Nuevo récord en el Índice de Precios de Consumo (IPC) al crecer en marzo un 9,8%, la tasa anual más alta desde mayo de 1985, según avanza el Instituto Nacional de Estadística (INE) este miércoles. La inflación lleva meses disparada por la subida de los precios energéticos y el contagio de éstos al resto de la cesta de la compra. En febrero, el IPC creció un 7,6% respecto al mismo mes del año anterior, superando en un punto y medio la tasa de enero.
En la nota de prensa, el INE reconoce que "este indicador proporciona un avance del IPC que, en caso de confirmarse, supondría un aumento de más de dos puntos en su tasa anual, ya que en el mes de febrero esta variación fue del 7,6%" y se queda a apenas dos décimas del temido doble dígito. No obstante, en el indicador adelantado, el INE sólo recoge los precios en establecimientos hasta el día 21 del mes, y los precios centralizados, hasta el 25. Es decir, que todavía puede sufrir variaciones al alza cuando se confirme el dato el próximo mes.
La variación respecto al mes anterior (febrero) alcanzó el 3%, el mayor aumento de la tasa mensual del IPC en 45 años, desde agosto de 1977. Por su parte, la tasa de variación anual estimada de la inflación subyacente (índice general sin alimentos no elaborados ni productos energéticos) aumenta cuatro décimas, hasta el 3,4%. De confirmarse, sería la más alta desde septiembre de 2008.
Según el Instituto Nacional de Estadística, "esta evolución es debida a subidas generalizadas en la mayoría de sus componentes. Entre ellos cabe señalar los incrementos de los precios de la electricidad, los carburantes y combustibles y los alimentos y bebidas no alcohólicas, mayores este mes que en marzo de 2021".
Una inflación elevada todo el año
Los economistas han subido en 1,9 puntos la inflación media prevista para este año, del 3,5% estimado en enero al 5,4% actual. Hay que remontarse a 1992 para encontrar una tasa similar. El año pasado, cuando los precios energéticos empezaron a inflar el índice a partir de verano, se cerró con una variación media del 3,1%, retrocediendo a niveles de 2011. Pero las elevadas tasas del primer semestre de este año y el contagio a prácticamente la totalidad de los precios de la cesta de la compra elevarán esa media en 2,3 puntos en 2022.
El consenso del panel de Funcas se mostró prudente al estimar que en marzo sólo se superaría en dos décimas la subida récord de febrero. Según sus cálculos, en abril la inflación será ya inferior a la de marzo, con una variación anual del 7,3%, pero en junio todavía superará el 6%. De esta forma, aunque se espera que la inflación vaya remitiendo a lo largo del año, en el último mes todavía se situará por encima del 3%, una tasa que en cualquier caso se considera elevada si se compara con las experimentadas antes de la crisis energética.
La vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, reconocía este martes durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros que el problema de la inflación se está prolongando en España, con una incidencia especialmente fuerte este mes de marzo. Sin embargo, confía en que los precios comiencen a relajarse a partir de la segunda mitad del año, en línea con lo que los expertos apuntan en sus previsiones. También descarta una inflación de doble cifra, una posibilidad que algunos economistas sí contemplan. En algunas provincias, los precios ya han subido más de un 9%.
El golpe de la inflación se sufre en todo el territorio español, pero algunas provincias han experimentado subidas de precios más acusadas que otras, afectando en mayor o menor medida al poder adquisitivo de los consumidores. Las diferencias son notables, en algunos casos de casi tres puntos porcentuales, tal y como publicó Vozpópuli. Mientras en Madrid o Barcelona el IPC creció en febrero por debajo del dato nacional, un 6,9% y 7,1%, respectivamente; en provincias como Toledo o León los repuntes inflacionarios superaron el 9%.
Pacto de rentas
Mientras tanto, la mayoría de los trabajadores no ha visto crecer sus salarios. La subida salarial pactada en los 1.694 convenios activos hasta la fecha alcanzó el 2,26% de media, lejos del IPC general y del 3% de inflación subyacente (sin energía ni alimentos frescos). No obstante, la fotografía está todavía muy incompleta, pues más de la mitad de los convenios colectivos están aún por negociar. Cerca de medio millón de empresas los tendrán que actualizar en los próximos meses con la inflación disparada.
Los sindicatos reclaman una subida cercana al 5% para que las rentas no pierdan poder adquisitivo; frente a la patronal, que apunta a la pérdida de productividad que esto supondría, además de que amenazaría con convertir el problema de la inflación en estructural. El Gobierno, por su parte, pide cautela y pide un pacto de rentas para repartir el impacto de la subida de precios.
En este contexto, el diferencial de inflación entre España y la Eurozona aumenta cada vez más por los precios energéticos. Los españoles están sufriendo una subida en el gas y la luz casi cuatro veces mayor que franceses y alemanes. En febrero, estos dos componentes del IPC subieron un 62% en España respecto al mismo mes del año anterior, mientras que en Francia y Alemania sólo crecieron un 17%, según los últimos datos publicados por Eurostat.
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