Iberostar vela armas a la espera de que la Comisión Europea le comunique si puede responder o no la demanda planteada por una familia cubana en Estados Unidos bajo la Ley Helms-Burton por uno de sus hoteles en Cuba. Como desveló este diario, la hotelera española ha sido la primera empresa europea en pedir permiso a las instituciones comunitarias para defenderse de la reclamación por la explotación del hotel Iberostar Imperial en Santiago de Cuba, al sur de la isla.
Según la documentación consultada por Vozpópuli, Iberostar preguntó el pasado 15 de junio al Ejecutivo comunitario en qué punto estaba su solicitud. Una semana después, la Comisión contestó a la hotelera que todavía estaba evaluando el caso pero que tomaría una decisión dentro de los plazos estipulados.
La compañía que encabeza Miguel Fluxá le ha reiterado al juez norteamericano que le mantendrá informado de cualquier novedad a este respecto, según reza el documento remitido al juzgado a finales de junio. La compañía está asesorada por Bird & Bird y Holland & Knight.
Sin noticias tres meses después
Iberostar y sus abogados presentaron la solicitud para responder a la demanda hace ya tres meses, el pasado 15 de abril, en medio de la crisis sanitaria provocada por la covid-19. La familia de origen cubano reclamó el pasado mes de enero de manera formal una indemnización por la explotación del hotel Iberostar Imperial en Santiago de Cuba, la segunda ciudad más importante de la isla caribeña tras La Habana.
La parte demandante denuncia que la cadena española no ha recibido ninguna autorización y no ha abonado ninguna compensación a su familia, a la que considera la legítima dueña del hotel. Según alegó en su momento, la hotelera es consciente de la ilegalidad de la situación y no ha hecho nada para remediarlo.
No obstante, antes de proceder a la demanda en el tribunal norteamericano y como exige el procedimiento, la familia avisó a la hotelera de un posible litigio en caso de no responder a sus exigencias, pero ésta última no cedió. Iberostar asegura que "está dando cumplimiento estricto a la normativa europea" y ahora aguarda la bendición de Bruselas para defenderse.
Bruselas ya se lo negó a Meliá
Mientras Iberostar deshoja la margarita, su competidor Meliá sí recibió respuesta de la Comisión Europea. Y fue negativa. En su caso, Meliá no había pedido permiso para responder a una demanda, sino a la intención del Gobierno de EEUU de vetar la entrada del consejero delegado Gabriel Escarrer y su familia en virtud del título IV de la espinosa Helms-Burton. El Ejecutivo comunitario defiende que prevalece el Estatuto de Bloqueo y no permitió que Escarrer respondiese.
Por tanto, el único pronunciamiento existente hasta ahora es sobre el Título IV de la ley y el de Iberostar será el primero referido al Título III, el que permite demandar a las empresas beneficiadas de activos confiscados durante la Revolución cubana.
Desde que se activó la polémica ley, la Unión Europea se ha mostrado en contra de su aplicación y ha señalado en varias ocasiones que debilita la alianza transatlántica, además de generar fricciones a cuenta de los pleitos. El Gobierno, a través de la Secretaría de Estado de Comercio, sigue el caso al minuto y ha instado a Bruselas a pronunciarse cuanto antes, como desveló este diario.
En caso de que la Unión Europea niegue la respuesta a Iberostar, la empresa de la familia Fluxá se enfrentaría a la posibilidad de que el juzgado americano decidiese seguir adelante con el trámite y juzgara a la hotelera en rebeldía, agravando el conflicto en términos jurídicos -al sentar un precedente de cara a futuros pleitos-; así como económicos y diplomáticos.
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