Extremadura es territorio de Iberdrola. Una región que ha sufrido un vuelco político en las elecciones autonómicas del pasado 28 de mayo. El actual presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara, con el que Ignacio Sánchez Galán mantenía un gran entendimiento, no cuenta con mayoría suficiente para formar Gobierno y la decisión está en manos de la candidata del Partido Popular, María Guardiola. Y este miércoles, cinco días después de las elecciones autonómicas, Galán ha juntado en Mérida a Fernández Vara y Guardiola.
Un momento clave para el futuro de uno de sus feudos. El empate a escaños entre el PSOE y PP permite a los populares alcanzar la mayoría le salen si pactan con Vox. Un acuerdo que, aunque parezca evidente, no está claro por el cruce de reproches entre la formación verde y Guardiola en la campaña. Las dudas también han aflorado cuando esta misma semana Fernández Vara ha zanjado un posible abandono de la política para seguir peleando hasta el final por el Gobierno extremeño.
Este movimiento del presidente en funciones extremeño alimenta algunos rumores que apuntan a la vía más complicada: un posible pacto entre PP y PSOE ante la hostilidad de Vox. Y Galán ha puesto de su parte. Iberdrola ha invitado expresamente a Guardiola, que todavía no ocupa ningún cargo en la Administración regional, a fotografiarse junto a los premiados de ‘Convive’, unos galardones que ha estrenado la eléctrica para reconocer iniciativas para la convivencia de las energías renovables, la naturaleza y las personas.
Fernández Vara era el elegido por Iberdrola para presentar la gala y esto ha permitido que ambos protagonistas de la política extremeña, con permiso de Vox, puedan mantener un encuentro informal en este evento.
El posible entendimiento entre PP y PSOE en Extremadura ofrece una vía a uno de los grandes inversores en Extremadura para encontrar la ‘estabilidad política’. La entrada de partidos como Vox, como pasaría en el otro lado con la opción de Podemos, ponen encima de la mesa argumentos como “ecologismo exacerbado” a la transición verde a la que se ha montado la empresa de Galán.
No obstante, el propio presidente de Iberdrola ha confesado desde Mérida que, de cara a las elecciones, un posible pacto entre entre PP y Vox no espera que cambie la política energética española, ya que es una dirección marcada desde Bruselas.
El plan de Iberdrola en Extremadura
Extremadura ha sido durante los últimos años uno de los feudos más favorables para Iberdrola. El Gobierno de Fernández Vara, con la consejera Olga García al frente de la Consejería para la Transición Energética en esta segunda legislatura, es una de sus comunidades favoritas en el desarrollo de renovables y la agilidad burocrática
En total, la energética cuenta con más de veinte instalaciones renovables en la comunidad con una potencia verde instalada superior a los 4.000 megavatios (MW) de los 19.796 MW que tiene en toda España. Extremadura también tiene una especial relevancia para la compañía que preside Ignacio Sánchez Galán en su desarrollo de energía hidroeléctrica. En la comunidad cuenta con ocho centrales hidroeléctricas que suman una potencia instalada superior a los 2.000 megavatios (MW) de energía renovable y el 52% de la central nuclear de Almaraz (Cáceres) pertenece a la eléctrica.
Otro factor clave es que la empresa de distribución eléctrica del grupo Iberdrola, i-DE, es la encargada de repartir la luz por las casas extremeñas. Una presencia que, entre 2020 y 2025, le ha costado 1.700 millones de euros, principalmente, para su expansión en renovables. Una apuesta y una presencia en la región que necesita del respaldo del Gobierno regional de turno.
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