La ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, aseguraba el pasado sábado en una entrevista que la subida del precio de la luz que se está viviendo estas semanas va a suponer "unos pocos euros" para los hogares. El mercado no dice lo mismo. Las previsiones que se manejan tanto en meteorología como en producción de renovables apuntan que los consumidores acogidos a la tarifa regulada, aquellos damnificados y beneficiados por las variantes del sistema, seguirán pagando un recibo caro hasta marzo en comparación con sus últimos recibos.
La subida que hemos visto ahora se ha producido en el mercado spot (OMIE), el mercado de compra/venta inmediata de energía. Estos precios han pasado de mínimos históricos en 2020 con la pandemia a valores máximos en el arranque del año. Según refleja el mercado de futuros, que comparten los expertos de Advanced Energy Consulting (AEC) con Vozpópuli, el pool (el mercado mayorista de la energía) registrará una subida del 10% durante todo este 2021.
Un escenario que se recrudecerá en invierno por la dependencia de quemar gas para conseguir energía y la poca fuerza de las renovables. Dos factores que son los principales factores para la subida del precio de la factura regulada, junto al aumento de la demanda mundial vinculada con la caída de las temperaturas, que los expertos de AEC esperan que no desaparezca hasta abril.
"Este martes hemos visto subidas muy fuertes del mercado del gas, sobre todo los futuros para febrero y marzo", explica Jordi Martínez, socio director de AEC. El mercado TTF holandés, principal referencia de gas en Europa, subía este martes para el mes de febrero un 18%, y para marzo se elevaba hasta el 17%. "El segundo trimestre del año están subiendo por efecto del repunte del primer trimestre, pero muy poco en comparación con el corto plazo", añade Martínez.
Unos futuros que se mueven con la demanda de gas en Asia que, en este momentos, los analistas consideran que es "de locos". El JKM, que es un índice que refleja el valor de mercado de las cargas de gas entregadas por barco a Japón, Corea del Sur, China y Taiwán, está disparado. "No hay barcos, el coste de transporte altísimo y continúan las restricciones en el Canal de Panamá que limitan el número de buques que cruzan el canal", puntualiza Jordi Martínez.
Una tormenta perfecta
Los expertos definen la situación como una tormenta perfecta tras un año donde la tarifa regulada estaba por los suelos porque nadie se movía por el coronavirus. Los elevados picos de producción de renovables en verano no se han podido almacenar por los limites tecnológicos existentes, la nuclear y el carbón no consiguen alimentar todas las necesidades y España sigue dependiendo de comprar gas fuera de sus fronteras.
Y, con todos estas 'inclemencias', Argelia, el principal proveedor de gas de España, ha tenido 'problemas de producción'. Esto ha provocado que la semana pasada, mientras el TTF cotizaba a 17 €/MWh, el precio se disparase en el Mercado Ibérico del Gas (Mibgas), donde se casan los precios para España y Portugal, hasta los 51,55 €/MWh.
Los productores argelinos han sufrido a la hora de procesar el gas y las exportaciones a España se han reducido a un 25% frente al flujo habitual. Este martes, según adelantaba El Economista, Argelia ha vuelto a darle al grifo y vuelve a sus niveles habituales que ayudarán a aliviar la situación.
El horizonte a largo plazo es más positivo. "Debido a los mejores aprovisionamientos de gas y a la integración de energía renovable se espera que para el periodo 2022-2025 se produzca una bajada progresiva consiguiendo de esta manera precio más barato que nuestros vecinos europeos", concluye Jordi Martinez.
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