Vodafone posee casi cinco millones de líneas de Internet de las Cosas (IoT) en España, correspondientes a 2022. Es el operador con más cartera de este tipo de conexiones, llamadas a ser una generosa fuente de ingresos para las compañías de telecomunicaciones en el futuro.
El operador ha ido incrementando su cuota de mercado desde 2019, momento en el que poseía un total de 2,7 millones de líneas de este tipo, que son utilizadas para multitud de propósitos. Sirven para conectar a internet relojes inteligentes, para dar cobertura a las alarmas de vehículos y hogares y para saber en todo momento dónde se encuentra, por ejemplo, una mascota.
Esos 2,7 millones de líneas son hoy 4,9 millones y la cuota de mercado de Vodafone se ha situado concretamente en el 40,5%. Si se analiza lo que hace su competencia, resulta sorprendente que Telefónica, líder indiscutible históricamente en líneas de telefonía móvil, fijo y paquetes convergentes, sea el último operador en el segmento de Internet de las Cosas, con 3,4 millones de líneas registradas. Su cuota en este caso es del 28,5%.
Orange se mantiene justo en segundo lugar, entre Vodafone y Telefónica, con 3,7 millones de líneas y un 31% del mercado en su haber. Es digno de mención el acelerón que la compañía de origen francés ha dado en su división de Internet de las Cosas. En 2019 tenía un 30,3% de las líneas, por el 34,1% de la cuota de mercado que tenía en su haber Telefónica. Sin embargo, a finales de 2021, se producía el sorpasso y Orange pasaba a ocupar la segunda posición.
En 2030 habrá 29.400 millones de líneas de Internet de las Cosas, un mercado casi cuatro veces más grande que el actual de la telefonía móvil
Los operadores necesitan ingresos extra e IoT tiene mucho potencial
"Compañías industriales, energéticas o agrarias ya perciben los beneficios de los dispositivos conectados, que incluso ayudan a concebir espacios de trabajo inteligentes. Combinado con otras tecnologías y en el marco de una estrategia clara, el Internet de las Cosas (IoT) mejora el día a día empresarial gracias a las soluciones de startups especializadas", explica BBVA en su blog, muy centrado en la tecnológica.
Y es que Internet de las Cosas no solo aplica a dispositivos de uso más tradicional o aquellos destinados al cliente más 'humano'. Las fábricas del futuro se moverán con múltiples conexiones a Internet de las Cosas. Sensores de movimiento, temperatura, humedad, incendios y demás artefactos otorgan una gran ventaja competitiva. Se automatizan procesos y afinan las cadenas de montaje. No habrá fábrica que no tenga esta tecnología, que necesita de una SIM para funcionar.
Es un mercado muy interesante para los operadores. Cada conexión adicional a Internet de las Cosas supone entre dos y cinco euros de factura para el usuario al mes. No es una cantidad de peso, ni mucho menos, pero si se tiene en cuenta que cada usuario portará consigo, como mínimo y según datos de los operadores, entre tres y cinco tarjetas SIM en el futuro, la cosa cambia. Esto supone entre veinte y cincuenta euros mensuales por cliente.
En el mundo hay aproximadamente 8.000 millones de líneas de móvil. Poco margen más hay de crecimiento si hablamos de conexiones de telefonía móvil tradicional -las líneas han superado el número de personas que viven en el mundo-, harina de otro costal son las líneas de Internet de las Cosas. Según previsiones de Statista, en 2030 habrá 29.400 millones de líneas IoT, un mercado casi cuatro veces más grande que el actual de la telefonía móvil.
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