Iberostar tiene en su horizonte ampliar los negocios del grupo cuando las aguas del coronavirus se calmen. La empresa mallorquina capitaneada por Miguel Fluxá planeaba entrar en el sector de la turoperación con su propia división aérea justo antes de que estallara la crisis de la covid-19 en España, según ha podido saber Vozpópuli. Sin embargo, el 'parón' que ha generado la pandemia en la economía en general y en el turismo en particular ha obligado a retrasar el proyecto hasta 2021.
En concreto, el grupo registró una nueva sociedad el pasado mes de septiembre bajo el nombre World 2 Fly S.L para "la explotación comercial de compañía aérea dedicada al transporte aéreo -bajo la modalidad charter o en servicio regular de pasajeros, mercancías de todas clases y correo, con todas las operaciones propias y las afines, tales como la prestación de servicios de asistencia en tierra handling-", según publica el Boletín del Registro Mercantil (BORME).
Fuentes de Iberostar explican a este medio que la nueva empresa, que tiene como socio único a su división de servicios turísticos World 2 Meet S.L, se creó "con la idea de poner en marcha inicialmente un avión con el que iniciar operaciones de distribución e intermediación". Sin embargo, "en estos momentos el proyecto está en 'stand by' y una vez pasada la crisis, a finales de 2020 o ya en 2021, se revisará la idoneidad de ponerlo en marcha".
Diversificar el negocio
Además de su cadena hotelera líder en el sector con 120 establecimientos en el mundo, Iberostar cuenta desde 2016 con World 2 Meet (W2M), un negocio dedicado a la venta de camas a agencias de viajes con oficinas en 15 países. A estas pretende sumar una nueva división independiente: un turoperador dedicado a la oferta de paquetes de vuelo más hotel y otros servicios adicionales. Para ello, en la mayoría de los casos trabajaría con terceros pero también ofrecería sus hoteles, sus aviones -que prevé adquirir progresivamente-, y su propio canal de venta, según indican fuentes de la compañía.
Imita así el modelo de diversificación adoptado por el también grupo mallorquín Barceló, que a través de su división de viajes Ávoris cuenta con agencias de viajes (B the travel brand y WÄY), marcas online (Iberojet y Muchoviaje), turoperadores (Viva Tours, Catai, Quelónea, Jolidey, Rhodasol, Bedtoyou, Special Tours, LePlan, LeSki, LeMusik, Nortravel y Jadetravel); y aerolíneas (Evelop y Orbest).
El presidente de Iberostar, Miguel Fluxá, lideró un intento por salvar temporalmente al mayor turoperador del mundo, Thomas Cook, que acabó quebrando el pasado año. Entonces, en una entrevista en El Mundo, el empresario ya vislumbró la oportunidad que dejaba en muchos mercados, entre ellos España, este gigante: "La gente, si quiere ir al destino, va a ir y buscará otro camino. Pero si no hay asientos en los aviones, no hay clientes en los hoteles. La conectividad es vital para ello", decía.
Sin embargo, el veto a los viajes por la expansión del coronavirus ha golpeado de lleno a Iberostar, frenando su capacidad inversora. Igual que otras cadenas hoteleras como Meliá, Barceló o Riu, ha cerrado el 90% de sus establecimientos en el mundo y ha suspendido temporalmente 25.000 empleos sólo en hoteles, a los que se suman los corporativos y de su división W2M; por lo que la compañía esperará a coger aire de nuevo para diversificar el negocio familiar.
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