Los principales partidos políticos que se presentan a las elecciones del próximo 28 de abril, han ido desgranando en sus programas, propuestas, o declaraciones públicas, medidas de tipo fiscal que, una vez analizadas, algunas de ellas mejor no las cumplan si llegan al Gobierno.
Desde la intención de cargar a las rentas más altas el pago de los impuestos, que contemplan PSOE y Podemos, hasta la barra libre en materia impositiva de la que habla Vox, la materialización de las mismas pondría en riesgo la viabilidad del Estado.
El partido liderado por Pedro Sánchez incluye en sus propuestas electorales diversos incentivos fiscales, desgravaciones, para impulsar determinadas actividades. Por ejemplo: "Impulsaremos una Ley para la Promoción de Startups que tenga en cuenta sus especificidades y contemple incentivos fiscales (...)"; "Aprobaremos una Ley de Mecenazgo que incentive y favorezca el apoyo a la producción y el consumo cultural mediante desgravaciones fiscales"; para el desarrollo de las zonas rurales "se reducirán cargas administrativas y fiscales para generar empleo"...
El PSOE propone un impuesto sobre transacciones financieras e incrementar la aportación de las grandes empresas
Pero si se reduce la carga fiscal de esas actividades, ¿de dónde ingresará dinero el Estado vía impuestos? Respuesta: De las grandes compañías, los bancos, y los ricos.
"Reforzaremos la progresividad del sistema fiscal, incrementando la aportación de las grandes empresas, y de los contribuyentes de ingresos más altos y con mayores patrimonios", dice en el punto 45, sin precisar qué entiende por los ingresos más altos y grandes empresas.
Lamentablemente, España no cuenta con un número tan elevado de grandes fortunas como para que ellos sólos costeen el gasto público. Y en el entorno económico, jurídico, y político en el que se mueve la economía española, lanzar mensajes como los de que se va a ir contra las grandes corporaciones o los mayores patrimonios ahuyenta la inversión extranjera.
Podemos contempla dejar sin efecto acuerdos de libre comercio firmados por España
Además, el programa del PSOE se contradice cuando contempla incentivos fiscales para la promoción de startups y al mismo tiempo pretende crear "impuestos sobre determinados servicios digitales". También propone un "impuesto sobre transacciones financieras" e impulsar "la fiscalidad ambiental que desincentive la contaminación y favorezca la transición ecológica".
Inseguridad jurídica de Podemos
El partido socio del Gobierno de Sánchez, Podemos -Unidas Podemos-, plantea algunas medidas similares a las del PSOE, pero también otras más radicales que supondrían crear una inseguridad jurídica tal que España quedaría aislada del resto de países de su entorno.
El partido morado resume su programa fiscal en cinco medidas: "Recuperar la recaudación del impuesto sobre sociedades, perdida desde el inicio de la crisis por las ventajas concedidas a las grandes empresas"; "instaurar un impuesto a las grandes fortunas"; "mejorar la progresividad fiscal del IRPF, igualando la tributación del trabajo y del capital"; "establecer impuestos sobre las transacciones financieras y de la banca, y dedicar una atención especial a los grandes defraudadores fiscales".
El partido de Iglesias firma que es frecuente que las grandes empresas no paguen el impuesto de sociedades en España
Algunas de esas proposiciones son tan etéreas como las del PSOE. El partido de Pablo Iglesias no precisa cuáles son las grandes fortunas, las grandes empresas, o los grandes defraudadores. Pero además presenta otras medidas que posiblemente traerían consigo denuncias a España en organismos internacionales.
Por ejemplo, la eliminación, sin más, de las Socimi -"Acabaremos también con las SOCIMI, por tratarse de mecanismos de elusión fiscal y de especulación con un bien tan importante como la vivienda"-; o los acuerdos de libre comercio firmados por el país -"Rechazaremos todos los acuerdos de libre comercio de última generación que hacen vulnerables nuestros sectores productivos y estratégicos"-.
También contempla subidas de impuestos para sectores cuya implantación podría suponer miles de despidos. Como "una fiscalidad alimentaria que incluya un IVA más alto para alimentos ultraprocesados o ricos en grasas y azúcares, y más bajo para alimentos frescos y saludables". O establecer un tipo efectivo de hasta el 20% "para las entidades financieras y empresas de hidrocarburos".
