Las injerencias de Pedro Sánchez, Nadia Calviño y Teresa Ribera, a las que se ha sumado Luis Planas, han llevado al Parlamento alemán a cancelar fulminantemente el viaje de su Comisión de Medio Ambiente a Andalucía. Según ha podido saber Vozpópuli, éste ha sido el motivo de una suspensión que ha cogido al Gobierno español por sorpresa; en especial al Ministerio de Transición Ecológica, que se disponía a recibir a los nueve diputados alemanes en la mañana de este lunes. En ese momento, se ha conocido el comunicado del Bundestag, que ha tuiteado la embajadora alemana en España, Maria Margarete Gosse.
Ésta es la explicación de la sorpresiva decisión sobre un viaje programado a principios de mayo, en la antesala de las elecciones autonómicas y municipales -entonces parecía que iba a celebrarse seis meses antes de las generales- y cuando se cumple ya una semana del anuncio de Sánchez del adelanto electoral. En el entorno de la Junta de Andalucía se ha interpretado la decisión, según ha podido constatar este periódico, como instigada por el propio Gobierno español. Sánchez se habría dado cuenta este lunes de que este viaje de unos diputados alemanes, alentado por Moncloa en pleno boicot germano a la fresa española para fiscalizar a los agricultores de Huelva podía volverse en contra del PSOE.
Y es que la Comisión de la Cámara Baja germana, que aterrizó este domingo en Madrid, se ha despertado este lunes con las palabras de la vicepresidenta primera del Gobierno, Nadia Calviño, en TVE. La ministra de Asuntos Económicos ha asegurado que el boicot a la fresa española por parte de supermercados alemanes "se veía venir desde el primer momento", por "este tipo de actuación irresponsable". Preguntada, precisamente, por la visita de la Comisión alemana, Calviño ha acusado al PP de "dañar el interés de los agricultores" y se ha referido al Partido Popular como que "trata de ignorar el cambio climático como si no fuese un hecho científico al que hay que responder".
Poco después, sobre las 11 horas, en declaraciones a los medios antes de que llegaran los diputados alemanes a su Ministerio, Teresa Ribera ha asegurado que "la mejor manera de desactivar todas las bombas" -preguntada por el boicot a las fresas de Huelva-, es que la Junta de Andalucía "deje de tontear y poner en riesgo a los regantes y agricultores españoles, a la reputación de España y obviamente, a Doñana".
A las 12.40, cuando los parlamentarios estaban literalmente entrando en el Ministerio para reunirse a las 13 con el secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, ha llegado el comunicado del Parlamento germano, que ha caído como una bomba en Transición Ecológica, según ha podido observar Vozpópuli. El comunicado ha sido previo al encuentro por tanto y lo ha redactado la Cámara Baja alemana.
Ante el "profundo respeto mutuo por las instituciones y los procesos democráticos del otro país", explica el comunicado, y "en vista de la alta importancia política que los temas del viaje han adquirido en los últimos días de cara a las próximas elecciones generales españolas, la Comisión de Medio Ambiente, Conservación de la Naturaleza, Seguridad Nuclear y Protección del Consumidor del Parlamento alemán ha decidido abstenerse de su viaje previsto a Andalucía en este momento. El propósito del viaje fue intercambiar información y recopilar información sobre un tema que es de interés para ambos países, a saber, el cambio climático y sus consecuencias. Estamos seguros de que podemos continuar con este intercambio en el futuro”.
¿No tenía entonces ninguna intencionalidad política el viaje, como se ha transmitido desde la Junta e Interfresa? El presidente de Interfresa, José Luis García-Palacios, ha considerado "muy sabia" la decisión de cancelar la visita debido a que ha quedado "tergiversada" la razón de la misma, analizar "el uso eficiente de los regadíos" de Huelva, ha dicho. Un análisis de documentos y comunicados muestra que sí había cierta intencionalidad, pero que era mucho más matizada que la que le ha querido imprimir el Gobierno de Sánchez, y que no estaba relacionada con el boicot a la fresa. Y la que había, ha sido desterrada por el Bundestag, que en su comunicado la ignora.
Viaje rutinario
Se trata de un viaje rutinario de la Comisión de Medio Ambiente del Parlamento alemán, con potencial político, que Sánchez, Calviño y Ribera han convertido en uno de los grandes temas de la precampaña electoral que vive España: la destrucción de Doñana, que aseguran que ya ha emprendido o va a emprender la Junta de Moreno Bonilla, mediante una proposición de ley registrada en el Parlamento andaluz por PP y Vox. Con este fin, Sánchez, Calviño y Ribera no han dudado en sumarse al boicot a la fresa de Huelva y, en definitiva, de toda España, que alientan recurrentemente agricultores alemanes cuando se acerca su recogida de la fresa, más escasa y cara. El ministro de Agricultura, Luis Planas, por su parte, ha mantenido el mismo perfil, aunque en su caso ha subrayado que defiende siempre a los agricultores.
