La economía española creció un 1,5% entre abril y junio, cuatro décimas menos de lo que se había avanzado, impulsada por el rebote del consumo de los hogares y de las exportaciones de bienes y servicios en un contexto de inflación elevada por el impacto de la guerra en Ucrania, de acuerdo los datos de Contabilidad Nacional publicados este viernes por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Esta tasa es 1,7 puntos superior a la registrada en el primer trimestre (en el que la sexta ola de covid-19 y la invasión de Ucrania provocó una contracción del consumo de las familias que frenó en seco el avance del Producto Interior Bruto (PIB) (-0,2%) y cuatro décimas superior a la avanzada el pasado mes de julio.
El consumo privado, que en el avance fue el principal motor del crecimiento económico, sigue con una tasa positiva del 1,2% respecto al primer trimestre, pero su crecimiento se ha revisado dos puntos a la baja respecto al avance (3,2%). El gasto público también se ha revisado ocho décimas a la baja respecto a la estimación, dejándolo en el terreno negativo (-1,3%). Por otra parte, la inversión crece un 2,5%, tres décimas menos de lo previsto en julio.
Sin embargo, la principal contribución positiva al incremento de la tasa trimestral del PIB se localiza en las exportaciones, que aumentaron un 4,9% en el segundo trimestre respecto al primero. Esto son 3,3 puntos más de lo que se estimó hace dos meses. Por su parte, las importaciones crecieron un 2,8%, 1,8 puntos menos de lo avanzado.
Por sectores, los servicios crecieron un 0,9% respecto al primer trimestre; la industria, un 0,8%; y la construcción, un 0,3%. Por contra, la agricultura se contrajo un 1,9% respecto al trimestre anterior.
La variación interanual del PIB se sitúa en el 6,8%, frente al 6,7% del trimestre precedente. Esta tasa es cinco décimas superior a la avanzada el pasado 29 de julio. La contribución de la demanda nacional al crecimiento interanual del PIB es de 1,9 puntos, 1,9 puntos inferior a la del primer trimestre. Por su parte, la demanda externa presenta una aportación de 4,9 puntos, 2,1 puntos superior a la del trimestre pasado.
Recorta cuatro décimas el PIB del primer trimestre
Este crecimiento se suma a la contracción del PIB en el primer trimestre del 0,2% frente moderado crecimiento del 0,3% adelantado a finales de abril (y que llevó, entre otros organismos, al Banco de España a ajustar su previsión) y revisado después al 0,2% en julio. Finalmente la cifra ha quedado en terreno negativo.
En el primer trimestre la actividad económica se vio lastrada por la guerra en Ucrania, los elevados precios energéticos y los paros en el transporte. La tasa fue 2 puntos inferior a la registrada en el cuarto trimestre de 2021, cuando la economía repuntó 2,2 puntos, evidenciando un frenazo en el crecimiento y en la recuperación de la pandemia.
No es el único trimestre que el INE ha revisado. En tasa intertrimestral ha elevado en tres décimas el alza del PIB en el primer y segundo trimestre de 2021, en cinco décimas el repunte del tercer trimestre, y en una décima el del cuarto. Es decir, que ha mejorado el crecimiento del PIB del pasado año, como ya indicó la semana pasada el INE, que cerró el crecimiento anual en el 5,5%.
También ha modificado las tasas intertrimestrales de 2020, rebajando una décima el primer y segundo trimestre, dos décimas el tercer trimestre y tres décimas el cuarto. Incluso, la revisión ha alcanzado al año 2019, cuando según el INE la economía creció una décima menos en el segundo trimestre y dos décimas menos en el cuarto trimestre.
En opinión de Gregorio Izquierdo, director del Instituto de Estudios Económicos (IEE) y presidente del INE entre 2011 y 2018, explica que "la revisión es consecuencia de la revisión anual que se llevó a cabo la semana pasada y supone reconocer que el primer trimestre fue de caída, con más debilidad de la que se contemplaba, pero a cambio la normalización del turismo ha sido más intensa de la que planteábamos en el segundo trimestre y eso ha llevado consigo un aumento de los precios superior, porque también se ha revisado el deflactor del PIB".
En consecuencia, Izquierdo cree que "es posible que el crecimiento final de 2022 sea alguna décima superior al que se barajaba hasta la fecha", lo que, en su opinión, haría factible el repunte pronosticado en abril por el Gobierno para el conjunto del año, situado en el 4,3%.
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