxistas ha convocado este martes un referéndum para decidir si continúa con la huelga indefinida que defiende desde hace dieciséis días, y que, de momento, no ha tenido prácticamente ningún efecto en sus negociaciones con la Comunidad. Este lunes, el sector recibió su último varapalo, tras la negativa por parte del gobierno regional de impulsar una regulación "exprés" de las licencias de VTC. El Ejecutivo regional sólo acepta una tramitación ordinaria de una futura normativa que podría demorarse años y estaría supeditada al consenso entre los sectores del taxi y VTC. Una opción que los taxistas han tildado de humillante para sus intereses.
El propio presidente de la Federación Profesional del Taxi de Madid, Julio Sanz, admitía este lunes el fracaso en las negociaciones: "Hemos perdido esta batalla, pero no la guerra". Y es precisamente esto -cómo plantear de aquí en adelante su lucha- lo que se debatirá en la votación convocada por el sector en la T4 del aeropuerto Adolfo Suárez de 10.00 y 18.00.
En cualquier caso, lo cierto es que, por la vía de la huelga, los taxistas no han logrado arañar al Gobierno de Ángel Garrido prácticamente ninguna de sus reclamaciones. ¿Cómo se ha llegado hasta aquí?
En un primer momento, los taxistas madrileños exigían al líder popular un tiempo mínimo de precontratación del servicio. Sin embargo, y a diferencia de sus compañeros de Barcelona, se toparon con el rechazo total de Garrido (cabe resaltar aquí que Ángel Garrido ha decidido ya que no desea renovar como candidato a presidente de la Comunidad de Madrid, por lo que se juega poco con esta crisis).
Ante las continuas negativas del presidente de la Comunidad, los taxistas rebajaron sus pretensiones de establecer la precontratación de una hora y la distancia mínima de 5 kilómetros -que también reclamaban- para los servicios de VTC. No es que renunciaran a estas exigencias, sino que proponían, en su lugar, que su tramitación se dejara en manos de los ayuntamientos. En este contexto, y con el fin de acercar posturas con el gobierno regional, abandonaron sus manifestaciones en la calle Génova de Madrid, frente a la sede nacional del Partido Popular, concentrando sus actos de protestas en el aeropuerto de Barajas y la Puerta de Sol.
Rechazo a "la vía Colau"
Pero Ángel Garrido interpretó este gesto como una forma de conseguir sus demandas de la mano del Ayuntamiento de Carmena, a la que se le presupone más afin a sus proclamas, así que se negó: "Pretenden una 'vía Colau' para conseguir lo mismo por la otra puerta y eso no lo vamos a poder aceptar", sentenció.
El propio Garrido propuso esta alternativa -trasladar la 'patata caliente' a los ayuntamientos- el primer día de huelga, pero cambió su postura tras comprobar las "consecuencias" que había tenido la resolución del conflicto por esta vía en Cataluña. Allí se ha resuelto que la comunidad establezca un mínimo de precontratación de 15 minutos, ampliado hasta los 60 en Barcelona, lo que ha provocado una ola de despidos. "Es una tragedia que se despidan los VTC de una capital europea como Barcelona y es una tragedia que 3.000 personas se vayan a quedar en la calle", expuso Garrido.
El presidente ha insistido estos últimos días en la consigna defendida de su partido en esta crisis: "No vamos a colaborar con nada que suponga la desaparición de los VTC en la Comunidad de Madrid". A pesar de esto, sí ha mostrado su disposición a negociar, hecho que se materializó ayer lunes, y que responde a la exigencia de los huelguistas.
Ningún acuerdo
Pero esta conversación no se ha saldado con ningún acuerdo, según han confirmado los taxistas. La consejera de Transportes, Rosalía Gonzalo, -con la que se reunieron- aseguró que no habrá una regulación exprés de la VTC y que sí se aprobará en breve (en Consejo de Gobierno) un cambio en el reglamento del taxi para que puedan tener tarifas a 'precio cerrado' junto a la modalidad de trayecto compartido, algo que está lejos de satisfacer las demandas del sector.
Con este fracaso, el presidente de la Federación Profesional del Taxi de Madrid, Julio Sanz, asegura que el sector se ha sentido "insultado" y "despreciado" por las instituciones. Y ha llevado al gremio a replantearse sus modos de protesta, lo que se decidirá este lunes precisamente en el referéndum .
De un modo u otro, eso sí, los taxistas han expresado su determinación de continuar su lucha "hasta el final", con las elecciones autonómicas en el horizonte. En ese sentido, Julio Sanz ha comentado que seguirán saliendo a la calle para reclamar sus derechos y explorarán vías alternativas de protesta, junto a otros sectores, para exigir que se produzca una regulación del VTC, que a su juicio ahora vive ahora mismo en el "limbo jurídico" o incluso en la "ilegalidad".
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