Economía

Los inversores tradicionales aguardan al fiasco del verano para comprar hoteles

Los hoteles de pequeña o mediana escala pueden ser los primeros en caer tras un verano sin apenas actividad ante la previsible pérdida de turistas extranjeros por las restricciones y el miedo al coronavirus

Los inversores hoteleros continúan con apetito y aguardan al fiasco del verano para adquirir activos. Tras las grandes carteras que dejó la crisis económica de 2008 y le entrada de grandes 'players' internacionales de la talla del fondo estadounidense Blackstone, el mercado se había estabilizado con un fuerte protagonismo del capital nacionalmenos arriesgado y más enfocado a la compra de activos individuales.

Primero con la compra de HI Partners en 2017 por 700 millones de euros y después con la OPA sobre Hispania en 2018 por cerca de 2.000 millones de euros, Blackstone ayudó a España a situarse en el mapa de la inversión hotelera. En esos años, el volumen de inversión hotelera total se situó entre los 4.000 y 5.000 millones de euros, una cifra que se moderó a la mitad en 2019.

Antes de que estallara el coronavirus en España, el consejero delegado de la filial hotelera de Blackstone, HIP, Alejandro Hernández-Puértolas, reconocía que invertir en el sector vacacional español, donde se concentra el 92% de su cartera, era "cada vez más complicado" por la escasez de suelo y activos en primera línea de las zonas especialmente turísticas. Las "dificultades" para encontrar nuevas oportunidades en nuestro país habían hecho que la sociedad inversora pusiera el foco en otros países del sur de Europa, como Grecia.

El 41% todavía busca oportunidades

Sin embargo, Cushman & Wakefield entrevistó a 49 inversores hoteleros de EMEA a mediados de marzo de 2020, y el 41% dijo que todavía están buscando oportunidades de negocio. Jonathan Hubbard, Head of Hospitality EMEA de esta consultora, comenta que "hay una serie de inversores ágiles con liquidez que buscan aprovechar las oportunidades que surgirán en los próximos meses para recapitalizar inversiones estresadas y adquirir activos potencialmente en dificultades".

Expertos del sector también aseguran a Vozpópuli que los inversores tradicionales están a la espera de esas oportunidades que previsiblemente dejará un verano "catastrófico" para el sector hotelero por el impacto de la Covid-19. La patronal turística Exceltur estima que se perderán alrededor de 55.000 millones de euros, pues la actividad durante los meses de verano será baja respecto a otros años y los niveles pre Covid-19 no se recuperarán hasta al menos el mes de septiembre u octubre.

Lejos se quedarán, según sus cálculos, de los 12 millones de viajeros de media que pasaron por los hoteles españoles en la temporada estival del pasado año. En este sentido, los sindicatos advierten que la mayoría de las empresas hoteleras preparan ya Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTEs) más allá del estado de alarma y temen verse obligados a tomar medidas más arduas, como despidos o el cierre definitivo en el caso de las pequeñas o medianas empresas, con menos músculo financiero.

"Las oportunidades no están aún en el mercado pero llegarán a partir de septiembre, cuando las deudas no se puedan afrontar y se materialice lo mal que ha ido el verano", indican a este medio fuentes de una reputada consultora. Las mismas fuentes ponen el foco en destinos especialmente atractivos para los inversores como las islas Baleares o Canarias, con una "trayectoria complicada" ya desde 2019 por la quiebra de Thomas Cook.

El tipo de inversor

Luis Buzzi, socio responsable Turismo y Ocio en KPMG España, también auguraba durante una videoconferencia esta semana en la que también participaban otros expertos del sector que habrá una "irrupción de fondos", pues "hay liquidez en el mercado". "Los fondos van a intentar tomar posiciones a nivel de activos", especialmente aquellos que tienen "una estructura de visión a largo plazo", aseguraba.

En este punto coinciden otras fuentes consultadas por este medio, que descartan la entrada de fondos oportunistas con la perspectiva de comprar barato un hotel, reposicionarlo y venderlo en un corto periodo de tiempo a un precio superior. Se trata más bien de "compradores tradicionales de activos hoteleros para 15 o 20 años".

"No es tiempo de fondos buitres pues no habrá grandes carteras, sino nuevas oportunidades de hoteles pequeños que hoy por hoy no están en venta y están ya reposicionados y en buenas condiciones", comentan. En este sentido, apuntan a compradores como fondos institucionales, 'family office', socimis hoteleras o grandes grupos hoteleros con liquidez para superar la crisis y comprar "más barato que antes".

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