Pedro Sánchez logró que los máximos dirigentes de las empresas del Ibex 35 le hiciesen un hueco en su agenda del Foro de Davos. El objetivo de Moncloa era conseguir una foto con alguno de los ‘jefes’ empresariales más hostiles con el Gobierno y mandar un mensaje de estabilidad. La reunión “no fue productiva”, según explican los testigos, y se limitó a comentarios sobre “el Foro y las impresiones sobre inteligencia artificial”.
Una oportunidad desperdiciada para tender puentes de verdad que quieren retomar. Desde las empresas del Ibex, que en su mayoría cuentan con una gran presencia internacional, ven “incomprensible y malo para la estrategia de ambas partes” que no exista una vía de comunicación entre el equipo del presidente económico del Gobierno con los grandes generadores de empleo de su país.
El directivo que tuvo más focos en esta reunión, junto a Rafael del Pino, fue Ignacio Sánchez Galán, presidente de Iberdrola. El ejecutivo de la segunda compañía más grande del Ibex, tras Inditex, confirmó en una entrevista en OndaCero que su charla con el presidente se limitó al ámbito de la inteligencia artificial y comparte la teoría de que es llamativa esta falta de interacción. "Para tener este tipo de reuniones no hay que ir a Davos. Podemos reunirnos en Madrid tantas veces como el presidente del Gobierno estime oportuno. Y sería bastante útil tener este tipo de reuniones", explicaba Galán.
Aunque parece difícil que se tiendan puentes cuando, al día siguiente de la reunión, uno de los ‘pesos pesados’ del equipo de Pedro Sánchez cargaba con fuerza contra uno de los ejecutivos presentes. Teresa Ribera acusó a Josu Jon Imaz, consejero delegado de Repsol, de “negacionismo y retardismo” por sus críticas a la manera en la que Europa abordaba la transición energética. La ministra llegó a asegurar que, pese a tener “un gran respeto” por Imaz, le parece “crecientemente decepcionante” y “populista” su mensaje.
Las energéticas no avanzan...
La acusación de Ribera a Imaz muestra la tensión que existe entre sector energético y el equipo que hace la política energética del país. El Gobierno considera que sus cifras muestran que son los grandes beneficiados de la crisis económica y las empresas se consideran especialmente ‘maltratadas’ dentro de las relaciones con el Gobierno.
El 'impuestazo', la demonización del Gobierno al sector por la subida de los precios y la falta de comunicación con el Ministerio que lidera Teresa Ribera son alguno de los puntos críticos de esta relación de, en teoría, obligado entendimiento.
“No existe diálogo. La relación es a base de titulares y líneas en el BOE”, explican desde una de las empresas. Sin olvidar que, como informó Vozpópuli, el Gobierno está acelerando la puesta en marcha de la nueva Comisión Nacional de la Energía. Un organismo que estará dotado de “capacidades de inspección y seguimiento del cumplimiento de la normativa energética por parte del conjunto de actores”, según pactaron el PSOE y Sumar, y que abrirá todavía más la brecha entre ambas partes.
… la banca sí lo consigue
En la banca sí han logrado abrir esta vía de comunicación, de momento. El nuevo ministro de Economía, Carlos Cuerpo, inició esta semana una ronda de contactos con los principales banqueros españoles en pleno choque por prorrogar un año más el impuestazo.
El sustituto de Nadia Calviño quiere calmar las aguas tras el tono combativo del Gobierno en los últimos meses y garantizó a algunos de los primeros espadas de BBVA o Santander el reconocimiento como “interlocutores habituales”.
Cosas serias entre el Ibex y Moncloa
El objetivo ahora de estas empresas es continuar con el ambiente "cordial" que se vio en el Foro de Davos a un acercamiento de mayor nivel en Madrid.
“Tras las lecciones de inteligencia artificial en ese encuentro informal, ahora es el momento de abordar con el equipo económico de Moncloa temas vitales para el futuro de España como la fiscalidad, la transición y la capacidad para seguir generando empleo de calidad”, concluyen desde las empresas. Una petición complicada en una legislatura de gran actividad política.
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