El Índice de Precios de Consumo (IPC) subió en octubre un 7,3% respecto al mismo mes del año anterior, 1,6 puntos menos que en septiembre, según avanza el Instituto Nacional de Estadística (INE) este viernes. De esta forma, la variación anual siguió siendo históricamente elevada pero se confirma la senda descendente de la inflación que se inició en agosto y se notó especialmente en septiembre.
Antes del 'respiro' de septiembre en la inflación, con una tasa del 8,9%, el IPC creció un 10,2% en junio, un 10,8% en julio, y un 10,5% en agosto, encadenando así tres meses con tasas superiores al 10%. Esto no se venía desde 1984, es decir, hace 38 años.
Al tratarse de un avance no se conocen aún los detalles del dato, pero el INE explica que la evolución se debe, principalmente, a la bajada de los precios de la electricidad, que empezó a repuntar en verano del 2021 y, por tanto, la base con la que se compara es ya mayor y la diferencia anual es menor. Esto ya ocurrió en el mes de septiembre.
El INE explica este viernes que también influye, aunque en menor medida, el descenso del gas, frente a la subida del año anterior, y el aumento de los precios por la entrada de la nueva temporada del vestido y calzado, más moderado que en 2021.
La inflación subyacente se mantiene
Sin embargo, hay otros componentes del IPC que empezaron a registrar tasas altas más tarde (cuando productores y distribuidores empezaron a trasladar el aumento de los costes energéticos y de materias primas a los precios finales) y todavía continúan con crecimientos récord.
Es el caso de los alimentos y bebidas no alcohólicas, que en septiembre crecieron un 14,4%, seis décimas superior a la de agosto, y la más alta desde el comienzo de la serie, en enero de 1994. Destacaron los incrementos de los precios de las legumbres y hortalizas (16,3%); leche, quesos y huevos (20,1%); y carne (12%), todos mayores este mes que en 2021.
También registraron en septiembre subidas superiores a las del mes anterior los muebles y artículos del hogar (con una tasa anual del 7,8% en septiembre, dos décimas superior a la de agosto) y los servicios de restaurantes y hoteles (con un crecimiento del 7,9% respecto a septiembre de 2021, tres décimas superior al que se registró en agosto).
Esto hace que la tasa de variación anual estimada de la inflación subyacente (índice general sin alimentos no elaborados ni productos energéticos) se mantenga en el 6,2%, igual que un mes antes.
Pensiones ligadas al IPC
La evolución del IPC resulta útil como representación de la pérdida de poder adquisitivo de los hogares. El Gobierno cuenta con revalorizar las pensiones en 2023 con el IPC de este año (con la media de las variaciones anuales entre diciembre de 2021 y noviembre de 2022), lo que anticipa un incremento de las mismas en cerca de un 8,5%.
Esto resultará en un gasto extraordinario superior a los 15.000 millones, según los cálculos del Banco de España. El supervisor bancario ha alertado sobre el impacto negativo que tendrá esto en las cuentas públicas, al ser un gasto que se consolida en el tiempo, y sobre la necesidad de hacer una excepción con la revalorización de las pensiones en 2023 e indexar al IPC de 2022 únicamente las más bajas.
Además, el Banco de España también pone el foco en la revalorización con el IPC por el efecto que ésta puede tener en el pacto de rentas entre trabajadores y empresarios, imprescindible para frenar la crisis inflacionista y evitar los temidos efectos de segunda ronda. Los sindicatos están reclamando cláusulas de revisión salarial con el IPC, algo que los expertos desaconsejan, por lo que el BdE cree que el mensaje sería mucho más potente si éstas se evitan también en el sector público.
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