La inflación dispara la facturación en restaurantes y bares. Pese a que el ticket de los consumidores ha reflejado el cambio de hábitos de los mismos -en busca del ahorro o el menor gasto-, las ventas finales del sector han creciedo un 30% en 2022 respecto al año anterior.
Es la principal conclusión que se desprende de los datos aportados por la consultora The NPD Group, centrados en el sector de foodservice, que abarca, además de bares y restaurantes, máquinas de vending, gasolineras o cantinas. El gasto en este sector sumó el año pasado 37.600 millones de euros, lo que se traduce en un incremento del 30% respecto a 2022.
El fuerte incremento de ventas, apunta la consultora, se explica por la progresiva recuperación de la afluencia de visitas a los establecimientos de restauración, pero también por la subida de los precios al consumidor como consecuencia del encarecimiento de los costes. De hecho, en 2022 se registraron un total de 6.985 millones de visitas, un 20% más que el año pasado, pero todavía un 7% por debajo de las contabilizadas en el último año prepandemia.
Con un aumento del IPC interanual en restauración del 7,8%, según el INE, el incremento de los precios ha supuesto un empuje decisivo para las ventas, teniendo en cuenta que los consumidores "han hecho una serie de cambios en su comportamiento para que el ticket final que han pagado haya subido 'solo' entre un 3% y un 4%", explica la directora de Foodservice de NPD en España, Edurne Uranga. Según los expertos de la consultora, este cambio de hábitos de los clientes implica que están "controlando el gasto final que hacen en cada ocasión de consumo".
De este modo, apunta Uranga, los españoles están aplicando diversas medidas de ajuste para mantener las ocasiones de consumo en restauración sin incrementar en exceso el gasto realizado. Entre ellas, destacan algunas como acudir a establecimientos de menor precio, sustituir de platos y bebidas más caros por opciones más económicas, reducir el consumo de bebidas alcohólicas en la ocasión, o la búsqueda de menús de precio ya cerrado.
Las ventas de los restaurantes destacan en sala
El fuerte aumento de la facturación en el sector ha venido derivado sobre todo del crecimiento de las ocasiones de consumo en Sala, aunque no ha afectado al desarrollo del negocio logrado en la pandemia por los canales de servicio off-premise , que hace referencia al servicio a domicilio y al servicio para llevar. En esta línea, recoge NPD, el 2022, el 67% del gasto realizado en Foodservice fue para consumo en Sala; el 25% para ocasiones de alimentos y bebidas para llevar y el 8% fue gastado vía delivery.
El año 2022 ha sido un ejercicio "muy marcado por la nostalgia del consumo fuera de casa, que ha sido tan fuertemente afectado durante los dos últimos años debido a diversas olas sucesivas de restricciones y limitaciones"; describe Uranga, que adelanta: "El reto ahora, en 2023, será cómo mantener el tráfico al sector de restauración una vez que la nostalgia social y la resaca emocional se van suavizando. Para ello será clave entender las actuales demandas y necesidades del consumidor".
Como recoge NPD, uno de los "principales dinamizadores" de la recuperación vivida durante el año pasado han sido las ocasiones de consumo en las que "la motivación principal era salir a tomar algo con los amigos, las cuales han crecido más de un 30%". Por otro lado, analiza la consultora especializada en el sector, las ocasiones asociadas a la actividad laboral "se han reducido un 15% respecto a los niveles que se alcanzaban en prepandemia 2019".
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