La revisión del Producto Interior Bruto (PIB) del segundo trimestre (del 2,8% al 1,1%), que ha dado a conocer este jueves el Instituto Nacional del Estadística (INE), ha dejado en papel mojado los números sobre los que se han construido los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2022, que la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, quiere aprobar de aquí a quince días.
El Ministerio de Economía presentó este martes el cuadro macroeconómico en el que se han basado las cuentas, que mantenía la previsión de crecimiento para el conjunto del año en el 6,5% y asumía un crecimiento para el segundo trimestre del 2,8%, ya que, según han confirmado a Vozpópuli fuentes del equipo de Nadia Calviño, desconocían que el INE tenía previsto anunciar dos días después un recorte sin precedentes, de 1,7 puntos.
"El INE es un organismo independiente y se rige por la Ley de Función Estadística Pública, que le impide comunicar los datos con anterioridad. Nosotros nos enteramos de los datos horas antes de que se hagan públicos, porque tanto ellos como nosotros somos escrupulosos en tiempos y en plazos", explican fuentes del Ministerio a este medio.
Ahora, admiten, tendrán que "analizar los nuevos datos e incorporarlos", pero no podrán demorarse mucho en esa tarea si quieren que las cuentas de 2022 se fundamenten en los números actualizados.
Calviño, sin embargo, ha señalado en el Congreso que "las previsiones del Gobierno y la acción del Gobierno están marcadas por la prudencia" y que, igual que no revisan al alza cuando otros organismos los revisan al alza, "tampoco procede revisar cuando hay otros ajustes". "Todos los datos apuntan a un fuerte crecimiento", ha zanjado.
El Ministerio cuenta con su propia Dirección General de Análisis Macroeconómico, por lo que llama la atención que este departamento no detectara, igual que ha hecho el INE, que iba a ser preciso revisar a la baja el crecimiento del periodo abril-junio y lo tuviera en cuenta en su última actualización.
El PIB del 2º trimestre determina el del conjunto del año
El crecimiento del PIB del segundo trimestre es importante porque determina la previsión de crecimiento para el conjunto del año, que según analistas consultados por este medio podría quedar más cerca del 5,5% que del 6,5% previsto por el Ejecutivo.
La cifra de crecimiento prevista para 2021 es crucial, a su vez, para determinar el punto de partida sobre el que se calcula la estimación de crecimiento para 2022, de ahí que deba ser lo más precisa posible para garantizar que las cuentas parten de un escenario realista.
Lo que vaya a crecer la economía en 2022 será clave, por su parte, para estimar qué ingresos públicos tendrá el Estado y, en función de ellos, qué volumen de gasto público movilizará, para saber en qué déficit público incurrirá y cómo quedará el nivel de deuda pública sobre PIB.
La coordinación entre Hacienda y Economía es fundamental
En la elaboración de los Presupuestos, la coordinación entre los ministerios de Hacienda y Economía es fundamental para que las cuentas tengan sentido y partan de un mismo escenario macroeconómico, tal y como ha advertido la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) en numerosas ocasiones.
El año pasado, cuando el Ejecutivo presentó el cuadro macro para las cuentas de 2021, la Airef llegó a advertir de que existían hasta dos puntos de PIB de diferencia, por ejemplo, entre lo que esperaba ingresar el Ministerio de Hacienda y lo que contemplaba Economía, un desfase de en torno a 25.000 millones de euros.
"Siempre hemos apreciado falta de coordinación entre el escenario macro y el escenario fiscal, normalmente son décimas de diferencia, pero este año son puntos", alertaba la Airef entonces.
Este desajuste entre las previsiones de ambos ministerios podría repetirse este año, más aún teniendo en cuenta que el Ministerio de Economía hasta la fecha parte de unos datos que están desactualizados y sólo tendrá entre una y dos semanas para ponerlos al día.