A principios de mayo se empezó a gestionar el viaje, y en la carta que han remitido a la Junta, a la que ha tenido acceso Vozpópuli, explican que la Comisión "los días del 6 al 9 de junio tiene programado continuar estos intercambios [que empezaban en Madrid el día 5] en Andalucía, especialmente enfocado en las provincias de Sevilla, Huelva y Almería. Los temas de la visita informativa serán, entre otros, los siguientes: el cambio climático, como mayor reto para los países de la UE, que hay que superar conjuntamente. El impacto y las consecuencias del programa de la sequía a raíz del cambio climático sobre la naturaleza, el sector agrario y el uso del agua en el mundo actual. El aprovechamiento de aguas: medidas y soluciones (reciclaje de agua, aprovechamiento de aguas residuales, riego por goteo)", detalla la misiva.
Entre los temas concretados de la visita, que además de Huelva, también cubría Sevilla y Almería, no se menciona la fresa y mucho menos el boicot, aunque la misiva al final sí apunta que "Doñana es uno de los humedales más importantes de Europa", que se encuentra amenazado "por la extracción ilegal de agua por parte de la agricultura para el riego, especialmente para el cultivo de la fresa".
Desde principios de mayo en que se preparaba la visita, fuentes de Transición Ecológica empezaron a ligar en conversaciones con medios su enfrentamiento a la Junta por Doñana con un boicot a la fresa española en Alemania que dijeron que se empezaba a producir. Un boicot que no es nuevo y que se suma al de otros productos, que ahora la ONG alemana Campact, que pide el voto y financia a los socialistas alemanes (SPD), promueve desde el 30 de mayo. Su portavoz Friederike Gravenhorst ha alertado: "Especialmente tras el éxito electoral del Partido Popular en las elecciones regionales y locales del pasado fin de semana, existe el peligro de que el robo de agua pase ahora a estar permitido oficialmente".
Otros hombres de negro alemanes
Éste era el escenario patrio cuando han aterrizado en Madrid este domingo los nueve diputados alemanes de una Comisión presidida por Harald Ebner, de Los Verdes, y que cuenta con otra diputada de Los Verdes, Lida Heitmann, dos socialistas (SPD) -Dunja Kreiser y Muchael Thews- y uno de la izquierda (Die Linke), Mohamed Ali. Pero que también está formado por dos diputados de centro derecha (CDU/CSU), Astrid Damerow y Volker Mayer-Lay; un Liberal, Muhanad Al-Halak, y uno de la derecha, Andreas Bleck (AfD).
En un ambiente que ha venido caldeando el Gobierno en la antesala de las elecciones autonómicas y municipales del 28 de mayo y al que se sumó el propio Sánchez el pasado martes, ya en la puerta de la campaña de las generales.
Se trata de la segunda visita de hombres de negro que España recibe desde febrero, cuando aterrizó la Comisión de Presupuestos del Parlamento Europeo, capitaneada por la eurodiputada alemana del Partido Popular Europeo (PPE) Monika Hohlmeier, con la que guarda pequeñas similitudes y grandes diferencias. Si bien Hohlmeier es alemana, la comisión de la Eurocámara está formada por diputados de otras nacionalidades y varios de ellos, españoles. La impronta la ha marcado la popular Hohlmeier y su mayoría, a la que sin embargo eurodiputados socialistas españoles permitieron que el informe final fuera muy crítico con la gestión del Gobierno español de los fondos UE.
En el caso de la misión del Parlamento alemán, la presidencia de Los Verdes y el que haya cinco diputados de izquierdas frente a cuatro de centro-derecha ha podido plantear cierta impronta política a la misión. Un viaje al que desde la Junta quitan excepcionalidad y recuerdan que la semana pasada vinieron diputados griegos para tratar sobre puertos y la semana que viene lo harán de varios países preocupados por el lince.
Esta analogía con la misión de Hohlmeier ha llevado a que desde el Gobierno se apunte en la dirección de Manfred Weber, presidente del PPE, como instigador de la cancelación del viaje a Doñana. Weber ya logró la semana pasada que Pedro Sánchez anulara su comparecencia en el Parlamento Europeo el 13 de julio, diez días antes de las elecciones, para presentar las directrices de la Presidencia española de la UE. Pero era un asunto de la Eurocámara. Weber es parlamentario europeo, no del Parlamento alemán. Y la decisión de cancelar la visita a Doñana de los diputados alemanes la ha tomado el Bundestag.
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