La venta de la Ciudad Financiera vuelve a traer problemas al Santander. ING ha demandado en Reino Unido a la entidad que preside Ana Botín por 11,5 millones de euros por los intereses de un 'swap' derivado del contrato de compra de la sede central del banco, según ha podido saber Vozpópuli por fuentes legales consultadas.
Preguntado por este asunto, un portavoz de ING ha explicado a este medio que las acciones legales se inician en Reino Unido porque el 'swap' en cuestión se rige por las leyes británicas y está sujeto, por lo tanto, a la jurisdicción de este país. "No es atípico que cuando el objeto de un procedimiento legal afecta a distintos países, siendo uno de ellos Reino Unido, el grupo acuda a sus tribunales", añade la misma fuente.
El grupo holandés pretende recuperar 11,5 millones de euros en pagos de intereses de un 'swap' derivado de un préstamo sindicado que contrajo Marme Inversiones de 1.575 millones de euros con diferentes bancos europeos para adquirir la sede de Santander en Madrid en 2008.
El canje de dicha permuta financiera debía finalizar en agosto de 2023, pero el acuerdo contemplaba la opción de rescindir el contrato si la otra parte no cumplía con los pagos. Esto conllevaría a su vez al devengo de intereses desde la fecha de terminación anticipada hasta la fecha que se pagó la deuda.
ING finalizó el acuerdo de canje en noviembre de 2014 con Marme, lo que se tradujo en un pago por cancelaciones de 67 millones de euros más intereses a ING. En diciembre de 2019, el Santander pagó el monto total después de que se resolviera el concurso y se liquidara la sociedad, pero no los intereses derivados del 'swap' mencionado. Y es esto lo que reclama ahora la entidad naranja.
Otro pleito en España
Paralelamente, esta misma operación se está pleiteando en los tribunales españoles, pero por otro motivo. Una vez Marme desapareció, Santander accedió a cerrar la deuda más intereses incluidos. Sin embargo, Sorlina, la sociedad que adquirió Marme y que es propiedad del Santander, ha emprendido acciones legales para que ING devuelva los intereses, según adelantó El Confidencial. Estos intereses se elevarían hasta los 14,5 millones de euros, según ha podido saber Vozpópuli. ING se mantiene a la espera de que el Tribunal Supremo confirme si tiene derecho a conservar este pago.
El banco se escuda en que el Supremo dictó en 2019 dos sentencias en las que afirmaba que los acreedores privilegiados con garantía real no pueden cobrar intereses de demora desde que se inicia el concurso de acreedores, que en el caso de Marme fue en 2013.
La deuda de Marme generó unos intereses de 580 millones de euros con todos los bancos que firmaron el préstamo sindicado. El resto de entidades afectadas están pactando con el Santander una serie de quitas a cambio de recuperar parte de los intereses y renunciar a reclamaciones.
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