Hyundai está siendo una de las marcas más volcadas en el desarrollo de tecnologías alternativas al petróleo, y en su gama cuenta ya con cinco tecnologías eléctricas: híbrido, híbrido enchufable, híbrido 48v, eléctrico y de pila de hidrógeno. Y es esta última una de las que más futuro tendrá como solución para movilidad de largas distancias con cero emisiones, una tecnología que comenzaron a promover en 1998 con la creación del departamento de desarrollo de tecnologías de pila de combustible de hidrógeno.
El fabricante coreano lanzó en 2013 el primer turismo del mundo de pila de combustible de producción en masa: el Tucson Fuel Cell. Y en 2018 presentó el Nexo, que se puede adquirir a día de hoy en los concesionarios de la marca. Un ambicioso plan basado en esta tecnología que le llevará a producir este año 11.000 vehículos de hidrógeno, cifra que aumentará a 40.000 unidades en 2022, a 130.000 en 2025 y a 500.000 en 2030.
Esta carrera hacia el liderazgo en el hidrógeno arranca con la creación del departamento de desarrollo de tecnologías de pila de combustible de hidrógeno, que en solo dos años diseña el Hyundai Santa Fe FCEV, primer vehículo de la marca alimentado por este combustible. Este modelo experimental de 102 CV de potencia ya presentaba tecnologías y concepciones de las que hoy se beneficia en Nexo, desde su estilo SUV al uso de materiales ligeros, pasando por una disposición técnica que no restaba habitabilidad ni espacio de carga.
Hyundai fue perfeccionando esta tecnología y en 2005 presentó una nueva pila de combustible de desarrollo propio, con más potencia y que dotaba de 384 kilómetros de autonomía al vehículo. En 2007, el Tucson FCEV venció en la categoría FCEV en la Michelin Challenge Bibendum, confirmando que Hyundai ya lideraba la carrera por esta tecnología. Con un depósito de 150 litros de hidrógeno y una pila de combustible de 109 CV de potencia, este modelo ofrecía una autonomía de 300 kilómetros y una velocidad máxima de 150 km/h.
Ese mismo año, ya había dos flotas de pruebas de Hyundai Tucson FCEV, una para el Departamento de Energía de Estados Unidos, con 32 unidades; y otra para miembros del gobierno de Corea del Sur, con 30 unidades.
Diez año de desarrollo
Pero fue en 2010 cuando comienza el desarrollo de un modelo de pila de combustible de producción en masa, que cristaliza en 2013 con el Tucson Fuel Cell, del que se comercializaron más de 700 unidades en Estados Unidos, que recorrieron más de cuatro millones de kilómetros. El rendimiento a diversas temperaturas y en diferentes estilos de conducción, el arranque en frío, el proceso de repostaje, la autonomía a plena carga… son solo algunos de los factores que se pusieron en práctica en la vida real y que han demostrado su perfecta viabilidad y fiabilidad en el Tucson FCEV. Este modelo presentaba una autonomía de casi 600 kilómetros.
El FE FCEV concept car presentado en el Salón de Ginebra de 2017 fue un anticipo del Nexo, que supone la tercera generación de modelos Hyundai de pila de combustible. Con una arquitectura específica y una carrocería muy ligera, el Nexo supone otro paso adelante en la evolución de la batería y la pila de celdas de combustible, que tienen más potencia neta para suministrar un motor también más potente. Los tanques de depósito de almacenamiento de hidrógeno se han optimizado y el sistema de almacenamiento tiene una densidad energía mayor y puede recargarse en solo cinco minutos.
Gracias a todo ello, el Nexo alcanzará los 666 kilómetros de autonomía, 168 más que su predecesor. La aceleración y la potencia también se han incrementado un 25%. Y ofrece el mismo nivel de durabilidad que los vehículos con motor de combustión interna, un modelo que ha sido el primero de pila de combustible de hidrógeno matriculado en España.
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