La hipoteca inversa, que permite a los mayores de 65 años recibir un préstamo avalado con su vivienda y complementar así sus ingresos durante la jubilación, ha vuelto a comercializarse en España coincidiendo con el centenario del sistema público de pensiones, que atraviesa un momento crítico al no poder garantizar ni su sostenibilidad ni su suficiencia.
A diferencia de lo que se suele creer, la hipoteca inversa es un producto bancario por el que la entidad te concede un préstamo (de un máximo de 500.000 euros) que puede ser entregado de una sola vez al firmar el contrato o bien mediante mensualidades vitalicias a un tipo de interés habitualmente fijo, sin que el dueño de la casa deje de ser propietario de la misma.
En caso de que el dueño quiera vender la casa, por ejemplo, puede cancelar el préstamo con el banco y devolver la deuda, y mientras esté en vigor puede a la vez mantenerla alquilada.
La peculiaridad radica en que en el momento del fallecimiento del propietario, sus herederos recibirán la casa con la deuda acumulada y deberán devolver al banco el total del préstamo entregado más los intereses acumulados (lo habitual es vender la casa y saldar la deuda). En caso de renunciar a la herencia, el banco se queda con la vivienda.
Un 70% del ahorro de los españoles está inmovilizado en vivienda
Después de cinco años sin estar disponible, la consultora Óptima Mayores ha promovido que este producto vuelva a comercializarse, después de encargarle su diseño a la entidad portuguesa BNI Europe, que lo ofrece a un tipo de interés de entre el 5 y el 6%.
Esta entidad ha visto que en España hay una oportunidad de negocio, explica a Vozpópuli Íñigo Hernández, director de Desarrollo de Negocio de la consultora, que señala que en el Reino Unido se firmaron 47.000 hipotecas inversas el año pasado y que España es un "mercado potencial mucho más grande".
Complemento inmediato de la pensión
La complejidad del producto y el hecho de que el banco tenga que esperar varias décadas -de media- para poder recuperar el principal más los intereses han provocado que la oferta sea muy residual, así como el desconocimiento que existe por parte de los pensionistas de esta posibilidad: sólo un 12% de los mayores de 65 años en España sabe que esta alternativa existe, según cálculos de esta consultora.
Dado que las familias españolas tienen el 70% de sus ahorros invertidos en vivienda y que los mayores de 65 años acumulan un ahorro de 600.000 millones de euros en vivienda, esta firma cree que esta solución es muy interesante para los que necesiten ampliar sus ingresos durante el retiro.
"El perfil tipo del cliente que contrata la hipoteca inversa en España tiene 76 años, vive en Madrid o Barcelona y su casa tiene un valor medio de 700.000 euros. Son personas que no quieren asumir la pérdida de poder adquisitivo que supone pasar de ser asalariado a jubilado", explica Íñigo Hernández a este medio.
Coincide en la defensa del producto el Instituto Santalucía, que en un informe sobre "Alternativas a la insuficiencia de las pensiones" señala que "transformar la riqueza inmobiliaria en complemento de la pensión" es una de las soluciones más interesantes para los españoles que no llegan a fin de mes con la pensión de jubilación.
A cierre de febrero de 2019, la pensión media de jubilación en España es de 1.136,86 euros al mes, un 5,04% superior a la que se cobraba en febrero del año pasado. Las mujeres cobran de media 850,99 euros al mes, mientras que los hombres reciben 1.305,99.
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