Podemos afirma que es "frecuente" que las grandes corporaciones "eviten pagar el impuesto sobre sociedades en España, alegando la llamada «doble tributación»". En realidad, las compañías con mayores ingresos pagan un tipo real del 16% sobre la base imponible de su negocios en España; un tipo que efectivamente es inferior al 25% que les correspondería en función del tipo nominal de partida, o el 23% que pagan las pymes, como reveló el Ministerio de Hacienda a finales del pasado año.
La revolución fiscal de Casado
El Partido Popular habla en su programa de una "revolución fiscal". El dinero, dice, "donde mejor está es en el bolsillo de los ciudadanos". El partido de Pablo Casado pretende aprobar "una rebaja fiscal del IRPF que afectará todos los contribuyentes", en el que el tipo máximo "se situará por debajo del 40%" (en la actualidad es del 45%).
El PP abre la puerta a 'privatizar' parte de la actividad pública estatal
Al igual que el PSOE, el PP propone determinados incentivos fiscales para diversas actividades y colectivos, pero sin precisar entonces de dónde sacaría el Estado los recursos necesarios para mantener un nivel de calidad en la educación o la sanidad pública.
Por ejemplo, dice el PP que establecerá en las comunidades en las que gobierne "deducciones en el IRPF para menores de 35 años y familias con al menos un hijo"; "Rebajaremos el Impuesto de Sociedades, situando el tipo máximo por debajo del 20%"; "Suprimiremos el Impuesto sobre el Patrimonio"...
Para sufragar el coste de los servicios sociales, lo que el PP parece proponer es que estos servicios dejen de ser realmente públicos: "Impulsaremos la colaboración público-privada en la provisión de los servicios públicos como instrumentos compatibles y complementarios (...)", dice en el punto 44.
Ciudadanos, menos agresivo
Ciudadanos, que a día de hoy todavía no ha presentado su programa electoral, ha avanzado algunas medidas fiscales menos agresivas que las de sus adversarios políticos. De momento, las propuestas sugeridas por el partido naranja en esta materia son muy pocas y ligeras.
Ciudadanos propone instaurar en España el sistema de 'mochila austriaca'
En un reciente debate, Albert Rivera aludió a un tipo marginal máximo del IRPF del 44%, y dos años libres de impuestos para emprendedores y startups. Propuso suprimir el Impuesto de Sucesiones y Donaciones y un incentivo de 1.200 euros al año para familias monoparentales y con dos hijos, y de 2.400 euros a partir de tres hijos.
El economista Luis Garicano, candidato de Ciudadanos para las elecciones europeas, se ha referido a la creación de una mochila austriaca en la que cada trabajador generaría 500 euros al año en una cuenta personal.
También el PSOE se ha referido a un sistema similar este mismo año. Pero aunque "la mochila austriaca" suene bien de primeras, en realidad en España su implementación sería más complicada de lo que podría parecer a priori, como explicó este diario en un artículo publicado el pasado mes de febrero.
Vox, radical política fiscal
Vox incluye en sus '100 Medidas para la España viva' una "rebaja radical" del Impuesto sobre la Renta. El partido de Santiago Abascal propone tal rebaja fiscal que su implantación simplemente dejaría al Estado sin los recursos necesarios para sufragar la sanidad o la educación pública.
Vox plantea liberalizar el suelo, la misma medida adoptada por el Gobierno de Aznar y que supuso la creación de la burbuja inmobiliaria
Así, plantea un "aumento significativo del mínimo personal y familiar exento a 12.000 euros"; un "tipo único fijo del 20% hasta los 60.000 euros anuales, tributando al 30% cualquier exceso sobre el mencionado límite"; "reducir el tipo general del Impuesto sobre Sociedades al 20% con una reducción del 5% en el caso que los beneficios no se distribuyan y se mantengan en la empresa como reservas"; "reducción del impuesto de sociedades para las PYMES al 15%"...
Contempla un "amplio sistema de beneficios fiscales para las familias, en especial para las numerosas"; "menos impuestos y costes regulados en la factura de la luz, que son los culpables de que paguemos uno de los recibos más caros de Europa"; la "supresión del Impuesto sobre el Patrimonio, el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones y Plusvalías municipales en todo el territorio nacional".
Posiblemente, la medida más arriesgada para la economía española propuesta por Vox es la número 47. "Liberalizar el suelo", dice el partido de Abascal. "Convertir en suelo apto para ser urbanizado todo el que no deba estar necesariamente protegido por motivos de interés público convenientemente justificados".
Precisamente fue la normativa liberalizadora del suelo impuesta por el Gobierno de José María Aznar la que infló la burbuja inmobiliaria entre finales de los años noventa y mediados de la primera década de este siglo, cuyos efectos todavía sufre el país.
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