La semana arranca con el petróleo dando un nuevo susto a la economía. Los atentados de Hamás en Israel, la respuesta del Gobierno israelí en territorio palestino y la posible implicación de aliados en la actividad de Hamás provoca una tensión regional que asusta a los mercados energéticos. En España, tras el corte de la producción en verano de Arabia Saudí y Rusia, se vuelve a temes por una nueva subida de los carburantes y se presiona al Gobierno en funciones con una nueva ayuda para los carburantes.
El precio de la gasolina y el diésel se tomaba en la primera semana de octubre un respiro tras 12 semanas de subidas. Los 1,75 euros el litro acechan la barrera de los 2 euros el litro registrados en junio de 2022, cuando el Gobierno decidió imponer los 20 céntimos por litro de ayuda que finalmente se extendió hasta el 31 de diciembre en colaboración con las ayudas de las grandes petroleras.
Repsol y Galp ya han sacado sus promociones para ‘ayudar’ a la vuelta de verano y, según detallan fuentes del mercado a Vozpópuli, se esperan que se amplíen en el último trimestre de 2023. En Francia, Total ya ha anunciado que limita en 2 euros el litros los precios de sus carburantes hasta 2024. La pelota ahora está en el tejado de Moncloa que, en plenas negociaciones de Gobierno, no se pronuncia al respecto. Las principales asociaciones de transportistas por carretera ya empiezan a demandar una respuesta para un alza de los precios de los carburantes que no se espera que se modere.
El presidente de la Federación Española de Transportistas Autónomos (FETRANSA), Víctor González, afirmó recientemente que, si no se reactiva la bonificación, los transportistas no descartan “volver a las movilizaciones”. Es decir, la subida de los carburantes puede traer huelga de transportistas y una amenaza de real para los datos de inflación.
Israel, Rusia y Arabia Saudí
La amenaza está entre los consumidores y en el mercado internacional, porque las decisiones de los productores y los conflictos bélicos llenan de la temida ‘volatilidad’ el mercado. El barril del Brent, la referencia europea, acumula una subida del 30% desde los mínimos de julio. Porque Vladimir Putin sigue siendo un enemigo y Arabia Saudí colabora en la tensión del mercado.
“Después de ejercer presión sobre el suministro de alimentos (cereales, sobre todo), Rusia actúa coordinadamente con el cártel de la OPEP para encarecer el petróleo y debilitar económicamente a la coalición que proporciona soporte militar a Ucrania, manteniendo así viva la amenaza de inflación. La guerra sigue influyendo”, explican los analistas de Bankinter.
Y la crisis de Israel añade más incertidumbre al mercado. “La principal amenaza es una conflagración regional, con el riesgo de una guerra entre Irán e Israel que se avecina, con repercusiones de gran alcance”, apunta el analista de Edmond de Rothschild AM, Benjamin Melman.
“Irán no sólo es un importante productor de petróleo, sino que también tiene capacidad para bloquear el estrecho de Ormuz, como ya ha hecho en el pasado y, puede destruir fácilmente los yacimientos petrolíferos vecinos. Cabe señalar que la reacción del fin de semana de Hezbolá, brazo armado de Irán, fue bastante simbólica y no apunta abiertamente a una acción coordinada de Teherán”, puntualiza Melman.
Tres escenarios para la crisis de Israel y el petróleo
Para los expertos del mercado de XTB, hay tres posibles escenarios para el castigo de esta guerra en el petróleo. Su escenario más esperable es que no alcance niveles de estrés que le lleven a superar en el corto plazo la barrera de los 100 dólares. "Porque no es un conflicto global y los países árabes no están atacando a Israel al unísono", argumentan.
Su segundo escenario llegaría si Israel concluye que Hamás actuó siguiendo instrucciones de Teherán. “La situación general podría empeorar”, explica Manuel Pinto, analista de XTB. Según ha informado Wall Street Journal, Irán podría haber ayudado a planear el ataque y dio luz verde al mismo, en una última reunión el pasado lunes en Beirut. Desde finales de 2022, Washington ha hecho la vista gorda ante el aumento de las exportaciones de petróleo iraní, eludiendo las sanciones estadounidenses.
La prioridad en Washington era una distensión informal con Teherán. Como resultado, la producción de petróleo iraní ha aumentado casi 700.000 barriles por día este año. “En ese escenario, es probable que ahora la Casa Blanca haga cumplir o incluso aumentar las sanciones. Eso podría ser suficiente para impulsar los precios del petróleo a 100 dólares el barril, y potencialmente más”, pronostica Manuel Pinto.
Por último, su escenario más extremo habla de un ataque israelí a instalaciones nucleares de Irán. “Se le da menos del 20% de probabilidad”, matiza. “Esto podría disparar los precios del petróleo muy por encima de los 150 dólares el barril”, destacan desde XTB. Una tragedia internacional que descontrolaría los precios de los carburantes a la misma altura que lo hizo Rusia y haría obligatoria una intervención del Gobierno.
Apoya TU periodismo independiente y crítico
Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación