Indra registró unas pérdidas netas de 75 millones de euros en el primer semestre de 2020, en contraste con los 34 millones de euros que ganó en el mismo periodo de 2019, debido al impacto de la crisis del Covid-19, según ha informado este jueves la compañía de tecnología y consultoría, que ha elevado un 8,1% la contratación y ha alcanzado un nuevo récord de cartera tras crecer un 15,3%.
Entre enero y junio, las ventas de Indra se redujeron un 4% (-1,5% en moneda local), hasta los 1.484 millones de euros, debido principalmente a la caída de la división de Transporte y Defensa. Además, el tipo de cambio contribuyó negativamente en 38 millones de euros en el primer semestre de 2020.
Por el contrario, la contratación neta de Indra se elevó un 8,1% (+11,4% en moneda local) en el primer semestre, hasta los 2.087 millones de euros, mientras que la cartera de pedidos volvió a superar su máximo nivel histórico tras alanzar los 5.094 millones de euros, lo que representa una subida del 15,3%.
El resultado bruto de explotación (Ebitda) de Indra arrojó unas pérdidas de 18 millones de euros en el primer semestre, en contraste con el beneficio de 142 millones de euros de hace un año. El resultado operativo (Ebit) fue de -78 millones de euros, frente a los 79 millones de beneficio de la primera mitad de 2019, afectado por los retrasos y la menor actividad debida al Covid y por los deterioros de intangibles.
En el segundo trimestre, Indra registró pérdidas netas de 81 millones de euros, frente a los 16 millones de euros que ganó en el mismo periodo de 2019. Los ingresos descendieron un 7,6% reportado y un 4,5% en moneda local, hasta los 749 millones de euros, mientras que la contratación aumentó un 8,5% reportado y un 12,4% en moneda local, hasta los 1.067 millones de euros.
El presidente ejecutivo de Indra, Fernando Abril-Martorell, ha señalado que, tal y como anticipaban, los resultados han estado impactados "de forma considerable" por la crisis desencadenada por el covid-19, que en este segundo trimestre ha afectado a la totalidad del período desde abril a junio.
Así, ha incidido en que prácticamente todos los sectores en los que opera sufren este impacto, aunque con diferente profundidad y expectativas de duración, con sectores fuertemente afectados como determinados segmentos de industria y el de tráfico aéreo, frente a otros que han resistido mejor, como medios de pagos o las 'utilities'.
A este respecto, también ha añadido que las economías de los principales países y regiones donde opera Indra, como España, Latinoamérica, Italia y los países exportadores de petróleo, se han visto "profundamente afectadas", también con distintas perspectivas de recuperación para 2021.
La deuda neta de Indra a cierre del semestre alcanzó los 670 millones de euros, frente a los 716 millones del primer semestre de 2019 y los 552 millones de euros de 2019. La ratio de deuda neta/Ebitda (últimos doce meses) se situó en 2,7 veces en el primer semestre de 2020, frente a las 2,4 veces del primer semestre de 2019 y las 1,8 veces en 2019.
El Flujo de Caja Libre (FCF) en el primer semestre de 2020 mejoró en 149 millones de euros, situándose en -88 millones de euros frente a -237 millones en el primer semestre de 2019. La compañía ha continuado reforzando su sólida posición de liquidez durante el segundo trimestre de 2020, y cuenta con más de 1.100 millones de euros entre efectivo y líneas disponibles a 30 de junio de 2020
RESULTADOS POR DIVISIONES
Los ingresos de la división de T&D en el primer semestre de 2020 descendieron un 7,5% en moneda local y un 8,4% en términos reportados, afectados por la caída de Defensa y Seguridad (del 15,5% en moneda local), que compensó el mejor comportamiento del negocio de Transporte y Tráfico (+0,3% en moneda local).
Sin embargo, la contratación creció un 43,1% en moneda local, principalmente impulsada por la fuerte contratación registrada en el vertical de Defensa y Seguridad en España (Sistemas de defensa electrónica y el radar de vigilancia para las Fragatas F110 de la Armada española), Europa (radares en Reino Unido) y AMEA (radares en Corea del Sur e Indonesia).
En el caso de la división de Minsait, las ventas en el primer semestre de 2020 crecieron un 1,7% en moneda local, aunque descendieron un 1,6% en términos reportados, hasta 979 millones de euros. Los crecimientos en Telecom y Media (+10,3% en moneda local), Servicios Financieros (+5,5% en moneda local), y Energía e Industria (+1,6% en moneda local) han compensado la caída registrada en Administraciones Públicas (+9,1% en moneda local).
La contratación en TI descendió un 2,5% en moneda local (-6,5% en términos reportados) en los seis primeros meses del año, debido a la fuerte contratación que se registró en el mismo periodo en 2019 en Administraciones Públicas (soluciones de tributos y contratos relevantes de outsourcing en España) y en Servicios Financieros (BPO en Brasil).
Por zonas geográficas, las ventas descendieron un 0,7% en el primer semestre en España, que representa el 53% de las ventas totales. En América, que supone un 20% de las ventas totales, aumentaron un 6,6%; mientras que en Europa, que representa un 18% de las ventas totales, descendieron un 1,7%, y en AMEA, que supone un 9% de las ventas totales, bajaron un 9,5%.
PREVISIONES
Tras estos resultados, Abril Martorell ha señalado que, aunque el impacto y la incertidumbre por el Covid persisten y continuarán afectando a los resultados del ejercicio, han comenzado a ver algunos "signos positivos" en las últimas semanas del período reportado, que les permiten anticipar que el segundo trimestre de 2020 "será el peor trimestre del ejercicio, y que el segundo semestre tendrá un comportamiento mejor que el primer semestre".
"Con todo ello, y dentro de un lógico marco de incertidumbre que dependerá de la evolución de la pandemia, esperamos que los ingresos de 2020 se sitúen entre 3.150 y 3.200 millones de euros en moneda constante y el EBIT antes de costes de captura entre 120 y 135 millones de euros", agrega.
En este contexto, Indra ha lanzado un plan de acción post-covid para reorientar inversiones, optimizar costes y adaptarse a los cambios estructurales del negocio, que ya incluyen en el segundo trimestre de 2020 un impacto negativo en el Ebit de 95 millones por deterioro de activos intangibles.
Este plan, que está basado en la gestión proactiva de la nueva demanda e impulso de los ingresos, aprovechando las capacidades tecnológicas de Indra, así como en acelerar la transformación de las operaciones de la compañía, está previsto que genere unos ahorros anuales de 100 millones de euros a partir de 2021.
El programa incluye un plan de transformación de la plantilla. En septiembre, Indra iniciará conversaciones con los sindicatos para abordar de manera dialogada las medidas concretas necesarias para estatransformación, derivada de los cambios estructurales del negocio y de la caída de las ventas.
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