El Consejo de Administración del grupo aéreo IAG -al que pertenecen Iberia, Vueling, British Airways, Aer Lingus y Level- ha decidido "retirar la propuesta a la próxima Junta General Ordinaria de pagar un dividendo complementario de 0,17 euros por acción", según ha comunicado este jueves a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) como consecuencia del impacto de la situación creada por la Covid-19.
En su lugar, pretende "destinar la totalidad del resultado de ejercicio 2019 (salvo la parte ya pagada como dividendo a cuenta) a la dotación de la reserva voluntaria". Simultáneamente, el Consejo de Administración ha acordado retrasar la fecha de dicha Junta General Ordinaria 2020, inicialmente prevista para el mes de junio, para su celebración a finales de septiembre de 2020.
El grupo ha reducido su capacidad un 75% debido a la pandemia de coronavirus, dejando la mayor parte de sus aviones en tierra. Para hacer frente a esta crisis, además de extender una línea de crédito de British Airways de aproximadamente 1.230 millones de euros, el grupo cuenta con líneas de crédito generales y comprometidas garantizadas por aeronaves equivalentes a 2.100 millones de euros, según informó la compañía hace días en un comunicado.
Sin embargo, asegura que no ha utilizado ninguna por el momento y "continúa teniendo una posición sólida de liquidez con una caja, activos líquidos equivalentes y depósitos remunerados de 7.200 millones de euros a 27 de marzo". En cuanto al efectivo total y las líneas de crédito no dispuestas, alcanza actualmente los 9.300 millones de euros.
El grupo busca otras iniciativas para mejorar su flujo de caja y liquidez
Además, el grupo asegura que está explorando "una serie de iniciativas operacionales y de tesorería para mejorar aún más su flujo de caja y liquidez y actualizará el mercado a su debido tiempo".
Iberia presentó el pasado jueves ante la autoridad laboral una solicitud de aprobación de un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) por causas de fuerza mayor que afectará al 80% de su plantilla, casi 14.000 personas, y durará tres meses. La patronal de las aerolíneas en España, ALA, ya alerta de que las compañías se enfrentan a problemas financieros, pues sólo por dejar en tierra sus aviones tendrán que pagar más de siete millones de euros al mes.
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