Ifema, el Ayuntamiento de Madrid y el Gobierno en funciones trabajan a contrarreloj para organizar la Cumbre del Clima de Naciones Unidas (COP25), que este año se debía celebrar en Chile entre los próximos 2 y 13 de diciembre pero por motivos de seguridad, ante los disturbios sociales en el país, se ha desviado a Madrid.
Se estima que en esos días llegarán a la capital española alrededor de 25.000 visitantes de casi 200 países diferentes, coincidiendo con el puente de la Constitución. El director general de Ifema, Eduardo López Puertas, asegura a Vozpópuli que esto tendrá un impacto para la ciudad de 200 millones de euros.
"Tendremos que ver al final el número de asistentes, pero rondará esa cifra", explica. López Puertas cree que el número de asistentes podría aumentar, puesto que aunque "en un principio estimábamos que podrían venir menos personas por el impacto de las reservas ya realizadas en Santiago de Chile, desde la ONU nos advierten que la buena ubicación geográfica de Madrid podría incentivar la asistencia".
En cualquier caso, los 200 millones estimados por Ifema, que coinciden con la estimación del Ayuntamiento de Madrid, dobla la anunciada este martes por Teresa Ribera, ministra para la Transición Ecológica en funciones. El Gobierno calcula que el evento aportará 100 millones de euros y tendrá un coste de en torno a los 60 millones de euros.
Los hoteles de Madrid ya comienzan a percibir parte de este impacto con las reservas de sus habitaciones. El director general de Ifema explica a este medio que hay más de 90.000 habitaciones disponibles en la capital para los asistentes, una dotación hotelera que "debería ser suficiente".
No obstante, López Puertas explica que para asegurar el alojamiento de todos los asistentes, el Consistorio, a través del Madrid Convention Bureau y junto a la Asociación Empresarial de Hoteles de Madrid, ha realizado un bloqueo previo de 5.000 habitaciones para esta cumbre, tal y como avanza este martes El Independiente.
El reto de la seguridad
El director de Ifema estima que habrá entre 2.000 y 4.000 personas dedicadas a la organización y están "avanzando a muy buen ritmo" pero el tiempo no juega a su favor. "Una cumbre de este tipo se tarda en organizar alrededor de 18 meses y lo vamos a hacer en tan solo 18 días", reconoce.
Uno de los mayores retos a los que se enfrentan es la seguridad. "No es un problema de número de personas, pues nosotros tenemos ferias y eventos a los que acuden más de 50.000 personas; sino de la trascendencia de las personalidades que van a acudir a la Cumbre. Desde ministros hasta jefes de Estado o presidentes del Gobierno", detalla.
López Puertas explica que "los requerimientos de seguridad que ha establecido la ONU son muy elevados y el área estará completamente separada del resto del recinto". Ifema mantendrá y desarrollará "con absoluta normalidad" los eventos que tenía planificados para esos días, pero se verán obligados a "hacer un esfuerzo especial para garantizar la seguridad en la movilidad de los asistentes".
Más de 25 empresas
La Cumbre del Clima se distribuirá en más de 100.000 metros cuadrados, lo que representa el 50% de la superficie del recinto, y según explican desde Ifema habrá dos zonas principales: la azul o zona de la ONU; y la verde, destinada a las empresas privadas.
En la primera estarán las oficinas de las 81 delegaciones representadas así como el centro de prensa y las salas de reuniones, y será donde se desarrollen las sesiones plenarias. Mientras que la zona verde, organizada por el Ministerio de Transición Ecológica, será un espacio de exposición y debate dominado por las empresas.
Desde Ifema aseguran que "hay muchísimo interés en la participación" y ya han trasladado sus peticiones al Ministerio "entre 20 y 25 grandes empresas". El Ejecutivo en funciones ha declarado este acontecimiento de excepcional interés público, lo que supone incentivos fiscales al mecenazgo de empresas e instituciones que decidan sumarse.
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